Cuando llegué al Hotel California esa tarde, tenía un chofer privado. Aunque Chain quería que yo tuviera licencia de conducir, estaba muy ocupada con temas de documentación universitaria, además de un portafolio que tenía que presentar antes de empezar, que según ellos me llevaría al profesor más adecuado, que seguiría mi desarrollo. y ayuda con el a lo largo del curso. Necesitaba hacer una creación libre, pero con todo el paso a paso, escrito y dibujado.

Por supuesto, fui con mis nuevas botas de color rosa brillante que Chain me había regalado en nuestra luna de miel.

Cuando vi a mi abuela, mi corazón casi se detuvo. Me preguntaba cómo me las arreglaba para pasar tantos días lejos de ella. Sentir tu aroma, tu piel, tus húmedos besos en mi mejilla y ser recibido con esa maravillosa sonrisa llena de amor no tenía precio.

Inmediatamente recordé a mamá. El anhelo empezaba a ser insoportable.

Nos sentamos en el restaurante, que era prácticamente la sala de estar de los que vivían en el Ho