Momentos antesDmitriy Carter.Escucho un teléfono a lo lejos, llevo mis manos a mi cara somnoliento veo a Lorena dormida a mi lado, sonrió para mis adentros, casi veinte años alejado del amor de mi vida, ahora me queda disfrutar de ella, sigo escuchando el maldito teléfono.-Apaga eso, estamos descansando. –me dice Lorena con voz adormilada.-Debo contestar, sigue durmiendo mientras yo voy a contestar.-No demores, sabes que me gusta dormir abrazada contigo.-Solo serán unos minutos.Me levanto de la cama, camino hasta el escritorio, tomo el teléfono, salgo de la habitación y contesto.- ¿Qué quieren? –contesto furioso.-Señor hay problemas.- ¿Qué clase de problemas? –llevo mis manos a mi cara.Cuelgo, voy a la habitación y veo a Lorena dormida, no me doy tiempo, así que tomo unos pantalones, me pongo la camisa y chaqueta, mientras me pongo mis zapatos, Lorena se mueve.-¿Vas a venir?-Amor, me gustaría, pero hay un problema.Vi que Lorena se incorporó- ¿Las chicas están bien? –pre
-Confirmado señor, no hay armas ni nada, todo se los llevaron. –que me dijera eso, me puso a sudar frío, lleve mis manos a la cabeza.Los nuevos prototipos se los habían llevado, se invirtió mucho dinero en esas armas nuevas, golpeé la mesa que estaba cerca de mí.-BUSQUEN EN TODOS LOS MALDITOS RINCONES DE ESTA CIUDAD! –Lorena sin dudas me mataría por ocultarle la verdad sobre sus hijas.-Le dijiste a Lorena? –pregunto Jean-No le he dicho y tú no le dirás.-Entendido.Me fui a la parte del patio, necesitaba tomar aire, cuando estaba tratando de pensar en cómo arreglar la situación escuche un auto fuera, me quede allí en pocos minutos, sentí alguien detrás de mí.- ¿Dónde está Frederick? Lo necesito aquí. –demande-Eso será imposible papá. –la voz de Charlotte sonaba a mi espalda- ¿Qué quieres decir? –pregunté volteándome, mientras cruzaba los brazos, fruncí el ceño cuando….-Que es imposible porque….- ¿¡DONDE ESTÁ!? –exclame, mientras la miraba y a la vez a los desconocidos que est
Se escuchó un sonido de arma, pensé que ya estaba muerta y lo que veía era mi espíritu, sonara totalmente loco, lo creí así, abrí los ojos y vi un hombre, le había disparado cerca de la pierna a Hasan.-Dijo que la quería viva Hasan, hagas locuras sabes cómo se pone. –hablo aquel hombre.-Esta perra es mía, no entiendo cuál es el afán de llevársela. –comento DenizHasan se acercó a mí, llevo sus manos atrás de mi cabeza, me levanto en un jaloneo de cabello, tiro de mi hacia delante y me entrego al hombre que había llegado, pero Deniz se acercó.-Iré contigo, espero que tu jefe me dé buena recompensa por –me tomo del mentón y me miro a los ojos. –Esta preciosura. –me dedico una sonrisa macabra.-Señorita sígame. –aquel hombre no era como Deniz y Hasan, él se veía diferente.Yo lo seguí a la camioneta que estaba atrás de él, esa camioneta no la había visto, era una de color blanco.-Suba por favor.- ¿Te gusto esta perra? –bufo Deniz.-Puedo ser un maleante, pero nunca olvido los modale
DMITRIY CARTER.-Traigan los mapas y la pantalla del GPS que está vinculado necesitamos ver su localización.-Necesito que llamen a Frederick. –lleve mis manos a la cabeza. –No sé dónde anda metido ahora que lo necesito.-Papá necesitas decirle a Lorena.-Charlotte ahora no.-Papá son sus hijas.-No estoy para decirle ahora, no me siento preparado para decirle.-Lo tienes que hacer papá. –Charlotte me decía con voz calmada mientras yo estaba hecho lio, se habían llevado a las dos, las encontraremos estoy seguro de eso, se nos facilita porque ambas tienen chip de geolocalización y es fácil encontrarlas. Charlotte seguía insistiendo.-Charlotte basta, necesito que te calles por un momento-Su hija quiere ayudar señor. –me dijo la mujer llamada Rebecca.-Tú no te metas.-No le hable así, estamos aquí para ayudar. –comento el hombre estadounidense, mientras yo colocaba el mapa en la mesa que había traído Jean.-Por suerte no pudieron dar con la laptop, estaba muy escondida. –me dijo mient
