Esperanza se despertó con una sensación muy especial, como muy feliz y con una sensación de paz interior tremenda.
El mensaje de Deseo y las palabras de su madre le habían dado mucha seguridad en ella misma.
En el momento en que su amigo recogió el libro le hizo saber que lo había recibido y le dio las gracias por ese grandísimo detalle. La mujer le dijo que es lo mínimo que se merecía por lo bueno que era con ella y lo que le aguantaba.
El hombre le dijo: "Esperaba dejarlo para decírtelo en Navidad, pero te voy a escribir lo de la boda por el libro y en estas fechas ya veré que sorpresa te doy, pero por este regalo te mereces todo esto, me ha encantado, la verdad".
Esperanza se puso muy contenta y se le subieron los colores. No sabía el motivo, pero le hacía mucha ilusión saber que boda le pensaba preparar Deseo, como podía ser que se sintiera como una niña de nuevo. Posiblemente, su madre tenía razón y era la primera vez que se había enamorado de verdad
Ese día, al despertar, a Esperanza le sucedió algo muy extraño, ya que el ángel había cobrado vida y estaba leyendo la carta que le había escrito Deseo.La muchacha se asustó dando unos pocos pasos para detrás, con tan mala suerte que se cayó de espaldas al suelo.—No te asustes, solamente he venido para ayudarte —dijo la figura.—¿Por qué no te has convertido en humano antes? —preguntó la mujer dándole la carta para que la leyera.—Lo he realizado cuando he considerado que debía hacerlo y también que estuvieras preparada para ello. La carta me parece muy bonita y romántica. Se nota que te ama de verdad y que haría cualquier cosa por ti —contestó el ángel.—Eso lo sé, me lo demuestra día a día, pero me tiene en muy alta estima y no sé si luego me seguirá viendo igual si llegamos a convivir o si podré yo corresponderle en la misma medida, ya que él lo entrega todo por mí o por la persona que ama —contó la mujer.—¿Hay algo más bonito que algu
Esperanza se estaba quedando muy sorprendida de lo que ya era capaz de expresar y cada día le era más fácil manifestar lo que sentía por Deseo.Nunca había imaginado que le pudiera pasar algo así, pero la verdad es que se sentía bien en el fondo, ya que en cierta forma experimentaba un poco de liberación al poder expresarlo.Él, por su parte, ya tampoco se guardaba nada de lo que sentía, a pesar de las circunstancias, a ella le gustaba, ya que comprobaba que estaría dispuesto a luchar por la mujer y a su lado, contra viento y marea.Pensando en todo lo que la gente le decía, en lo del ángel y en todo lo que le estaba pasando, empezaba a imaginar que en verdad se merecía todo lo bueno que le ocurría y el haber encontrado un hombre como su amigo.Este tenía un detalle preparado para el día de Navidad, ya no podía aguantar más y decidió adelantar algo a Esperanza. Le dijo que fuera al bosque del destino y cogiera el camino de la derecha, ese que en su día tu
Esperanza no se explicaba como Deseo sabía lo del hada madrina, ya que creía que no se lo había contado, pero estaba claro que se había enterado de alguna forma y en el fondo de su corazón esas cosas que tenía era lo que siempre había querido y le encantaban.Esa noche, había soñado con esa boda que le había comentado su amigo, no le faltó ninguno de los detalles. La llegada a la iglesia, la ceremonia con el sí quiero, el paseo hasta el restaurante en el coche de caballos, el baile, el brindis e incluso el postre, eran pequeñas réplicas de la tarta de bodas. A parte de esas minucias, había también soñado algo más que le provocó un montón de sentimientos y sensaciones, quedando al descubierto todo su ser.Había experimentado como su amigo le cogía en brazos y entraban en la habitación dejándole delicadamente en la cama, cogiendo y acariciando su cara y dándole un beso tan apasionado como si al día siguiente se fuera a acabar el amor. Después, mientras ella se po
