Lo ve levantarse mientras la mira, como si sus ojos dijeran todo, ella entra de nuevo a la habitación algo nerviosa, y escucha el golpeteo en la puerta, la abre, dándose cuenta que el pecho de él sube y baja, tal vez por la adrenalina o los nervios que ella le causa. Él entra lentamente a la habitación sin dejar de mirarla y esperando a que ella le diga que se vaya, pero no ocurre, sin poderse contener un minuto más, los dos se unen al mismo tiempo en un beso agresivo, ella lo abraza por el cuello, mientras que él la abraza por su cintura.Aun en el beso caminan hacia la cama, Amber hace que el chico se siente, poniendo sus manos en su pecho y luego se posa sobre él, sin dejar de besarlo, con dificultad él evita no ir más allá del beso, sube sus manos y sostiene su rostro. Ella se detiene al sentir que le falta el aire, respirando con dificultad, se miran una vez más y él no deja de abrazarla, la chica se deja caer sobre la cama y voltea mirando su perfil.
—Si, amiga, ya tengo novio. Las chicas caminan en dirección al patio trasero, Noah, está asando algunas salchichas y carne de hamburguesa. —Hola —voltea para ver a la niña que recién llega y ella le responde con un movimiento de cabeza y una sonrisa. —Oye, no veo a tu escolta, ¿no viene? —Tenía cosas que hacer, no podía acompañarme. —Mmm, bueno con eso puedes hablar con Javier. —Mich —la llama con seriedad en su voz. —No hagas eso, no quiero que me emparejes con nadie, por favor. —Ok, no lo haré. Una hora después llegan las personas y por último llega Javier, quien la mira en cuanto entra a la casa, desde la puerta de vidrio, mira sus movimientos, su sonrisa y su cabello, que se mueve con el viento. —Es hermosa ¿verdad? —inquiere Michelle detrás de él. —Si, lo es, ella es… perfecta. —Animate a hablarle, ve. —¿No está su escolta por aquí?—No, no pudo venir. Animandose por Michelle, el joven camina hacia ella, se acerca y la saluda, pero Amber, frunce sus labios evitand
—Te lo advierto, no te metas con ella —termina de decir y se aleja, pero antes de salir de la casa y sin darse vuelta, sabía que Michelle, venía atras. —Ella te llamó repetidas veces, mientras luchaba para que él no la tocase —la chica baja su mirada, ella pensaba que Amber, necesitaba un poco de diversión y por eso había arreglado todo para que Javier viniera, solo que no esperaba que esto ocurriera. —Dile que lo siento, no sabía sus intenciones. —A mi me parece que sí, y eres su mejor y única amiga —la chica queda allí inmovil, sin palabras y sintiéndose culpable. —enviaré a alguien para que le arregle la puerta —termina de decir y sale sin mirar atrás. Gael, lleva a la niña a la villa, y la carga en sus brazos, dejándola en su cama, se sienta a un lado y entrelaza sus dedos con los de ella. Suspira. La niña se mueve e intenta levantar su mano, pero siente algo sobre ella, mira hacia abajo y esboza una sonrisa al ver la mano del chico, el recuerdo de Javier, llega a su mente
—Prometelo —su voz sale en un murmullo. —Te lo prometo, te juro, no voy a dejarte, te protegeré, te cuidare, y estaré a tu lado siempre —ella da vuelta en sus brazos al escucharlo, y besa sus labios lentamente. El baño se llena de pasión y de sentimientos incontrolables e inexplicables. Al salir decidieron ir en busca de algo para comer, mientras bajan las escaleras, platican y se ríen como si estuvieran en una relación, Ágata, que está en la cocina niega con la cabeza mientras observa la escena y sonríe. —Ha crecido, mi niña bella —susurra y sigue con lo que hacía. La chica entra entre risas y saluda a la mujer con un beso en la mejilla, mientras que Gael, saluda y luego se dirige a su habitación, para cambiarse de ropa. En la habitación recibe una llamada y contesta enseguida. —Señor Walton. —Liam, Gael, llámame por mi nombre, somos amigos. —Ok, Liam, cuéntame. —He enviado a algunos hombres para que investiguen a Javier Henderson, no encontraron mucho, pero descubrier
