Cassandra

Después de alrededor de una hora ya habíamos visitado al menos dos lugares en los que podía sin duda abrir una nueva sucursal de la boutique, aún así no me convencen del todo, necesito más opciones para poder elegir una adecuada para que el negocio que he llevado durante algunos años se haga más reconocido, tal vez luego pueda abrirlo en Latinoamérica.

Sin embargo el enojo por la actitud de Dominic y los celos que me carcomen me llevan a desconcentrarme de la tarea, no se ni siquiera porqué vino, si se supone que tendría una reunión con un socio italiano que lo ayudaría a abrir nuevos hoteles aquí en Roma y talvez luego en Venecia.

Pero no, tuvo que venir conmigo y hacerme sentir celos, no tengo idea si lo hizo inconscientemente pero dudo que haya sido así, esas cosas necesitan plena consciencia.

—¿Que te parece este?—pregunta Alessandro a mi lado, salgo de mis pensamientos para darle una mirada confusa.

—Lo siento Alessandro, no me siento bien, ¿Puedes volverlo a repetir?—