Capitulo 8

Una semana después me encuentro en casa.

Ya estamos empezando el fin de semana y eh de decir que lo agradezco, está semana fue horrible. No por los correos y papeles que necesitaba el señor Müller, si no porque, mis benditos nervios salían a flor de piel cada vez que nos encontrábamos solos

Mi estómago se revolvia y mis manos empezaban a temblar, tartamudeaba cada vez que tenía que hablarle y las chicas y chicos del trabajo me miraban confundido. Muchas intentaron sacarme información pero no le dije a ninguno, no podía hablar de eso con ellos, además, no éramos amigos. Solo éramos compañeros de trabajos

Aunque por otro lado...

Leah no me dejó en paz, cada vez que llegaba a la casa bajaba las escaleras corriendo como una desesperada para sentarse frente a mi y hacerme un interrogatorio para saber si ya Dominick me había dicho algo sobre la noche en Hawaii

Cada vez me asustaba más que, ella siempre sacará el tema a conversación, habia veces incluso en la cual hasta me esperaba afuer
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