...¡Eduard!... ¡Eduard!... por aquí. ¡Tienes que perseguirme!... ¡Tienes que venir conmigo! Solo a mi lado estarás completo, solo conmigo serás feliz, solo a mi lado volverá a ser tu...
Abro los ojos exaltado como cada día. Maldigo tan amargado como siempre. « Maite, Maite, Maite».
A penas tres de la mañana y estoy despierto «Debe ser un nuevo récord»; otra vez el mismo sueño mordaz, el mismo triste canto de sirena. La exacta e inconclusa melodía inefable, el mismo llamado. Es Maite quien me llama, lo sé...
Comprendí que aún después de muerta es la única mujer capaz de darme la paz y el sosiego que necesito... solo muerto volveré a ser quien era.
Las olas del océano chocan contra los acantilados que bordean la casa real, pero no me arrullan. Solo me llaman a cometer la peor de las locuras... así se terminaría de una vez toda esta m*****a pesadilla que comenzó el día que los resultados de aquellos análisis fueron «Positivos».
Dos horas de gimnasio deberían ser capaz de borrarme las huellas de esos sueños tan vividos, pero el murmuro del mar una vez me roba la calma. Ya nada me da tranquilidad, y los músculos de mi pecho desnudo habla de incontables horas de gimnasio buscando paz.
Arrastró mi cuerpo fuera de la cama, comienzo el día temprano para tratar de convertir a este amargado ermitaño en Eduard… Eduard de Amber «el príncipe Perfecto».
El único heredero de un imperio que adolece como yo.
Me cuesta meterme en el papel, tengo que reconocerlo, pues más que nada… lo que deseo es salir huyendo lo más lejos posible, pero mis responsabilidades me atan a entregar lo que sea que me queda de vida a este reino, a mi madre y a mi padre el rey. La reina madre me necesita más que nunca, y cada vez se acerca el momento que tome mi lugar en el trono.
Mi padre padece de una enfermedad que lo enajena, y cada vez está peor. Su muerte es un suceso inminente y terriblemente doloroso, y eso me agobia.
Reviso mi agenda, hoy es miércoles, mal día para mi. Un día más en que la vida se encarga recordarme mis errores. Más bien se encarga de restregarmelos en la cara.
Hoy tengo que almorzar como cada miércoles con Mary Luz Almenar. Mary Luz es uno de mis más grandes dolores, mi única culpa.
No me da culpa por mi, ni por no poder engendrar un hijo que sea mi heredero, a fin de cuentas es mi vida. Mas no me puedo engañar… con Mary Luz es diferente.
Mary Luz es mi víctima, yo la contagié de este veneno que me come el alma y el cuerpo.
Mary Luz es una señorita de buena familia. Bien educada en los mejores colegios en el extranjero. Jamás vistiria una prenda que no fuera de diseñador y jamás, pero jamás de los jamases tomaría una cerveza conmigo a la orilla de la playa. Una niña “Bien”.
La presunta esposa, marcada por la opinión pública para ser la princesa del reino, y después la futura reina.
Mary Luz y yo comenzamos como amantes de ocasión, hasta que ella decidió contarle a mi madre que nos acostábamos. Una aventura de un par de noches se convirtió en prácticamente un compromiso. A medida que pasaban los meses… pues dejamos de acostarnos, pero a ella no pareció importarle. Abnegada y melosa como era, no emitió ni una sola palabra de desagrado. Se encargó de aparecer en cada evento, en cada sección del gobierno, en cada actividad real… se convirtió en mi sombra, a donde yo mirara Mary Luz estaba a mi lado.
La gente daba por hecho que nos casaríamos. Me sentía como un idiota, pues no visualizaba una vida junto a ella. Además no tenía la más mínima idea de cómo se rompía un compromiso que ni siquiera se había pactado.
Mucho de eso cambio poco tiempo después. Pues deje de visualizar un futuro en si. Después que ambos nos descubriéremos enfermos, contagiados con VIH; Mary Luz no me lo saco en cara, al contrario.
Espere que gritara, que se pusiera histérica, que me pegara incluso. De verdad que espere que por una vez en la vida Mary Luz mostrara sentimientos intensos. Pero ni siquiera al escuchar su propia sentencia de muerte lo logró.