ILSEUn sonido provenía de no sé qué lugar, trataba de recordar donde estaba, pero todo llego en flashback, quise abrir mis ojos, pero no podía, me di cuenta de que tenía una venda y no solo eso, también estaba amarrada en una silla, quise hablar, pero sentí una especie de navaja recorriendo mis labios, me quedé completamente helada.-Shhhh, no hables. –me hablaron en un susurro, era Deniz quien me tenía en aquella silla, la navaja comenzó a bajar lentamente hasta mi corazón. –Si hablas te mueres. –Comenzó hacer círculos en mi pecho, trate de moverme un poco.-Bien, arriba. –se escuchó la voz de una mujer.Seguido esto solo hubo silencio hasta que sentí agua en mi cuerpo, me habían tirado agua.-Hijo de p…. –alguien me abofeteo, sentí la piel muy roja.-Oye! –escuche alguien más.Neferet.Sentí una punzada en la mano, intenté gritar, pero no podía debido a la venda que tenía en mi boca, quise abrir mis ojos, pero no podía por otra estúpida venda, no solamente allí, también en las mano
Necesito hacerlo, necesito hacerlo, así podré salvar a mamá. –se repetía Ilse. - ¿Qué haces hija? ¿todo bien? –preguntó Lorena su madre. -Si mama todo bien no te preocupes, ve a descansar, mientras yo preparo la cena. –dijo y su madre asintió con la cabeza, fue a preparar la cena y temía que la llamaran, debía de actuar normal…… 23 años atrás. -Adán, necesito que me lleves al hospital se me rompió la fuente. –dijo una madre desesperada, temiendo dar a luz en aquella casa. -Mujer si te quejas, m*****a la hora en que saliste embarazada. –exclamó aquel hombre y a regañadientes se levantó de su cama y fue por un taxi. Ambos llegaron al hospital y atendieron a la mujer que estaba en trabajo de parto, mientras la mujer estaba en el quirófano, aquel hombre esperaba en la sala de espera, se estaba quedando dormido cuando una pareja de ancianos salió llorando de una habitación cercana. -No puede ser, mi primera nieta y nació muerta, no puedo, necesito hacer algo para que mi hija no sepa
- ¿Qué me vas a decir? –Dijo con lágrimas en los ojos. -Verás, yo no tengo por qué vivir con una mujer como tú, perdiste una hija mía y eso nunca te lo voy a perdonar, te odio, cuida a tu hija a no ser que muera por tu culpa. –exclamó Adán con odio -Pero ¿qué estás diciendo Adán? Yo me desmayé porque no tenía fuerzas, yo no quise matar a nuestra bebé. –Lorena rompió en llanto. -Basta Lorena, yo me voy, eres un inútil que no sirves parea nada, no me voy a quedar contigo que dirá la gente de mí, todo es tu culpa, tú arruinaste la familia, te voy a odiar siempre. –Adán fue hacia su habitación, Lorena solo lloraba, dejo a Ilse en la cama que sería para las gemelas. -Adán, por favor no te vayas, perdóname por favor. –Lorena seguía llorando, se arrodilló pidiéndole disculpas y suplicándole que no se fuera. –Por favor no te vayas que voy a hacer, no sé qué hacer si te vas. –exclamó Lorena aún en el suelo y llorando de desesperación, en ese momento Adán la tomo del cabello e hizo levantar
Vi que aquel enfermero pidió refuerzos y se llevaron a la mujer, si ya estaba muerta. -Ilse ven a mi oficina. –Dijo Frederick. -Yo…. -Ahora Ilse! –Un nudo se formó en mi garganta y solo asentí. Fui hasta la oficina de Frederick entre lentamente. - ¿Qué acabas de hacer? -Yo... yo solo le estaba preguntando sobre que ropa quería y luego ella me miro y no me dijo nada más se quedó paralizada. -No te creo Ilse. -Podemos observar las cámaras de seguridad, te lo juro que no le hice nada. –Le dije al punto de llorar. -Voy a revisar las cámaras de seguridad y otra cosa no me tutees, no somos iguales que te quede claro Ilse. –Dijo y yo me puse más nerviosa, quería salir y esconderme en los baños. -Disculpe señor, no se volverá a repetir. –Dije y salí corriendo como alma que se la lleva el diablo, fui directamente al baño y me encerré, me sentí mal por la señora ¿Quién en su sano juicio deja a una abuelita andar solo por allí? Estaba perdida en mis pensamientos y tocaron la puerta me