Capítulo 36 Natalia Lejos de pensar que la conversación que acabo de tener con Nicolás era una discusión como las otras, en el fondo sabía perfectamente que no era así. Más bien solo quería comprobar por mí misma sí las palabras de Elías eran ciertas y cuando lo vi con mis propios ojos no lo podía creer. Es ahí que de la nada comencé a sentirme muy extraña, ya que se supone que mi corazón no debería palpitar al ritmo que lo está haciendo y menos después de tanto tiempo apagado. Es ilógico que ahora este quiera venir a comenzar a sentir algo por Nicolás, con quién dicho sea de paso no mantengo una buena relación. Sin embargo, en todo momento cuando estuve pendiente a casa cosa que decía, por algún motivo me acercaba cada vez más a él y mentiría si dijera que no me moría porque me volviera a besar. Sentía que con cada paso que dábamos el uno del otro, en cualquier momento eso podía suceder, pero no fue así y en el fondo me gustaba que todo se mantuviese tal cual.Cuando estaba por sal
Capítulo 37NicolásMe encontraba terminando de cargar los últimos bloques de pasto para los caballos, cuando de la nada siento un peso sobre mi espalda. No había que ser un experto para saber que se trataba de la niña de mis ojos, quien desde muy pequeña cada vez que tenía oportunidad, siempre saltaba sobre mi espalda para fingir que yo era su caballo. – Oye, ya no eres una niña pequeña. Debo decirte que pesas demasiado, así que bajate de mí – digo de inmediato para molestarla un poco.– No seas pesado, Nicolás – dice mientras golpea mi hombro, pero no se baja de mí – ¿Qué no sabes que es de mala educación meterse con el peso de las mujeres? Además, tengo que aprovechar para que me cargues ahora que estás bueno porque después serás un viejo y no podrás conmigo.– ¿Pero qué dices mocosa? Este cuerpo jamás va a envejecer y siempre estará aquí para cargarte cada vez que desees.– Bueno, más te vale que sea así, aunque ahora cambiando un poco de tema. Me gustaría hablar contigo seriamen
Capítulo 38Nicolás Me miraste en el espejo y debía admitir que me gustaba lo que en él se reflejaba, ya que Paloma se había metido en mi clóset a revisar mis cosas mientras yo me bañaba. Por lo que ahora llevaba puesto un traje negro formal con una camisa blanca, pero lo que sí no estaba dispuesto a usar era una terrible corbata de esas que te quitan hasta el aire y se lo dejé bien claro cuando decidió vestirme a su antojo.– Te ves genial hermano, seguramente Natalia se quedará sin habla cuando te vea y tú podrás invitarla a salir sin ningún tipo de problema – dijo feliz.– Paloma yo solo espero que esta idea tuya funcione porque no te voy a perdonar si hago el ridículo otra vez frente a Natalia. – Que no hombre, que no harás el ridículo tú solo confía en mí ¿Cuándo tu pequeña hermana te ha hecho quedar mal? Ya verás como todo sale perfectamente bien y vendrás después a darme las gracias, como también vendrás a pedirme más consejos.– Bueno, está bien, si tú lo dices vamos a confi
Capítulo 39NataliaLa tarde estaba cayendo y me encontraba dando vueltas, desesperada en la sala, mientras seguía insistiendo e insistiendo llamando a papá. Creo que esta sería la última vez que intentaba llamarlo al móvil porque mañana en la mañana estoy tomando el primer vuelo que salga para Nueva York. Necesito verlo cuanto antes y saber que todo está bien con él, de lo contrario no voy a poder estar aquí tranquila en ningún momento mientras permanezco aquí.En una de las ocasiones que dejé mi teléfono sobre la mesa para poder calmarme, siento como este comienza a sonar y de inmediato corro hacia él para ver si se trata de papá. Sin embargo, para mi sorpresa quien me está llamando es Paloma y me preguntó qué habrá sucedido o qué querrá a esta hora.– Hola, Paloma ¿Qué necesitas? – pregunto mientras miro por la ventana como ya poco a poco ha caído la noche.– Natalia necesito tu ayuda, es urgente. Nicolás se ha peleado con Elías a los golpes y para colmo después se ha encerrado en
