Aiden Veo a lo lejos como el jet aterriza en la pista privada, Michael se acerca a mi lado con las manos en sus bolsillos y con su mal genio, el cual adquirió el día que hice pública mi relación con Faith y desistí de la estúpida idea de entablar una relación con la mujer que ahora mismo bajaba del avión. Isabella era una mujer hermosa, de estatura media, cabello castaño, un rostro bonito y de actitud carismática. Una chica dulce, pero a la que nunca había mirado más allá de ser mi amiga. —La prensa habla mucho de ti y comienzan a dudar de tu relación con esa mujer —hizo una mueca, Faith nunca le agradó, decía que traía mucho escándalo consigo —Te sugiero que subas alguna foto con ella o den un paseo al ojo público para desmentir rumores. —No quiero que la hostiguen, suficiente ha tenido con todo este embrollo al que la he metido.Aún no le decía que habíamos terminado la relación. Pensé que con hacerlo público le estaría demostrando lo mucho que la amaba, que lo de Isabella no fu
Aiden Más confundido que antes le estreché la mano por educación. No tenía ni la menor idea de quién era ella. —¿Qué podría conectarnos, señorita? Solo esperaba que no fuera una de esas fanáticas intensas que muchas veces lograban colarse. —Más de lo que crees —sonrió mirando con curiosidad el entorno —Me costó lograr ubicarlo pero al fin lo logré.Eso no me relajaba nada, de reojo noté como mis guardaespaldas se acercaban más adquiriendo posturas de alerta.—¿Y para qué me busca? —Eres el novio de Faith Petterson, ¿no es así? —Si —contesté mirándola con recelo —pero aún no comprendo porque está aquí. —Cómo lo dije, hay asuntos de alguna manera nos unen. Me presentaré bien, soy Giorgia McConnell, la esposa del Senador Mattew McConnell. Algo en mi se aceleró, presintiendo lo que la mujer me diría. —Te busqué porque no creo que sea justo que vayas por la vida cegado, tú novia se ha estado acostando con mi marido desde hace semanas, yo misma los encontré en la oficina y ninguno
Mattew "Aiden Wells confirma la ruptura de su relación con Faith Petterson, la joven empresaria que los últimos días se ha vuelto la sensación en redes sociales" Decir que no me ponía feliz noticia sería mentirme, nunca me agradó el que no hiciera publico el rompimiento de su relación con el hijo de puta que se atrevió a venir a mi oficina a armar un escándalo. Me molestó mucho verla cerca de él en el evento de lanzamiento, de hecho no me agradaba que ningún hombre se le acercara. Las últimas semanas que pasé al lado de ella comencé a desarrollar cierta posesividad, como si me perteneciera, y en cierto punto así lo sentía. Aún le daba vueltas a mi cabeza pensando en sus sentimientos, no me gustó verla tan afectada por mi y el que estuviera tan decida a alejarme y sacarme de su corazón era algo que me desconcertaba, no quería que lo hiciera, quería seguir ahí. Ser el hombre en su vida que nunca se comparará con otro. —¿Me mandó a llamar, señor? —preguntó mi asistente entrando agita
Faith Me quedé en shock luego de ver partir a Aiden, preguntándome cómo lo supo. Me descontrolé cuando comenzó a lanzarme mierda haciéndose la víctima, no pude controlar mi lengua y le solté todo lo que pensaba. Estaba harta de ser yo quien siempre recibía insultos y se aguantaba los griteríos, ya no iba a quedarme callada en espera de que me otorgaran la palabra. Me iba a hacer escuchar así fuera por la fuerza. Ni mi familia ni Aiden me iban a hacer sentir de menos por mis errores, no cuando ellos no eran ningunos santos y también me hicieron daño. Independientemente de si me fue infiel o no, Aiden me hizo sufrir con sus desplantes e indiferencias.Respiré tranquila cuando por medio de las redes sociales hizo pública nuestra ruptura, dejó de seguirme en las redes sociales y yo hice lo mismo, después de como terminó todo era obvio que no querría saber nada de mi. —¡Faith! ¿Estás bien? —preguntó mi amiga tocando la puerta del baño.Tenía ratos de estar vaciando todo mi estómago en
