NO HAY NADIE QUE YO QUIERA SER…ANA LUCÍA GAITAN Salimos ambos caminando a paso apurado, yo no hice un ademán de tomarlo de la mano, y aunque a él si lo vi con intenciones solo se conformo con caminar a mi lado.Sabíamos y conocíamos demasiado bien las implicaciones de que nos vieran juntos y relacionarán su nombre con el mío.Aunque yo tenía mucho más que perder que Eduard. La prensa solía ser un sabueso demasiado entrenado para encontrar el lado más débil y oscuro de cada individuo, y para mi desgracia yo si tenía un punto débil enorme… mi pasado en la cárcel.No sabía bien hacía dónde iba lo mío con Eduard, pero en algún momento tendría que contarle claramente como fue que fui a parar dos años enteros de mi vida a una penitenciaria de mujeres.Salimos de la casa real, esta vez en un Ferrari verde que me dejo con la boca abierta. Era obvio que mi querido principito tenía algún tipo de colección exquisita de coches deportivos de lujo.El trayecto a casa en ese coche fue una absol
BENDITO VERANO…ANA LUCÍA GAITAN Después del último beso me obligue a bajarme del coche. Podria quedarme a vivir en la boca sensual y divina de Eduard. Me bajé con cuidado, rodeé el coche y caminé hacia mi portón. Desde allí le lance otro beso y le dije adiós.Él dio la vuelta, he hizo un gesto con la mano en señal de despedida. El corazón aún me latía absolutamente desbocado en el pecho y me sentía como una colegiala con nuevo amor platónico.Todo había pasado tan rapido, que me parecía increíble que hubiera pasado la noche con el mismo hombre insufrible que me había echado de su despacho el día que nos vimos por primera vez « amor a primera vista no fue».Aunque ahora que conocía su verdad no me parecía tan descabellado que me hubiese lanzado fuera. Él sufría, y sufría demasiado. Desconozco en qué condiciones ocurrió su contagio, o qué tiempo lleva viviendo así, anoche estaba tan conmocionada por su confección que pase absolutamente por alto él preguntarle cualquier detalle.Se ne
¿CÓMO DECIR QUE NO?ANA LUCÍA GAITAN Eran cerca de las ocho de la noche cuando el ruido del motor de un coche me trajo a la realidad. Llevaba cerca de media hora absorta en pensamientos que realmente no me estaban conduciendo a ninguna parte.Con el corazón disparado, y los nervios hechos un manojo me levanté de un salto. Alisé la falda del vestido sencillo que llevaba y me peiné rápidamente con las manos y sin tener un espejo en que mirarme.Abrí la puerta creyendo saber quien era quien llegaba a esta hora en cierto Bugatti de color negro. Si él sentía la misma necesidad que yo por sus besos no era de extrañar que hubiera regresado buscando más.Y si… vestido con un traje negro a la medida, que le quedaba jodidamente sexy remarcando el ancho de sus hombros y su espalda, se bajo de modo ágil del coche Eduard de Amber, mi Eduard, el puto príncipe de la noche.Le sonreí y si no me hubiera parecido extremadamente cursi el lanzarme corriendo a sus brazos, sin dudas lo hubiera hecho
ME GUSTA TODO DE ELLA. EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIA .La respiración no se me tranquilizaba, Ana Lucía cayó rendida, absolutamente relajada después del sensual momento que habíamos acabado de vivir. Yo sin embargo estaba más absorto, más enamorado, más totalmente lleno de emociones que amenazaban con reventarme el pecho, y hacerme perder la cabeza. Moría por despertarla otra vez y venerarla besándole hasta el aire que expiraba. Es que una mujer como ella no la volvería a encontrar en esta vida, y probablemente tampoco en la otra. Para los hombres el sexo no debería significar tanto, pero yo no era cualquier hombre, estaba enfermo… y con ella no había sido cualquier Sexo. Había sido Perfecto, totalmente sincronizado y entregado. No era por el tiempo sin una mujer… era porque era con ella, peor que la bajaba absolutamente embriagante y exquisita y no había sensación en el mundo que superara al tener a Ana Lucía desnuda y deseosa frente a mi.Aún no me podía creer que había es
