Capítulo 33Natalia Sentía mis mejillas arder al darme cuenta de cómo estaba vestida frente a Nicolás y aunque antes la verdad es que no me interesaba mucho como exhibía mi cuerpo, por alguna razón en esta ocasión fue totalmente diferente. Me sentí expuesta y observada por él, pero no de una manera incómoda sino todo lo contrario. Tanto que no pude evitar que mi piel se erizará, pero aparte esa idea de mi cabeza antes de que comenzará a ver cosas dónde no las hay.En cuanto Nicolás se volteó dándome mi espacio para poder ponerme aquella camisa, de inmediato quité mi camisón mojado y comencé a abotonar la camisa. Afortunadamente para mí esta me llegaba casi hasta las rodillas, por lo que ya no estaría tan al descubierto si él llegaba a mirarme con otros ojos. Sin embargo, en cuanto volteé para poder verlo a los ojos y decirle que estaba lista, de inmediato note como este apartaba la vista de un pequeño espejo roto que había frente a él. Lo que me hace suponer que me ha estado observan
Capítulo 34Natalia Mentiría si dijera que esta cosa con los caballos no me parecía una situación sin duda muy increíble, pero por muy loca a la misma vez. No obstante, debía de hacerme a la idea de que todo era real en vez de un sueño.Cuando comencé a ayudar a Nicolás con el parto, pude notar que este estuvo muy al pendiente de todos mis movimientos y tal vez lo hizo para cerciorarse de que nada saliera mal al yo no tener experiencia en esto. Sin embargo, luego de ver como se comenzó a comportarse como un padre celoso con su yegua, sin duda me hizo reír aunque no se lo demostré. En todo momento contuve mis ganas de burlarme y solo me relajé cuando logré salirme con la mía. No iba a permitir que él alejara Diablo de su familia por ningún motivo.A estas alturas la lluvia ya había dejado de caer y Nicolás terminaba de suturar la herida de Amanecer. Hay que ver que se había comportado como toda una guerrera y en pocos días estará de pie como si nada. – Ya he terminado – dice Nicolás
Capítulo 35Nicolás Después de la conversación que había tenido con Natalia, me di cuenta de que me estuve comportando como un verdadero idiota todo este tiempo. Sin embargo, eso no es nada nuevo por no haya descubierto, ya que desde que ella llegó todo había cambiado con respecto a mi comportamiento. Solo espero que ahora con la supuesta tregua que tenemos, las cosas comiencen a cambiar progresivamente. Además, también tenía que tratar de evitar estos celos enfermizos que siento cuando ella está cerca de mi hermano porque de alguna manera yo no soy nadie para intervenir en sus cosas ¿Me pregunto? ¿Habrá sonado eso lo suficientemente creíble para mí? No lo sé, pero el caso es que no creo poder cumplir con esas palabras debido a que a unos cuantos metros de mí, se encontraban ellos hablando muy animadamente y no entiendo que tanto tendrán en común como para que siempre que los vea estén demasiado felices. Es por eso que decido irme bien lejos para no seguir viendo esa escena y así tam
Capítulo 36 Natalia Lejos de pensar que la conversación que acabo de tener con Nicolás era una discusión como las otras, en el fondo sabía perfectamente que no era así. Más bien solo quería comprobar por mí misma sí las palabras de Elías eran ciertas y cuando lo vi con mis propios ojos no lo podía creer. Es ahí que de la nada comencé a sentirme muy extraña, ya que se supone que mi corazón no debería palpitar al ritmo que lo está haciendo y menos después de tanto tiempo apagado. Es ilógico que ahora este quiera venir a comenzar a sentir algo por Nicolás, con quién dicho sea de paso no mantengo una buena relación. Sin embargo, en todo momento cuando estuve pendiente a casa cosa que decía, por algún motivo me acercaba cada vez más a él y mentiría si dijera que no me moría porque me volviera a besar. Sentía que con cada paso que dábamos el uno del otro, en cualquier momento eso podía suceder, pero no fue así y en el fondo me gustaba que todo se mantuviese tal cual.Cuando estaba por sal