Faith 1 mes después Verificaba que todo estuviera en orden con los productos que estaban listos para exportarse, varias tiendas exclusivas de diferentes países como Italia, Francia y España habían solicitado mis productos, la marca aún no estaba lista para tener su propia tienda en otros países. Hasta el momento solo una estaba en marcha, los índices de comercialización eran muy buenos y habían superado por mucho a cuando pertenecía a los anteriores dueños. La fatiga que me producía estar en bodega me ponía de mal humor, volviéndome tediosa con los empleados cuando no hacían el trabajo correctamente. —¿Es todo? —Si, señorita Petterson.Al percatarme que todo estaba en orden regresé a mi oficina, tomando un pequeño descanso en lo que un pequeño mareo pasaba. Después de pensarlo mucho había decido continuar con el embarazo, mi conciencia no me daba para deshacerme de él y mi lado masoquista estaba emocionado por albergar algo suyo en mi vientre. Con una sonrisa tonta acaricié el a
Faith Mi respiración se cortó, un sudor frío recorrió mi cuerpo a la vez que mis manos temblaban. No sabía que hacer, ni siquiera era capaz de emitir palabra, las voces de ellas dos se escuchaban lejanas y mi cuerpo no respondía a las órdenes de mi cerebro. A lo lejos escuché como Alicia llamaba al señor Baker y como mi amiga luchaba por tranquilizarme. Minutos después sentí como me tomaban en brazos y me sacaban del lugar. Con dificultad respiraba un poco, una punzada de dolor en mi vientre me hizo soltar un grito y sentí como algo espeso bañaba mis piernas. —¡Es sangre! ¡Llamen a una ambulancia! —gritaba la voz de mi amiga. «Mi bebé» pensé en mi debilidad, no quería perderlo. No quería perder lo único bueno de todo este desastre, pese a no haberlo planeado y no esperarlo me había aferrado a la idea de tenerlo. —No hay tiempo, preparen una camioneta y llamen al hospital para que los mejores médicos nos estén esperando —ordenó el señor Baker mientras corría a la salida conmigo e
Mattew Me quedé afuera mientras los Baker entraron a verla, mi cabeza era un caos y no podía pensar con claridad. Estaba molesto con ella, si, pero otra parte de mí comprendía su miedo. Nunca la hubiera rechazado o dudado de la paternidad de ese bebé, ¿de quién más podría ser? Si me la pasaba todo el tiempo sobre ella.Me alejé cuando Rhys volvió a llamarme, salí a las afueras del hospital y contesté, las ansias me carcomían, destruiría a quien hizo esto. Ni siquiera me importaba que mi nombre ahora mismo fuera titular de muchos páginas, sino en lo mal que ella lo estaba pasando por toda esta mierda. —¿Ya tienes la información que te pedí? —Si, pero necesito que vengas a mi oficina porque lo que encontré no me convence.—¿Qué encontraste? —La información fue enviada del celular de Faith Petterson, no le encuentro sentido porque es a ella qué más le afecta todo esto. ¿Quién querría exponerse de esta manera? Fruncí el ceño igual de confundido, era obvio que todo eso sólo se encontr
MattewLa ayudé a levantarse para llevarla al baño, la esperé atrás de la puerta por si necesitaba ayuda o ocurriera algún accidente. Afortunadamente ya se encontraba bien y salimos del hospital con tranquilidad, su amiga la había estado llamando preguntando por su estado. Anoche que regresé la relevé y la envié a su casa. —No es necesario que me acompañes hasta casa —musitó cuando íbamos de camino —Quiero hacerlo —admití —Gracias —me sonrió tímidamente —por no dejarnos solos, porque si decides estar para él o ella, de alguna forma también estarás conmigo. —No tienes que agradecer nada —la atraje a mi pecho y la dejé descansar ahí todo el camino a su casa. —¡Oh no! —susurró viendo el auto parqueado en su jardín.—¿Qué sucede? —Es el auto de mis padres —me miró angustiada —es mejor que no entres, esto quizá se pondrá muy feo.—Olvídalo, no te dejaré con esto sola. Es algo que hicimos los dos, no tienes por qué cargar con todo tu sola. La acompañé hasta dentro donde, efectivament