NO ME HAGAS IR POR TI POV ANA LUCÍA GAITAN Llegue a casa sin mayor dificultad, y no llame a Eduard, pero no pasó mucho para que fuera él quien llamara. Tenía claro que no se quedaría tranquilo hasta saber que estaba segura en casa, así que con desánimo tome la llamada. —¡Te dije bien claro que me llamaras!— siseó molesto cuando conteste desde el otro lado de la linea. —Lo olvidé — respondí apretando los dientes restándole importancia . No quería ni oír su voz, solo hacía que me sintiese más ridícula. No estaba molesta con él… la verdad era que estaba molesta conmigo. Siempre supe que Eduard era un tipo prohibido para mi y aún así fui a chocarme con su cuerpo. Vaya que casi le rogué que me besara… o ¿por qué imponerle el castigo de acompañarme esta tarde? Yo lo había buscado al obligarlo a venir conmigo. Quería romper con adrenalina esa coraza de hombre frío que se carga. Lo había solfeado si... pero ahora qué pensaba hacer yo con el depredador candente al que había despertado. —¿L
SI SIGUIERA A MI CORAZÓNPOV ANA LUCÍA GAITANSosteniéndome aún al marco de la puerta y con la mirada fija en el camino de grava observo las luces acercarse a toda velocidad. El viento gélido no me afecta y solo contengo la respiración. Me preocupa más la tormenta que pueda acercarse a casi ochenta millas por horas en ese vehículo.El corazón me late desbocado en el pecho como un caballo de carreras. No es miedo lo que estoy sintiendo, es algo más letal. Es una mezcla de anticipación con deseos que me enferma los sentidos dejándome débil. Nunca he sido debil, ni me he dejado llevar por los nervios, pero ahora estoy al borde del colapso.El cuerpo entero me tiembla como si la temperatura de pronto hubiera descendido cincuenta grados celcius. No entiendo del todo la causa de tal nerviosismo. «¡Por Dios!»«¡Solo besaste ese hombre, no es como si te lo hubieses follado o ... violado!»Los relámpagos surcan el cielo seguidos de fuertes truenos que hacen retumbar toda la cabaña, pero eso no
MÁS QUE A LA TORMENTAPOV EDUARD DE AMBER DE AMBERPRÍNCIPE HEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA—No me digas eso Ana Lucía,no me la pones para nada fácil— espete concentrado en las llamas de la chimenea. —Confórmate con saber que si no me acerco a ti, si no me acerco a ti… ¡lo que hago es hacerte un maldito favor! ¿Cómo puedes creer que esto es sencillo para mi?—Entonces no juegues a besarme para luego retractarte—objetó furiosa también. En ella vivía una fiera que yo en mil ocasiones he soñado con domar… pero ya no más. No quería hacerle daño… ¡Todo! Menos permitirme dañarla.—Te juro juro que no fue un puto juego. Ni siquiera pude…—¿Pensar?¿Contenerte? ¿Darte cuenta quien era la mujer que estabas besando guiado por un instinto? —me interrumpió casi a los gritos, hizo una pausa y avanzó hacia mi—¿Cuál de las tres sería, su majestad? ¿La primera, la segunda o la tercera opción?—Tratemos de calmarnos— pedí y ella después de dar dos largos paseos por su living por fin se sentó llamándose
DIOS SE APIADE DE MIPOV EDUARD DE AMBER DE AMBERPRÍNCIPE HEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA—Yo no quiero hacerte daño linda… es lo último que querría en esta vida—murmuré aspirando el olor a flores de su cabello. Contuve la respiración antes de que las cientos de emociones eléctricas que me abordaron terminarán por enloquecerme por el impacto del deseo sobre mi entumecido cuerpo necesitado tanto del de ella. . Era como si las miles de millones de terminaciones nerviosas de mi cuerpo clamaran enardecidamente por Ana Lucía Gaitan.—Me haces daño con tu cercanía—acotó nerviosa sin atreverse a voltar, toda ella temblaba de anticipación y deseo— Si no vas a ser consecuente con tus actos… ¡entonces no te acerques!— pidió con la voz entrecortada, pero no era otra cosa que una mentirosa si no quisiera que me le acercara no estuviera temblando de ese modo por el roce de mis palmas abiertas por sus brazos.Lo que me pedía era razonable, pero como lo conseguiría. No me podía condenar más de lo que
