Roma

Me duele todo. Absolutamente todo. Estoy con un dolor de cabeza impresionante, pero aún así me tengo que levantar si no quiero llegar tarde a la agencia. Aun con los ojos cerrados intento levantarme, pero algo pesado me lo impide. Abro los ojos y al ver que es una persona la que me está aplastando me levanto de golpe. Fue una mala idea. Me agarra una punzada en la cabeza y cierro los ojos un rato para después ver a la persona que tengo en la cama. Es un hombre. Emite un gruñido y se remueve.

Oh. Por. Dios. Ya me cogi a alguien y ni siquiera lo recuerdo. Le doy la vuelta y cuando lo veo abro los ojos como platos. Es el italiano. Maximiliano.

-eh, tu- le nuevo un poco para que se despierte y este se pone el antebrazo arriba de la cabeza emitiendo un gruñido. Esta para cogerselo de nuevo.- tenes que irte.

No tengo tanta paciencia así que voy a la cocina y lleno un vaso de agua para tirárselo en la cara.&n