Se pego más a mi, aún más. Justo eso era lo que no necesitaba en ese instante. Cada vez que le veía a los ojos mi culpa aumentaba a la estratosfera.
Mis estados de ánimos todos eran violentos, convulsos. Me ardía cada respiración en el pecho… la vida me dolía… en ese momento me dolía hasta cada bocanada de aire que tomaba.
Y ahí estaba ella, llorosa pero ahí, recordándome a cada instante de modo muy sutil que le había destrozado la vida.
— Lo que importa es que estamos juntos, Eduard— dijo en aquel entonces y cada palabra me pareció más inquietante que la anterior. —Viviéremos juntos esta etapa de nuestras vidas—ella siguió y como si algo me golpeara en ese momento me di cuenta que tenía que alejarme de ella, tenía que salir de allí.
—No Luz. Discúlpame, pero no puedo continuar con esto. No ahora, no después de lo que te hice. No así— la mire a los ojos, y sentí que mi alma se despegaba a pedazos de mi cuerpo.
—No te atrevas a hacerme esto, Eduard. Sigamos con nuestros planes. ¡Casémonos!— chilló entre sollozos.
—No tengo planes Luz… no tenemos planes. No hay vida, ni planes, ni nada que te devuelva tu vida— trague despacio, con una terrible opresión en el pecho, que no sentí ni cuando murió Maite—o la mía—. Aún no sé cómo logré articular esa frase, me obligue a respirar, deseaba destrozar toda la habitación a golpes.
—Yo también cargó con el mismo problema Eduard. ¿Que harás conmigo? ¿Me dejarás pasar por esto sola?—chilló, y por primera vez vi en sus ojos un mirada distinta. No era dolor lo que vi, era ira.
—Nunca estarás sola, ni desprotegida. Eso jamás Luz.
—¡Casémonos Eduard!— pidió ahogando un suspiro— Es uno de mis sueños. ¿Que harás ahora?, tienes responsabilidades. No puedes asumir el trono sin una reina a tu lado. Nadie se querrá casar contigo Eduard— me volteé a verla a la cara, sorprendido de su frialdad–Seamos realistas, no me mires así— alegó sosteniendo mi mirada—. Ahora que la vida nos jugó esta mala pasada, deberías cumplirme mis sueños.
—No te puedo atrapar en lo que a partir de ahora… para mi será una pesadilla. No puedo arrastrarte conmigo a esto.
Pensar en eso aún me lastima, me hace sentir como el peor de los idiotas. Pero algo de razón hubo en mis actos.
Esa semana completa me dediqué a emborracharme como nunca, al borde del coma etílico. Más de una vez mis guardaespaldas me sacaron arrastrado de los bares, bloqueando a la prensa. Otras tantas me sostuvieron en el lavabo mientras que prácticamente me ahogaba en mi propio vomito. Creo que un martes destroce un Lamborgini, borracho y ardiendo de furia e impotencia. El jueves le tocó el turno a mi despacho, y el sábado destruí los muebles de mi terraza privada.
Debía aferrarme a la vida, pero ¿para qué?. Me había roto por dentro, y no sabía cómo continuar.
Un mes después de enterarme de los resultados del examen de VIH, contacté con mi abogado. Deseaba comprarle a Mary Luz un apartamento y transferirle a su cuenta cinco millones de dólares. Lo había pensado, o creí pensarlo en los escasos momentos que estuve sobrio, pero no podía arrastrarla a la oscuridad que se estaba llevando mi mundo
Caí en cuenta saliendo de mis memorias, que por esa causa no me gusta almorzar con Mary Luz, porque me recuerda lo que fui, y lo que soy.
Me hace revivir la historia de como me convertí en un muerto. El príncipe azul más negro de el universo, el príncipe de la muerte.
El mejor de los peores partidos, el hombre que no merece amor, que no tiene una vida, ni la tendrá.
La vida se encargó de perfeccionar la peor versión de mi, ahora no siento amor, ni siquiera atracción. Soy un ser frío, arrogante, y hasta cierto punto insufrible. Los que me conocieron antes de esto y los que me conocen ahora jamás podrían decir que soy la misma persona. Soy eso… un muerto.