Capítulo 37NicolásMe encontraba terminando de cargar los últimos bloques de pasto para los caballos, cuando de la nada siento un peso sobre mi espalda. No había que ser un experto para saber que se trataba de la niña de mis ojos, quien desde muy pequeña cada vez que tenía oportunidad, siempre saltaba sobre mi espalda para fingir que yo era su caballo. – Oye, ya no eres una niña pequeña. Debo decirte que pesas demasiado, así que bajate de mí – digo de inmediato para molestarla un poco.– No seas pesado, Nicolás – dice mientras golpea mi hombro, pero no se baja de mí – ¿Qué no sabes que es de mala educación meterse con el peso de las mujeres? Además, tengo que aprovechar para que me cargues ahora que estás bueno porque después serás un viejo y no podrás conmigo.– ¿Pero qué dices mocosa? Este cuerpo jamás va a envejecer y siempre estará aquí para cargarte cada vez que desees.– Bueno, más te vale que sea así, aunque ahora cambiando un poco de tema. Me gustaría hablar contigo seriamen
Capítulo 38Nicolás Me miraste en el espejo y debía admitir que me gustaba lo que en él se reflejaba, ya que Paloma se había metido en mi clóset a revisar mis cosas mientras yo me bañaba. Por lo que ahora llevaba puesto un traje negro formal con una camisa blanca, pero lo que sí no estaba dispuesto a usar era una terrible corbata de esas que te quitan hasta el aire y se lo dejé bien claro cuando decidió vestirme a su antojo.– Te ves genial hermano, seguramente Natalia se quedará sin habla cuando te vea y tú podrás invitarla a salir sin ningún tipo de problema – dijo feliz.– Paloma yo solo espero que esta idea tuya funcione porque no te voy a perdonar si hago el ridículo otra vez frente a Natalia. – Que no hombre, que no harás el ridículo tú solo confía en mí ¿Cuándo tu pequeña hermana te ha hecho quedar mal? Ya verás como todo sale perfectamente bien y vendrás después a darme las gracias, como también vendrás a pedirme más consejos.– Bueno, está bien, si tú lo dices vamos a confi
Capítulo 39NataliaLa tarde estaba cayendo y me encontraba dando vueltas, desesperada en la sala, mientras seguía insistiendo e insistiendo llamando a papá. Creo que esta sería la última vez que intentaba llamarlo al móvil porque mañana en la mañana estoy tomando el primer vuelo que salga para Nueva York. Necesito verlo cuanto antes y saber que todo está bien con él, de lo contrario no voy a poder estar aquí tranquila en ningún momento mientras permanezco aquí.En una de las ocasiones que dejé mi teléfono sobre la mesa para poder calmarme, siento como este comienza a sonar y de inmediato corro hacia él para ver si se trata de papá. Sin embargo, para mi sorpresa quien me está llamando es Paloma y me preguntó qué habrá sucedido o qué querrá a esta hora.– Hola, Paloma ¿Qué necesitas? – pregunto mientras miro por la ventana como ya poco a poco ha caído la noche.– Natalia necesito tu ayuda, es urgente. Nicolás se ha peleado con Elías a los golpes y para colmo después se ha encerrado en
PrólogoEn el día de hoy el sol estaba más radiante que de costumbre y me encontraba tumbada cerca de la piscina mientras me bronceaba y esperaba a que el mayordomo de la casa me trajera la bebida que le pedí. Nada mejor que una buena piña colada para refrescar todo mi cuerpo y seguir disfrutando del sol de New York.– Aquí está su bebida señorita, Natalia – dijo Sergio, el mayordomo. Un hombre de sesenta años que siempre me complace en todo sin protestar.Según tengo entendido, Sergio lleva en esta casa muchos más años de los que recuerdo, desde antes de yo nacer. Él ha estado al servicio de la familia Alcázar desde muy joven y supongo que también seguirá siendo así hasta que su fecha de caducidad llegue. Ya veremos si cuando me toque heredar a mí todo este imperio, él sigue estando vivo para todo lo que yo necesite.– Gracias, Sergio. Déjalo sobre la mesa y déjame sola – le digo sin voltear a verlo porque la verdad no va mucho eso de las relaciones, jefes y empleados, más en esta ca