Capítulo 40Natalia Sin duda estaba perdiendo la cabeza y todo se debía gracias al hombre que estaba justo delante de mí, besando y acariciándome como si no hubiese un mañana. Era obvio que yo quería estar en este momento entre sus brazos, pero había algo que definitivamente no me dejaba entregarme por completo. Tal vez sea el hecho de que mi mente no está totalmente en este lugar y en este momento, por lo que hago uso de mi autocontrol para poder hablar Nicolás. – Espera, espera, debemos esperar en este mismo momento – digo tomando algo de aire y este me mira directamente a los ojos sin despegar su mano de mi cuello.– ¿Por qué quieres parar? Es obvio que tú quieres esto tanto como yo y por eso te pido que te dejes llevar – contesta él volviendo a besar mi cuello y haciendo que toda mi piel se estremezca.– Ya sé que quiero esto tanto como tú, pero mi mente no está completamente aquí como para dejarme llevar sin ninguna preocupación entre tus brazos. Es por eso que te pido que pare
Capítulo 41 Nicolás Nunca me había sentido tan feliz en mi vida, bueno, sí me había sentido feliz antes por muchas cosas que me han pasado, pero creo que esta felicidad que estoy sintiendo en el pecho es algo totalmente diferente a esas ocasiones. Esto es algo que me hace vibrar y me hace sentir que todo estará bien. No entiendo cómo Natalia despierta este sentimiento en mí, pero quiero aprovecharlo al máximo descubriendo que es el amor en realidad.Después de que Natalia me contara con exactitud las estupideces que había estado haciendo mi hermano para ponerme celoso, me recriminé mentalmente por no haberme dado cuenta antes. Es que solamente a un tarado como Elías se le ocurre hacerme esto sabiendo que al final iba a terminar explotando y agarrándola en su contra. Sin embargo, hasta que no se me pase el coraje y no hable directamente con él, no voy a estar del todo quitado de pena.Hace unos cuarenta minutos Natalia volvió a su rancho mientras yo esperaba en la oficina la llegada
Capítulo 42 Nicolás Camino en silencio junto a mi tío viendo con cautela cada una de sus expresiones y ya no me quedan dudas de que algo sucedió cuando este vio la foto del padre de Natalia. Su actitud cambió por completo y se notaba preocupado además de tenso por lo que obviamente me negué a quedarme con estas dudas, así que decidí preguntarle directamente. No creo que algo que lo puso de esa manera sea algo bueno y menos si se trata de la mujer a la que quiero.– Muy bien, basta de estar callado. Quiero saber en este instante qué es lo que sucede que estás de esa manera – dije seriamente y este ni siquiera volteó a verme.– No sé de qué estás hablando Nicolás ¿Por qué crees debería de pasar algo? – dijo demasiado cortante. – No soy estúpido tío. Me di cuenta perfectamente de como tu actitud cambió por completo después de ver la foto del padre de Natalia y necesito saber si algo malo está sucediendo. Tú no eres un hombre de dar cambios de actitud tan drásticos de no ser necesario.
Capítulo 43 Natalia Estiro mi cuerpo sobre la cama, sintiendo una agradable sensación de alivio. Creo que hace mucho tiempo no me levantaba de tan buen humor como esta mañana y debido a eso no puedo evitar llevar mis manos hacia mi rostro. Estas de inmediato perciben la gran sonrisa que hay en mi cara y este sentimiento que me inunda todo el cuerpo me hace recordar a la chica que alguna vez fui. Lo que obviamente también me pone muy nerviosa porque no puedo creer que con tan solo una noche yo haya comenzado a comportarme de esta manera y todo se debe a Nicolás¿Quién lo diría? El hombre con el que llevo peleando desde que llegué a este lugar se ha convertido en algo importante para mí y ni en mis sueños más locos lo hubiera imaginado.Después de hacer mi rutina en casa me dirijo hacia el comedor, deseando que Sergio haya preparado algo delicioso para desayunar. Desde ayer no pruebo alimentos y eso no es algo bueno para una persona que pasó por trastornos alimenticios como yo. Así qu