Capítulo 5

Steven estaba sorprendido al ver el dragón tan de cerca, pero antes que pudiera expresar algo, Robinson le tapó la boca y le dijo al oído.

—Ni se te ocurra decir algo, ese dragón tiene un gran oído, debemos de quedarnos quietos hasta que se vaya.

Los tres se quedaron quietos, lograron sentarse sin hacer tanto ruido, el dragón parece que no se iría tan rápido, pero la espera valió la pena ya que el dragón se fue sin percatarse de su presencia.

—Eso estuvo cerca, por poco se da cuenta que estábamos aquí — dijo Robinson.

— ¿Es que acaso quieres morir? Porque de ser así yo te mató aquí mismo — dijo Daysi luego de sacar su daga.

—Tranquila Daysi, por favor guarda tu daga — dijo Robinson.

Steven estaba nervioso, no se atrevía a decir nada.

—Es que si no le t***s la boca a tiempo, en estos momentos estuviéramos corriendo por nuestras vidas.

—Si, es cierto, pero por eso estoy aquí para entrenarlos a ambos, no creas que tú no cometerás errores.

—Pero no semejante error.

—Yo les quiero preguntar algo, si tienen oportunidad de atacar a un Dragón ¿Porque no lo atacan? — pregunta Steven.

—Por la simple razón que nuestras armas no son adecuadas para matar Dragones, muchos cazadores trataron de atacar a los dragones como tú dices, pero solamente les llevo a la muerte, la dura piel del dragón no puede ser perforada por cualquier cosa, además si logras herirlo, ellos llamarán a otros Dragones, de esa manera terminarás atrapado — explicó Robinson.

—Entonces ¿el único arma que tienen para matar a un dragón es la espada del último cazador? — pregunta Steven.

—Eres lento para pensar o que, claro que es la única arma que puede matar a un dragón, pero al momento nadie ha sido digna de levantarla y es por eso que estamos a punto de la extinción — dijo Daysi.

—Bueno, ya olvidemos este tema y sigamos a lo que venimos.

Los tres caminaron con cuidado, Robinson mostraba bastante habilidad en seguir las huellas de los animales, hasta que por fin encontraron algo.

—Hemos encontrado un oso, la carne no es de la más rica, pero la piel sirve para hacer más ropa — dijo Robinson.

— ¿Que sigue ahora? — pregunta Steven.

—Queda matarlo sin que haga ruido, para eso hay que ser preciso en el ataque, si le lanzas la lanza, no lo matarás y más bien lo espantas, lo mejor es atacar directamente a su cuello, en todo caso la cabeza se queda en dónde matas a tu presa, se considera algo sagrado.

—Entiendo.

En eso Robinson se subió a un árbol, estaba justamente en la parte de arriba del oso y sin pensarlo tanto se tiró sobre el oso, este trato de quitarse a Robinson de encima, cuando él se encontraba en el piso, ensartó su daga en el cuello del oso, a pesar que este quería gritar, pero no podía hacerlo, minutos después cayó al piso sin vida.

—Vengan rápido, ayúdenme.

—Daysi y yo nos acercamos.

—Miren, tenemos que cortar la cabeza, los brazos y las patas, como les dije la cabeza se queda, las patas y los brazos sirven como botas y guantes, esto se lavan primero antes de llevarlo adentro, luego el oso se parte por el pecho y se saca todo su interior, ya de esta manera sera más fácil moverlo, pero siempre es importante lavar a su presa, así evitarán dejar una huella de sangre y los dragones no nos persiguen.

Hicimos tal como dijo Robinson, cuando ya teníamos todo separado, lavamos bien y lo todo esto se depósito en una bolsa que andaba.

—Regresemos pronto, puede andar otro oso por ahí y eso sí sería un problema.

Los tres regresaron al agujero.

—Daysi, ahorita tu serás primera, pero irás jalando el sacó, así evitarán miradas indebidas, Steven entrarás después e irás jalando las extremidades del oso, luego yo iré empujando la piel, cuando llegues al otro lado me ayudas, esto no es fácil.

Al terminar su misión se quedaron sorprendidos.

—Han atrapado a un oso, cada vez mejoras en tu técnica Robinson — dijo uno de los líderes

—Es la práctica, además les estaba enseñando a ellos dos como se debe de matar correctamente al oso, luego les enseñé a separar las partes útiles y sacar el interior.

—Alardeas mucho, todo eso yo te lo he enseñado, pero no he tenido la suerte de tomarme con un oso para demostrar mis habilidades — dijo Matthew.

— ¿Tu que has cazado? — pregunta Steven.

—Yo he cazado bestias pequeñas, pero siempre he comida, al menos he matado algo, no como tú qué imagino solo quedaste viendo cuando Robinson mataba la Oso.

—Hijo ¿Por qué todo lo tienes que hacer con rivalidad? En todo caso el que les ha enseñado a ustedes dos he Sido yo y no ando por ahí presumiendo.

—Pero padre, me molesta que él haga preguntas tontas.

—No hay pregunta tonta, solo los tontos que no preguntan, además se supone que hoy ustedes eran maestros para las personas que se les asignó, así que que esto muera aquí.

Después de llevar el cuerpo del oso a preparación, Steven vio como separaban la piel del oso del resto de la carné.

—La piel del oso es muy buena para el frío y su carne tiene muchas proteínas, luego sus patas son ocupadas como botas, esas se tiene que trabajar bien, tienes que separar suavemente sino dañarás todo el trabajo — le explicó una de la mujeres mayores a Steven.

Cuando ya separaron todo, la piel fue lavada muy bien y se le entrego al Sr. Roberts, el era quien administraba las vestimenta.

—Steven, mañana irás conmigo a cazar y no volveremos hasta que tú logres cazar algo, no importa el tamaño, pero lo importante es tener el instinto.

—De acuerdo señor

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