LA CULPAPOV ANA LUCÍA GAITANNo sé quien derramó más lágrimas esa noche… si yo, o el terrible chubasco incesante que continuaba cayendo. Llore tanto a Eduar de Amber que podía llenar otro océano de lágrimas. Además de que mi cerebro se aprovechó de mi, y ya una vez que comencé a llorar no supe cómo detenerme. Cuando lloramos nuestra conciencia se las arregla de recabar en la memoria y buscar los sucesos más tristes... los que más nos marcaron y enviarlo todos junto, como para que el detenerse de llorar sea verdaderamente difícil.Lo cierto era que ya estaba amanecíendo y sin más lágrimas que llorar decidí al fin darme un respiro y dar por terminado el sufrimiento. más había perdido yo en la vida como para detenerme a llorar de esa manera por un hombre que no me consideraba lo suficientemente buena.Imaginaria que el hombre que me había besado y Eduard de Amber eran personas completamente distintas. Me costaría muchísimo, pero si algo ya estaba comprobado es que yo tenía más fortale
LA MUERTE DE UN REY, LA PÉRDIDA DE UN PADRE POV EDUARD DE AMBERPRÍNCIPE HEREDERO DEL TRONO DE VARSOVIADe pie frente al féretro de mi padre recibo impasible las condolencias que me lanzan de todas partes los miembros allegados a la Corona que asistieron al sepelio privado. Solo sabe el cielo lo que me está costando mantenerme firme.Nunca creí que llegaría este día. Sabia que estaba enfermo, pero raramente creí que sería eterno. Que algún día se despertaría de esa cama, que algún día volveríamos a ser lo que fuimos.Ya no volverá a estar y no puedo dejar de pensar de todo lo que hizo por mi, de todo lo que le debo.La imagen del primer regalo de cumpleaños que recuerdo, mi primer cachorro, mi primer coche. La emoción que de saber que era el primero de la clase. Mi padre fue un hombre excepcional, y siempre quise creer que tendríamos más tiempo. «Tiempo».En un segundo y un minuto de su tiempo sabia que se va a a romper en cualquier momento, y aún así en su enajenación sonreia y se e
¿QUIEN ES ESA MUJER?POV EDUARD DE AMBERREY DE VARSOVIALos ojos de Ana Lucía parecían platos, cuando escucho la palabra “boda”. Creí que daría la vuelta en redondo en ese instante para marcharse y nunca más volver. El que estuviera aquí después de lo que le dije significaba mucho para mi, además estaba el hecho de que hacia venido por su propia voluntad, yo la había amenazado con la guardia real, y aún ella venía a apoyarme a mi. No a congraciarse con la Reina, o a jugar el papel de una pieza de ajedrez.Más no estaba obligada a soportar las incoherencias de Mary Luz.Esa sin dudas era la gota que rebasaría el vaso. Me contuve para no hacer una escena.¿De qué mierda boda hablaba esa loca? ¿Qué Boda? ¿Había enloquecido? Si ni en el momento más dramático de nuestra extraña y escueta relación yo le había dejado claro que no me casaría con ella, ni en ese instante ni…No podía ser… No creí yo que Mary fuera tan fría como esperar pacientemente la muerte del Rey Ernest para cómo un ca
POV ANA LUCÍA GAITANNo pensé que en tan poco tiempo él llegara a ser tan importante para mi, y él verlo así me quema el alma.Me quedo abrazada a su espalda mientras que aún se tapa la cara ahogado en rotos sollozos.—¡Estoy contigo!— susurro, como si eso lograra calmarlo— ¡Estoy aquí!Levanta un poco la cabeza, y con sus brazos se aferra a mi cintura abrazándome. Su cabeza se aprieta contra mi abdomen y solo le peino el cabello negro con los dedos.Así estuvimos por no se cuanto tiempo, hasta que por fin más desahogado por haber llorado con tanta intensidad, se limpió las lágrimas y se puso de pie recuperando un poco la compostura.—No deberías estar aquí Ana Lucia— espeto con la voz ronca. Solo rodé los ojos mientras él encendía la luz del despacho que hasta ese momento se había mantenido oscuro invadido por las sombras que se colaban por las cantabas de cristal que daban al patio interior.—Ahí vamos otra vez…— comenté con desánimo. —¡Si quieres ya me voy!Me libere de su abrazo y