El frío del agua chocó contra la piel de Nadia una vez que el príncipe la bajó de sus brazos. Él no se había despegado de su cuerpo, ni su mirada mucho menos. Ahora sus manos estaban hábiles bajando el vestido de sus hombros y hundiéndose más en la profundidad del río.
Por acto de reflejo su cuerpo vibró ante su toque y su centró fue invadido por ese calor que estaba siendo familiarizado en su existencia. Podía sentir al máximo la yema de sus dedos rozando cada parte de su piel, y aunque ya sabía todas las partes de este acto, estaba más nerviosa que nunca.
En algún momento, sus pies ya no tocaron en suelo, y esos brazos la arrastraron hacia una parte más honda, donde descansó su espalda en una roca.
Agitada, controlando la respiración, y el frío del agua, vio como la sonrisa de Kader invadió todo su coraz&oacu
Kader pasó el brazo por el cuerpo de Nadia para apretarla más al suyo mientras sonrió. Habían dado las buenas noches a un callado Diyar que no dio señas de su hijo, para que al final cada uno se retirara a sus habitaciones a descansar.Agradeció enormemente que no hubiese hablado de su cercanía con Nadia, ni del suceso que se había subsistido con su hijo, estaba enormemente agradecido por su prudencia y esto definitivamente lo había hecho sentir muy tranquilo cuando se fue a su habitación.Había esperado media hora, la más larga de su vida para ir al cuarto donde estaba Nadia para meterse entre sus sábanas. Era imposible separarse de ella una vez que su cuerpo había sido suyo y en como su olor, se impregnó en él. Le había hecho el amor como un loco y ella por supuesto había correspondido en sus brazos.Le encantaba Nadia en todas sus face
El rey les pidió tomar asiento con una actitud seria, y todos fueron directo a la mesa, quedando de frente a sus lugares.Kader asintió hacia Nadia para que no tuviera nada que temer, y ella solo pudo apretar su mano por debajo de la mesa.—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Kalil con una voz firme.—Envié la mitad del pelotón. Hice que nos dividiéramos, de lo contrario pondría en peligro a esas mujeres y niños…El rey asintió para intervenir.—He hablado con Abdel, me dijo lo que su esposa relató, fue muy heroico lo que hiciste, pero pusiste tu vida en peligro y eso fue lo primero que me aseguraste. Entraste a la frontera, y combatiste aun cuando me lo prometiste…—Sabías que lo haría. Sería un cobarde si me quedara esperando un resultado. Tú más que nadie sabe que somos la in
Nadia no supo en qué momento se quedó dormida durante el camino. Tal vez ahora que su adrenalina y la sensación de angustia que habían desaparecido de su cuerpo, la habían envuelto en tal calma, que ahora estaba siendo sacudida por un lacayo, y ya no sentía el carro moverse.—Mi lady… hemos llegado —Nadia parpadeó varias veces y observó a todas partes.—Lo siento, me he quedado dormida.El hombre le dio una sonrisa y asomándole la mano, la ayudó a bajar del carruaje y en cuando puso un pie en el suelo, se encontró dentro de este castillo que le robaba el aliento a cualquiera.No tuvo que hacer algún movimiento, sus ojos se posaron en Kader cuando lo vio bajar del carruaje con su hermano el rey, obteniendo su mirada de inmediato, como si alguien lo hubiese informado de su atención completa en él.El príncipe no sonri&oacu
Tomando una aspiración fuerte, Nadia se retiró del muro lentamente, tratando de aplacar sus emociones. Por un parte se sentía feliz porque lo que le haya dicho Kader a esa rubia, la obligó a detenerse a esa forma de metérsele por los ojos a como dé lugar, cuando ya habían quedado las cosas claras entre ellos.Se preguntó qué había sido de Amin… y tampoco dejaba de pensar, ¿Cuáles habían sido las palabras del príncipe para esa mujer?La pelirroja comenzó a caminar a paso lento pero seguro hacia el comedor principal, donde se desarrollaría una cena y una celebración especial. No tenía nada de hambre y lo que más deseaba en esta noche, era que Kader la mirara y le asegurara que todo estaría bien. Seguramente eso la haría sentir mejor después de su actitud distante y de las preocupaciones que
—Kader… —Nadia susurró pegándose a la puerta, pero antes de que él diera un paso hacia ella, dos toques resonaron nuevamente, haciendo que la pelirroja se asustara mucho—. ¿Qué haremos?—No dejes pasar a nadie, atiende desde la puerta… —respondió el príncipe con total confianza y, además, se acostó en la cama de Nadia como si nada estuviera pasando.Ella resopló fuerte ante su conducta y no tuvo otra opción, sino decir hacia afuera:—¡Un momento! —y después de eso, se quitó los adornos del cabello, y se puso una bata encima.Abrió la puerta un poco, recostando su cuerpo encima de ella, exactamente como Kader le aconsejó, pero sus ojos se abrieron ampliamente cuando vio allí de pie a la reina.—¿Saravi?La reina frunció el ceño.—Qu
Nadia tomó la mano de un lacayo y con su ayuda subió al carruaje detrás de Saravi.Ambas tomaron asientos mientras la pelirroja divisó que una caravana de guardias las escoltó, porque en esta ocasión, irían solas al centro de Angkor.Aún no sabía exactamente a qué iba a acompañar a la reina, pero un poco de aire y soledad le harían bien para pensar en todo lo que tenía sus nervios al punto de cansancio.Divisó los portones y el amplio paisaje que destacaba a Angkor en esta parte del año. Los aboles estaban floreados, y todo el gramaje verde se veía más intenso que nunca.—He hablado toda la mañana, pero tú, has estado silente.Nadia sonrió. Ahora ya estaban tomando camino, y eran solo ella y Saravi durante el recorrido.No podía sacar de su mente la noche anterior. Era evidente que cad
Kader estaba sentado al lado de su hermano mientras pasaba el anillo por sus dedos un poco nervioso.Ahora mismo se sentía como un niño, con miedos, inseguridades y, sobre todo, con una emoción que no lo dejaba respirar.—Todo irá bien, debo decir que eres un romántico empedernido, no lo esperaba de ti… —La mirada de Kader se alzó en dirección de su hermano para asesinarlo por sus palabras. Pero fue inevitable que la sonrisa se le escurriera.—Tienes suerte de que mi ánimo sea bueno hoy.—Lo imagino… —refutó Kalil mirando hacia el exterior—. Debemos esperar un poco más mientras ellas llegan… debo reconocer que impactaste a Saravi ayer con tu noticia, ella no podía creerlo.Kader negó.—Necesitaba dejarla a ella con la boca abierta antes que a la misma Nadia. Es como su sombra y Nadia la idolatra.<
Un mes había pasado desde el momento en que un anillo de compromiso se fijó en el dedo anular de Nadia. Decir que los días fueron buenos, y que ella no cabía de la felicidad, hacía parecer al palacio una nimiedad en comparación de cómo se sentía.La comunidad y la familia de Abdel, definitivamente se retiraron a las tierras Ankarianas con el único acuerdo de pasar los límites de Angkor si se encontraban en peligro.El rey había pactado unas tierras en acuerdo de palabra para ellos y sin que ninguna otra nación lo supiera, era claro para todos que solo podían hacerse las cosas de esta manera, así que Abdel y su familia, junto con la pequeña comunidad que quedaba, les dijeron adiós, y dejaron sus enormes agradecimientos por la ayuda recibida.La reina guardó la carta significativa que escribió en el cuarto de documentos import