Esperanza no había dejado de darle vueltas al sueño de la noche anterior y lo que realmente sentía por Deseo. Experimentaba algo muy especial por él, pero pensaba que si antes había percibido amor, esto pudiera ser que no lo fuera o al contrario, si esto era amor anteriormente no lo había sentido.Miró debajo del ángel, su corazón ansiaba recibir una respuesta determinada, pero esta vez no había una contestación.La mujer se puso triste y se sintió algo contrariada, pero no sabía que ya había contestado a la pregunta.Quería ir a hablar con el tendero pero como había quedado con la familia de Amor, llamó a su madre para encontrarse en el mercadillo, en lugar de la pastelería.Cogió el nacimiento, la figurita y se dirigió al mercadillo. Llegó y se fue a charlar con el tendero. —¿Por qué el ángel esta vez no me ha dado una respuesta? —preguntó Esperanza.—Puede ser que la pregunta no fuera la adecuada o porque la contestación
Esperanza se despertó muy ilusionada, ya que iba a hacer lo que más le gustaba: Repartir alegría, felicidad e ilusión entre la gente.Había quedado con el padre de Amor para vestirse de Papá y Mamá Noel e ir a distribuir los regalos de los niños al orfanato.Mientras ellos daban los regalos, la madre de Amor se iba a encargar de la comida del hospital.Amor se iba a vestir de Elfo y les iba a acompañar a administrar los regalos. Se habían dividido el trabajo para poder hacer todo y celebrar la Nochebuena con su familia.Llegaron puntuales y se prepararon para sus tareas, con toda la ilusión del mundo.La mujer lo había dispuesto todo por la noche.Aunque Esperanza estaba contenta e iba a hacer todo con la mayor alegría del mundo, le faltaba una cosa para ser totalmente feliz, ya que estaba convencida de qué le hubiera gustado, pero compartiría con él cada cosa que realizara.A la madre de Amor se le ocurrió vestirse de enfermera para
Esperanza se despertó y al ver a Deseo confirmó que era real, no había sido un sueño como los otros.Se abrazó fuertemente a su cintura, el hombre se despertó y le dio un beso en la cabeza. —Perdón por haberte despertado, corazón —se disculpó la mujer.—No te preocupes, cariño —respondió el chico.Decidieron prepararse para tomar algo y calentar el cuerpo, pues estaban algo destemplados.Deseo preparó un chocolate con unas nubes y un toque de canela y naranja.—No puedes ser tan perfecto, debes tener un punto flojo y eso me da un poco de miedo, que cuando lo descubra no me guste y perdamos todo esto tan bonito que tenemos —dijo Esperanza.—También tengo mis cosas, aunque me esfuerzo por sacar la mejor versión de mí y dar todo por las personas que quiero. Nada podrá acabar con esto que tenemos, ya que los cimientos son muy buenos y la amistad siempre va a estar, el resto, paso a paso —le replicó el hombre.La mujer le dio un be
A pesar de acostarse tarde por estar hablando con Esperanza, ya que ella no se podía dormir, Deseo se despertó pronto y preparó el desayuno para ella y sus padres y llevárselo a la cama. Quería tener un detalle con ellos, por haberle acogido sin conocerle. Había dormido en la habitación de invitados, pero quería levantar a la mujer con una riquísima comida.Preparó café del de siempre, al que le puso un toque de canela y dibujo un corazón con crema de leche. También preparó tostadas con forma de corazón con tomate y aceite y una ensalada de fruta fresca. En la bandeja, puso una rosa roja y otra blanca y una ramita de acebo.Primero, llevó el desayuno a los padres llegando justo en el momento que se iban a levantar. —No os levantéis, aquí tenéis el desayuno, gracias por acogerme en vuestra casa sin conocerme. Sois unas personas estupendas y maravillosas —dijo el hombre.—Gracias a ti por todas las atenciones que tienes con nosotros y sobre todo por respet
Esperanza no se podía creer que Deseo fuera a pasar el fin de año con ella, se había cumplido su deseo, ya que, aunque fuera por poco tiempo, estaría disfrutando de su compañía.La mujer se levantó y fue a despertar a su amigo para hacer juntos el desayuno y poder hablar hasta que se levantaran sus padres.El hombre ya se estaba poniendo en pie y se encontraba hablando por teléfono. Esperanza le preguntó a quién llamaba y Deseo le dijo que estaba confirmando el día en el spa que había reservado para sus padres.La mujer le dio un fuertísimo abrazo y las gracias por todo lo que estaba haciendo por ellos. —No hago nada especial, lo malo es que vamos a tener que trabajar nosotros y no vamos a poder hacer nada especial —comentó su amigo.—Soy feliz estando contigo, aunque sea trabajando en la pastelería, pero si es por un motivo como este, donde mis padres van a disfrutar y poder relajarse, no puedo decirte nada. Eres todo un encanto —dijo Esperanza.