BORRANDO TENTACIONES POV. PRÍNCIPE EDUARD DE AMBERHEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA.Un año después— Mañana en las primeras horas de la mañana haremos todos los exámenes otra vez. Si es necesario traer a un médico desde Japón, estará aquí tan pronto se informe de la conveniencia de otra opinión en el caso. ¡No desistiremos! ¡Lo intentaremos todo madre!. ¡No dejaremos que el Rey muera sin haber agotado todas las posibilidades!— Le hago un educado gesto de respeto a mi madre, y me dispongo a salir de las habitaciones reales que ocupan los actuales monarcas.—Tú padre está tan débil que no resistirá un viaje hasta Japón, Eduard. Las mejores instalaciones están en ese país, el que un especialista viaje hasta aquí no hará mucha diferencia—expresó mi madre y me detuvo tomándome de la mano con cariño—Ni siquiera creo que sea prudente a estas alturas sacarlo de este palacio— ahoga la frase y hace un leve y sofisticado ademán por detenerme junto a ella— Espera Eduard…, él no es solo el Rey…
POV. PRÍNCIPE EDUARD DE AMBERHEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA.—¿Pero que Mierd….?— preguntó más que sorprendido. Una mujer de cabellera negra, como una aparición está sentada analizando datos en la pantalla, no me mira ni se sobresalta por mi interrupción. Ni siquiera estoy seguro que haya notado mi presencia.—¿Que significa esto Camilo?— pronunció sin levantar la voz pero la frase cortó el aire haciendo que la mirada de Camilo se helara por el temor de mi reacción. Aunque incomprensiblemente no estoy molesto, no sé porqué me siento tan hipnotizado y atraído. La paz y el Aura que rodea a esa mujer es totalmente nueva para mi. Me da una sensación de frescor en mi repugnante rutina.Pero La Paz no me dura para siempre, tampoco se que me conviene contemplarla como si de una obra de arte se tratara.Enseguida mi cerebro y mi razón mandan la señal de peligro. Me siento vulnerable y ella ni siquiera se ha fijado en mi.Los tartamudeos de Camilo llaman su atención y solo entonces ella leva
UNA VIDA SORPRENDENTEPOV. ANA LUCÍA GAITANMe despido de mi viejo amigo Camilo después de haber firmado los documento que exigió el príncipe amargado y salgo a la calle. Estoy furiosa, y tengo la cara un poco roja, por la humillación que me hizo pasar del príncipe Eduard. Más trato de empatizar la situación. Los años me han enseñado a dejar los malos momentos atrás y concentrarme en cosas más positivas.El viento gélido me golpea el rostro… sin duda esta será una noche difícil. Me acomodo la chaqueta y me suelto la densa cabellera azabache de la cual me siento tan orgullosa.Es normal que aquí en Varsovia todo el mundo sea rubio, de ojos claros, casi siempre azules, rasgo que si tampoco herede de mi padre.Resultará que soy una copia mejorada de mi madre. Con una figura un poco más voluptuosa y redondeada que mi progenitora y un poco más alta de estatura que ella, herede sus magníficos ojos verdes y su cabello negro… tan negro como la maldad de este mundo. «Que sin dudas no tien
VOLVIENDO A UN PASADO ENTERRADOPOV. PRÍNCIPE EDUARD DE AMBERHEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA.Un mes despuésEl estado de salud del rey no ha hecho otra cosa que empeorar, aunque ya nadie lo pudiera creer posible. Temo que en cualquier momento ocurra lo inevitable y yo tenga que asumir el puesto al frente del Reino de Varsovia.Hace más de un año que que me ocupo de todas las funciones y asuntos del Rey, tengo en mis hombros la administración del estado y el parlamento; pero no es lo mismo mientras no sea Coronado, y todo el mundo lo sabe. Es un secreto gritado a voces que hasta el momento no se me exige como al Rey.El protocolo exige que una vez que se lleve acabe la coronación, y sobre mi cabeza pese la joya real… también vendrán un sin número de nuevas responsabilidades… entre ellas la del matrimonio y el santo deber de engendrar los herederos que mantengan la corona con la dinastía de Los De Amber.Puedo hacer lo que sea, lo que sea por sacar el reino adelante, pero no puedo
