—Lo más estúpido es que falta solo un mes para que cumplamos la mayoría de edad —Jae se quejaba mirando hacia la puerta—. Si los asquerosos vampiros hubieran esperado solo un mes más para atacarnos, estaríamos ahora en el campo de batalla ayudando al rey.
—Pues no me parece mala idea que salgas, vayas donde los vampiros y les digas que te esperen un mes —hablo Nick irritado, estaba harto de los lloriqueos del novio de Crina—. Tal vez te hagan caso.
—Bebito no lo escuches —Crina, que estaba sentada en las piernas de su novio, fulminaba a Nick con la mirada—. Algún día tendrás la oportunidad de demostrar tu valía.
—¿Eso crees terroncito?
—Sí, vas a dejar tu manada en alto —
—Maldito bastardo.Era una especie de sombra oscura que se movía por todo el cielo, Alan intentaba atraparlo, pero ese maldito vampiro era demasiado rápido, las únicas veces que había estado cerca de él era porque el monstruo ancestral intentaba acercarse a Catrina, era evidente que su objetivo era la mate de Alex.Oliver estaba algo desorientado, lo único que sabía era que tenía que matar el mayor número de vampiros que podía, rodó para poder deshacerse de los tres vampiros que estaban encima suyo atacándolo, aun con las heridas que tenía en su lomo se levantó rápidamente y fue contra el más cercano para arrancarle la cabeza.
—Es un fenómeno —el pequeño niño agacho un poco la cabeza para que sus compañeros de clase lo escucharan—. Mi mama dijo que debió morir junto a su madre.—Mi mama me dijo que su mamá tenía cuernos —hablo otro niño—, y que a él le va a salir igual.Él salió pateando la puerta del cubículo del baño donde estaba escondido escuchando lo que decían.—¡Mi mama no era un monstruo!Los niños se pegaron asustados a los lavados, mirándolo aterrorizados.
—¡Por favor! —Catrina lloraba desesperada—. ¡Necesito saber cómo está!Oliver intentaba hacerla entrar en razón.—Por favor Catrina, los médicos están haciendo lo mejor que pueden —la cogió por los brazos —. Tienes que ser paciente.Catrina lo abrazo intentando dejar de temblar y llorar, Oliver aprovecho el acercamiento para quitarle suavemente el collar, el cabello rojizo y largo que tenia Catrina desapareció para tener su anterior negro y mediano. El sintió como la vampira perdía musculatura y volvía a ser más delgada, su agarre no tenía tanta fuerza, pero su llanto seguía siendo desgarrad
—¿Tienes miedo?—No.—¿Estás que te cagas verdad?—¡¿Por qué no me detuvieron?!Jae temblaba dentro del auto, Nick se reía de él a su lado junto a Evangeline y Crina miraba por la ventana aun molesta con él.—Nadie vio venir que te ibas a lanzar a besar a mi hermana —rió Eva—. Estábamos discutiendo que hacer y tu ¡pum!, la sujetaste y la besaste.Jae miró a su novia.—¿Amor sabes po
—¡Jae! —Crina corría detrás de él—. ¡Jae!Jae se tropezó con una rama, cayó al suelo de manera muy brusca. Sintió un corte en su cara, sus manos dolían, podía sentir un líquido caliente cayendo por su rostro.Alzó la mirada, se encontraba en el bosque, y vio como Crina llegaba a él preocupada.—¡Te has cortado!Crina se lanzó a su lado para revisarlo.—¡Suéltame!Jae la empujo con fuerza haciendo que ella también caiga cerca,
Un mes, un bendito mes sin saber absolutamente nada de él. Recordó la última vez que Jaime estuvo involucrado en una batalla, ella se había puesto caprichosa y loca por no saber nada de él en días. Pero él había estado muy ocupado arreglando todas las cosas, después con el tiempo ella se había amoldado a su falta de presencia, a su ocupada vida y a sus esporádicas visitas.Pero él le había prometido que todo eso había terminado, que su relación avanzaría y ella quería confiar firmemente en él.Aunque debía admitir que moría por una llamada de cualquiera del reino.Miro por su ventana algo s
—Vamos que tienes que comer algo.—No quiero nada.Jae se tapó totalmente el cuerpo con la manta y Evangeline volvió a jalarla.—Vamos —Evangeline se sienta en la cama cerca de él—. Tienes que seguir, ya pasó una semana.—Ahora mismo me quiero morir.—No exageres.—Vete —la miró con resentimiento—. Tú también eres una traidora.Evangeline puso los ojos en blanco.&m
—¡Mira mujer! —Ted, el padre de Lauren miraba por la ventana de la limusina—. ¡Hay lobos caminando por la ciudad como si nada!, ¡Mira esos bebederos gigantes!Oliver le explicaba y enseñaba cosas sobre el reino, Lauren estaba sentada encima de Jaime con su cabeza hundida en su cuello, Ian quería tirarse por la ventana y la mamá de Lauren estaba avergonzada por la manera confianzuda que su esposo trataba al rey de ese lugar.—¿Aquí también cazan, hijo? —Ted palmeo la espalda de Oliver, a Jaime casi le da un ataque, se supone que nadie puede tocar a su amigo al menos que sea un familiar, y ahora lo hacía un simple humano—. Tienes unas montañas llenas de vegetación, apuesto que hay buenas presas.