No lo podía cree, Jasper se había mudado con Meredith. Mi corazón se rompió en dos al escuchar a Meredith, apropiarse del hombre que yo amaba. Así que no dude en salir del lugar, para poder tomar algo de aire.

Al salir del hospital, me encuentro yo sola en medio del estacionamiento de noche, mientras me recargo sobre mis rodillas, tratando de recobrar el aliento. Y sin pensarlo, mis ojos de inmediato empezaron a lagrimear. No podía entender como Jasper me había olvidado tan rápido, pero sus brazos que me tomaron por detrás, me hicieron volver a pensar lo molesta que estaba.

–¡Soy una idiota!–Empecé a golpear su pecho con desdicha, mientras las lágrimas siguen saliendo de mis ojos.

–Lea, debes tranquilizarte.–Me pide mientras me tiene mucha paciencia, a pesar de que estoy siendo realmente molesta.

–No puedo creer que te vayas con ella.–Le reclame deteniendo mis golpes.–¿Volviste con ella? ¿Tan rápido te olvidaste de mí? –Pregunté con miedo de que dijera que esa era la razón por la que