BAJO LOS LAZOS DEL PASADOPOV. PRÍNCIPE EDUARD DE AMBERHEREDERO AL TRONO DE VARSOVIA.La sobrecargo de la aereonave anuncia por el altavoz que ya estamos sobre el espacio aéreo de el principado que tengo como destino y me obligo a despabilarme. Me acomodo en la lujosa silla blanca del jet y delineo con mis dedos el escudo de Armas oficial de la casa real de Varsovia que como muestra de poderío fue bordado en hilos dorados en los apoya brazos y en la cabecera del sillón. .Mónaco me recibe con un brillante y azul cielo estival y su arquitectura antigua y diversa empieza a aparecer en el horizonte. El vuelo no es muy largo y el espacio aéreo fue limpio y tranquilo, así que el trayecto el piloto lo cubrió sin contratiempos ni turbulencias. Solo esperaba que el aterrizaje fuera de la misma manera apacible.Esta ciudad me sabe a pasado… a mi pasado. Miles de momentos que viví intensamente aquí se cruzan en mi cabeza tentándome los sentidos una vez más. Flechazos de la memoria que me di
UN PARACAÍDAS PARA BAJAR DE LAS NUBESPOV. ANA LUCÍA GAITANSi no termino rápido la jornada laboral corro el riesgo de caer rendida sobre algún arrecife de la enorme barrera de coral. Los párpados me pesan y mi concentración es pésima. Todo a causa de las horas sin dormir. Ya perdí la cuenta de cuantas horas hace que mi almohada no me da tranquilidad.Llevo cuatro malditas noches sin pegar los ojos, o mejor dicho... si lo hago, pero cuando los cierro tengo pesadillas vividas y reales, no hay fantasmas ni demonios en ellas, pero aun así me asustan mucho más que monstruos de cinco ojos y me despierto de una vez.Es que ahora no estoy soñando con la prisión como en ocasiones anteriores que las imágenes que reproduce mi cabeza me roban el sosiego en las noches, no es ese tipo de sueños…ni siquiera con los barrotes de la celda en que estuve encerrada por más de un año siendo inocente. Tampoco sueño con el ladino asqueroso que intento abusar de mí. Sueño con algo más prohibido, pero m
CON MIS CONDICIONESPOV ANA LUCÍA GAITAN Una hora después, luego de terminar la inmersión del último turno de la tarde me metí en la lancha, me sentía agotada, física y mentalmente. Necesitaba dormir un par de horas sin visualizar en sueños la erección turgente de su majestad.«¿Que como mierda me estaba imaginando las dimensiones de su majestad el príncipe sin siquiera haber observado su bragueta?» ese era otro tema que hablaba de que tan loca me estaba volviendo.No me ayudaba para nada el hecho de saber que Camilo Condil, mi amigo de años, estaba esperando por mí en el centro de buceo. El tema que él quería tratar no era nada de lo que yo quisiera volver a tratar.Termine de organizar el grupo de buzos desde la embarcación, en otro momento yo hubiera sido la última en el agua… pero la verdad es que la cabeza se me quería romper y el vaivén de las olas solo empeoraban mi estado.Los buzos subieron todos, se completó el grupo, me cercioré unas tres veces que estuviéramos todos y le
DE VUELTA AL PALACIOPOV ANA LUCÍA GAITANLa lluvia ya había comenzado a caer cuando llegue a casa, el cielo era una capa oscura que solo se iluminaba cuando los relámpagos serpenteaban de un alado a otro.Me vi obligada a bajar del coche a la carrera para mojarme lo menos posible «De igual forma me moje mucho».Una hora después estaba llevando a cabo mi plan Perfecto… una taza de té de menta, una cobija calentita mi cama y la cabeza por las nubes.Había aceptado ayudar a Camilo unos días , eso significaba que tendría que volver a la Casa Real. Solté el aire que sin darme cuenta estaba sosteniendo, y me di fuerza. A fin de cuentas el estirado del pre incide no estaría por los alrededores, eso o era una mentira de Camilo para tenerme engañada y que me apareciera allí en su despacho como si nada.Coloque el té en la mesita de noche y aparte mi cobija de rayas café. Gatee sobre la cama y alcance mi laptops. Me sentía una bruja con un oráculo… pero no me importaba si eso me traía segurida