Capítulo 57.

Elián.

El tiempo en la manada parece haber cambiado desde que la luna de la manada llego, los árboles parecen más verdes, las flores más vivas, el agua está más clara y limpia, el aire más fresco, las personas parecen más felices.

Sin duda que ella haya llegado les ha dado más felicidad a los habitantes.

—Señor, nuestra luna ha salido con los dos vampiros a dar un recorrido por el arroyo al sur de la manada—. Su segundo al mando entra a al despacho sin avisar, y es que he dado estricta orden de que no importa lo que haga o esté haciendo, cuando se trata de ella todo queda en segundo plano.

—Mantenla vigilada y que no se acerque mucho al bosque—. Le ordeno sin dejar de ver al bosque frente al ventanal que está en mi despacho.

—¿Crees que puede pasar lo que paso hace una semana? —.me pregunta sabiendo que a pesar de que ya haya pasado una semana, el suceso de aquella vez no sale de mi mente.

Y me preocupa que mi luna se vaya como el viento.

—Algo no está bien, lo siento, mi