LA CULPAPOV ANA LUCÍA GAITANNo sé quien derramó más lágrimas esa noche… si yo, o el terrible chubasco incesante que continuaba cayendo. Llore tanto a Eduar de Amber que podía llenar otro océano de lágrimas. Además de que mi cerebro se aprovechó de mi, y ya una vez que comencé a llorar no supe cómo detenerme. Cuando lloramos nuestra conciencia se las arregla de recabar en la memoria y buscar los sucesos más tristes... los que más nos marcaron y enviarlo todos junto, como para que el detenerse de llorar sea verdaderamente difícil.Lo cierto era que ya estaba amanecíendo y sin más lágrimas que llorar decidí al fin darme un respiro y dar por terminado el sufrimiento. más había perdido yo en la vida como para detenerme a llorar de esa manera por un hombre que no me consideraba lo suficientemente buena.Imaginaria que el hombre que me había besado y Eduard de Amber eran personas completamente distintas. Me costaría muchísimo, pero si algo ya estaba comprobado es que yo tenía más fortale
LA MUERTE DE UN REY, LA PÉRDIDA DE UN PADRE POV EDUARD DE AMBERPRÍNCIPE HEREDERO DEL TRONO DE VARSOVIADe pie frente al féretro de mi padre recibo impasible las condolencias que me lanzan de todas partes los miembros allegados a la Corona que asistieron al sepelio privado. Solo sabe el cielo lo que me está costando mantenerme firme.Nunca creí que llegaría este día. Sabia que estaba enfermo, pero raramente creí que sería eterno. Que algún día se despertaría de esa cama, que algún día volveríamos a ser lo que fuimos.Ya no volverá a estar y no puedo dejar de pensar de todo lo que hizo por mi, de todo lo que le debo.La imagen del primer regalo de cumpleaños que recuerdo, mi primer cachorro, mi primer coche. La emoción que de saber que era el primero de la clase. Mi padre fue un hombre excepcional, y siempre quise creer que tendríamos más tiempo. «Tiempo».En un segundo y un minuto de su tiempo sabia que se va a a romper en cualquier momento, y aún así en su enajenación sonreia y se e
¿QUIEN ES ESA MUJER?POV EDUARD DE AMBERREY DE VARSOVIALos ojos de Ana Lucía parecían platos, cuando escucho la palabra “boda”. Creí que daría la vuelta en redondo en ese instante para marcharse y nunca más volver. El que estuviera aquí después de lo que le dije significaba mucho para mi, además estaba el hecho de que hacia venido por su propia voluntad, yo la había amenazado con la guardia real, y aún ella venía a apoyarme a mi. No a congraciarse con la Reina, o a jugar el papel de una pieza de ajedrez.Más no estaba obligada a soportar las incoherencias de Mary Luz.Esa sin dudas era la gota que rebasaría el vaso. Me contuve para no hacer una escena.¿De qué mierda boda hablaba esa loca? ¿Qué Boda? ¿Había enloquecido? Si ni en el momento más dramático de nuestra extraña y escueta relación yo le había dejado claro que no me casaría con ella, ni en ese instante ni…No podía ser… No creí yo que Mary fuera tan fría como esperar pacientemente la muerte del Rey Ernest para cómo un ca
POV ANA LUCÍA GAITANNo pensé que en tan poco tiempo él llegara a ser tan importante para mi, y él verlo así me quema el alma.Me quedo abrazada a su espalda mientras que aún se tapa la cara ahogado en rotos sollozos.—¡Estoy contigo!— susurro, como si eso lograra calmarlo— ¡Estoy aquí!Levanta un poco la cabeza, y con sus brazos se aferra a mi cintura abrazándome. Su cabeza se aprieta contra mi abdomen y solo le peino el cabello negro con los dedos.Así estuvimos por no se cuanto tiempo, hasta que por fin más desahogado por haber llorado con tanta intensidad, se limpió las lágrimas y se puso de pie recuperando un poco la compostura.—No deberías estar aquí Ana Lucia— espeto con la voz ronca. Solo rodé los ojos mientras él encendía la luz del despacho que hasta ese momento se había mantenido oscuro invadido por las sombras que se colaban por las cantabas de cristal que daban al patio interior.—Ahí vamos otra vez…— comenté con desánimo. —¡Si quieres ya me voy!Me libere de su abrazo y