Amber, frunce el ceño al escucharla. —¿Y por qué harías eso? —Por qué había hablado con él, y me había dicho que le gustabas mucho, que te quería, qué quería que fueras suya, y yo… pues le ayude un poco. —No puedo creerlo Mich, eres mi única y mejor amiga... —Amber respira con dificultad intentando digerir sus palabras. —No puedo creerlo.—Si, mira, lo siento está bien, sé que no debí hacer eso, pero…—¡¿Pero qué?! ——Nada olvidalo, solo te digo que lo siento y está bien, si no quieres volver a verme, lo aceptaré.—Si, así está mejor, amigas como tu, mejor a metros —Amber se aleja sin más nada que decir y la chica queda allí sin palabras, levanta su mirada observando desde lejos a Gael, que está en el interior del auto observando las, rueda los ojos y lo ignora entrando. Por otro lado en el apartamento, de lujo, Javier se encuentra parado observando por la ventana del piso al techo, su rostro aun tiene los moretones de los golpes de Gael, escucha el sniff de una mujer no tan lejos
Capítulo 19: Un amor que crece. —Si, esperame aquí —la mujer sale de la habitación mirando para ambos lados del pasillo, y entra una bolsa con un traje que había sido desechado por una mujer. —Esto debe quedarte bien. —Te lo agradezco, de verdad, ese hombre me ha tenido por varios días, pero ya salí de allí, ahora debo hacer algo. —Ok, te dejo para que te vistas. Al cabo de media hora después la chica sale con un vestido rojo elegante, unas gafas, y un peinado que la mujer le había hecho. sale de allí sin ningún problema y camina lo más rápido que puede. Mientras tanto, Amber también camina tan rápido como sus pies le dan está bastante asustada, mientras observa todo a su alrededor, se detiene y abre la puerta del auto. —Tengo miedo. Gael, frunce el ceño al escucharla. —¿Por qué? ¿Qué pasa? —Por qué alguien me llamó, desde el celular de Javier… —su voz tiembla. —Otra vez ese maldito —suelta con desdén. —Era una mujer… y me dijo que estaba bajo el poder de Javier, también m
—¿Quieres? —ella asiente y él sólo acepta. En el restaurante, Amber recibe una llamada. —Es mamá, al fin se acuerda de mí —susurra y se da vuelta para contestar. —Hola mami. —Hola hija, ¿donde estas, que haces? —Salí con Gael, en la motocicleta a buscar algo para comer.—Oh, no me lo esperaba.—¿Qué cosa mamá? —Que Gael, ande contigo en la motocicleta, es muy miedoso. —Si, es un poco miedoso pero aprenderá —Gael al escucharla sonríe y la mira tácitamente.Un rato más tarde la llamada termina y se concentra en hacer el pedido. Mientras se sientan, Gael observa a dos hombres que entran al restaurante, y ellos los miran, hacen su pedido pero uno de ellos no pierde su rastro. —Amber, en cuanto termines debemos correr hasta la motocicleta y manejar lo más rápido que puedas, hasta la villa. —¿Por qué? —pregunta confundida.—No mires, solo quedate así como estás y has lo que te digo —habla entre dientes para que no puedan ver el movimiento de sus labios. —Ok, lo haré —contesta en
Al entrar a la habitación, el chico la alcanza, ella lo besa abrazándolo por el cuello, lentamente él lleva sus manos a sus muslos y la levanta en su brazos, por impulso ella lo abraza con sus piernas alrededor de su cadera. la apoya contra la pared sumergidos en el beso, que se vuelve cada vez más brusco. Acostandola con cuidado en la cama después de quitarle todo lo que le estorbaba, la penetra de golpe y sus movimientos son feroces, haciendo que ella se excite más, la chica lo detiene, se levanta un poco cambiando de posición, y se sienta sobre él moviéndose lentamente, arriba y abajo, mientras juntos gimen. Por otro lado en la ciudad de New York, una mujer con ropas finas camina con naturalidad hacia un consultorio. —Hola Jen… Perdón, señorita Yuma Hill. Jenny, suelta una risilla con picardía y se sienta en la silla para que revisen cómo va su nuevo rostro. —Le diré al señor Hill, que ya puede empezar a actuar, esto está sanando muy rápido. —¿De verdad? —Si, puedes verlo tú m