MI LUGAR FAVORITO POV ANA LUCÍA GAITAN Desperté con las primeras luces del amanecer, las cortinas como siempre corridas dejaban entrar los rayos de Sol bañando mi habitación de la clara luz otoñal del alba. El olor a sexo mezclado con Paco Rabanne aún rondaba el ambiente y mordí mis labios al observar el cuerpo masculino que dormía de espalda a mi. Me había abrazado buena parte de la noche, me temo que durante todo ese tiempo estuvo depierto viéndome dormir.La sensación de adoracion que veía en sus ojos me llenaba de un nuevo placer.Cómo si su piel me llamara mi mano recorrió su columna vertebral desnuda. La espalda musculosa, el trasero redondo y duro como una roca, su cuerpo entero esculpido despertó otra vez mi deseo y mordí mis labios admirando la belleza masculina perfecta.Pensé en dejarlo dormir un poco más, pero después de valorarlo lo mejor sus días estaban resultando ser demasiado ajetreados y lo mejor sería que estuviera en la Casa Real por si algo se le ofrecía a su ma
TENEMOS UNA CITA EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIATotalmente saciado como hacía años que no me sentía bajé las escaleras del segundo piso de casa de Ana Lucía, ambos llevamos el cabello mojado por las «cosas» que acababan de ocurrir en esa bañera de la Ninfa que ataviada como la más seria y sensual de las ejecutivas caminaba tras de mi.Me giro un instante sobre mis talones en la escalera para recordarle algo y se me borran hasta las ideas al toparme con sus sensuales piernas torneadas ataviadas con medias, liguero y unos zapatos de tacón que junto con todo su atuendo conforman un cuadro que es una put@ fantasía sexual. No es que no la hubiera visto mientras se vestía, es una ddesde esta posición todo lo sexy del le magnifica. No sé si es que estoy absolutamente loco por ella, o que es cierto que Ana Lucía es una diosa divina, una diosa divina que es solo mía, y el hecho de tener esa certeza me arranca una sonrisa estúpida que podría durarme una semana entera de lo poderoso y feliz
UN TE AMO PERECEDEROEDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIAEl auto atravesó los límites de la casa real, y ella en silencio apartó poco a poco su mano de la mía. Ese sencillo gesto no me gusto; pero no podía hacer nada para remediarlo por el momento. No se le impone a una mujer la idea de ser la máxima regente de un país de la noche a la mañana.Ana Lucía era demasiado desinteresada, desprendida y parecía que no había dinero o poder en el mundo que la pudiera corromper. Eso me gustaba tanto de ella… pero también me asustaba, porque ella no tenía ninguna pretensión en ser reina del país… y yo no tenía otra opción que ser el rey.Me daba miedo que sus intereses se alejaran demasiado de los míos, que la propia vida nos separar ahora que nos habíamos encontrado al fin.En algún momento tendríamos que hablar del tema, me temía que mi interés por ella no iba a ser pasajero. Ahora solo me restaba saber que estaba sintiendo ella por mi, aunque me sospechaba que era demasiado intenso y a riesgo d
LA NOCHE Y EL DÍA EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIALa vida es una total ironía pienso mientras camino con ella de mi mano, pensar que antes no la conocía… ni siquiera sabía de su existencia y un día de la nada la vi… y hablamos y la química que sentí me estallo en el rostro. Ese día en mi despacho supe que si la dejaba entrar ella tendría un impacto en mi vida… ya veo que no me equivoqué por que ya no logro verla como otra cosa que no sea como mi mujer con todas las implicaciones que eso trae consigo.Avanzamos atravesando los grandes corredores de la casa real. La guardia real nos mira, pero lejos de extrañarse me miran con un poco de sana envidia, por la mujer que llevo de la mano y no dudo que deben estar pensando como un bastardo insufrible como yo pudo conseguir a una belleza como esa.Ella saluda a todos sintiéndose un poco tímida, pero aún así no pierde esa costumbre de considerar a todos como iguales, y a tratar a todos con respeto .Entramos tomados de mano, y ella con paso