¿CON UNA REINA?POV EDUARD DE AMBERREY DE VARSOVIAHabía temido la reacción de cualquiera al momento de contarle tan tamaña verdad, por eso nunca ni siquiera a mi madre me había atrevido a admitirle el porqué de los cambios tan drásticos que se dieron en mi persona de un momento a otro. Porque si bien es verdad que la muerte de Maite me llevo a tocar fondo durante varios meses, con el tiempo volví a ser el mismo. Me resigne q perderla y a perder la vida que llevaba en su vientre y de algún modo encontré una razón para seguir adelante, nada seria igual… peor yo seguiría con mi vida.Esa determinación de tener una vida, cambió de la noche a la mañana cuando Mary Luz después de aquellos exámenes confirmó semejante y atroz diagnóstico. Después de eso se rompió como un cristal la persona que era, dándole paso a un dopplenger arrogante, frío, despota al que nada le importaba, el que había perdido del todo su humanidad.Y después de todo, alguien había logrado atravesar mi coraza llevandome
NO SE ME OCURRE NADIEPOV EDUARD DE AMBERREY DE VARSOVIAElla se quedó inmóvil sin emitir un solo sonido y yo me tome el trago que me había acabado servir de un solo golpe. Ana Lucía seguía penetrandome con la mirada, y quizás lo que vendrían eran los reclamos por besarla estando enfermo.—¡Ya vez por qué no soy hombre para ti!— dije con el whisky aún quemándome la garganta, aunque me tenía que la verdad que acababa de decir era más corrosivo que el ácido.—Más Justo sería decir que no soy hombre para nadie—reafirme con más decisión.—Disculpa…pero, Eso lo decido yo ¿No crees?— protesto y se cruzó de brazos. Esa mujer era increíble… le acababa de contar que tenía una enfermedad contagiosa, que podía terminar con su vida y aún me decía que ella tenía «algo» que decidir.—No hay nada que decidir qué no lo haya hecho yo hace tiempo. Hace mucho que decidí que no me casaría, hace mucho tiempo que renuncie al amor… hasta que tú llegaste— dije con amargura. —Por eso no te quería aquí Ana Luc
NADIE TE VA A AMAR …POV ANA LUCÍA GAITANAlguien muy sabio dijo “Antes de curar a alguien pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que lo enfermaron”; y no por gusto ese sabio es hoy conocido como el padre de la medicina moderna, Hipocrates.Continuábamos en aquella lujosa sala de estar en la que prácticamente cabía mi casa, los detalles minimalistas y los blancos contrastaban con la oscura energía que ambos desprendíamos.Eduard se veía cansado, agotado física y mentalmente y absolutamente deprimido, yo también estaba cansada por haber logrado parte de la madrugada anterior. Habíamos escogido mal el día para hablar este tema tan dificil, pero ahí seguíamos, de pie, él contra la barra, yo contra su cuerpo duro. Me aferraba a él gin las manos plantadas sobre su pecho, y podía sentir su corazón desbocado. A pesar de lo que me había confesado, no me inspiraba lastima ni pena, seguía viéndolo como el más sensual, hermoso y ardiente de los hombres.Yo no podía entender como al
MEJOR SI TE BESO…POV EDUARD DE AMBERREY DE VARSOVIAAún a pesar del dolor de la pérdida tan terrible que había sufrido, pude conciliar el sueño, eso era extraño.Yo era de poco dormir, pero con Ana Lucía durmiendo en mi cama todo fue distinto.Hasta se pudo decir que descanse, y por extraño que parezca no me desperté mil veces en la madrugada.Habitualmente me desvelaba sobre las cuatro de la mañana y no lograba volver a conciliar el sueño, y ese no fue el caso.No voy a negar que cuando la vi salir del baño con esa sencilla remera, la sangre completa no se me fue hacía un solo sitio.No me percaté que el blanco marcaría sur curvas y dejaría a la vista detalles que le estaban causando una ereccion durs como roca.Domir junto a ella debería decir que fue una tortura, peor no se sintió así. Una vez que pude dominar mis sentidos se sintió como lo más real que he tenido en años. Ana Lucía era Real, y me había de icho que era Mía… Mía… Mía…Ella me había dicho que me amaba. Una mujer me