La lluvia no cesó aun cuando el intenso frío dibujaba su aliento y sus pulmones se comprimieron por la presión.—¡Es su culpa, majestad! —agitada, comunico. —Siempre sale de la nada.Cuál de los dos estaba peor, la intensa lluvia le nublo la visión, pero sintió arder su pecho con solo verlo. «Perfecto» ese hombre era hermoso.—¡Culpas al herido, mala costumbre, señorita! —se burla incorporándose.La vista al cielo y la tierra, que parecía temblar con su presencia y el ápice de arrepentimiento, la alcanzó.—Me alcanzaste.—Sí. Lo hice.El único sonido era el impacto de las gotas y aun con todo podía sentir sus pulsaciones, hacer ruido en sus oídos.—¿Por qué venías de regreso?La pregunta terminó por congelarla.—Yo… Quería hablar con usted.—No creo que sus intenciones fueran hablar bajo la lluvia ¿O, sí? —se burla él.Sonríe demostrando esa sonrisa cálida que solo él ha podido dar a relucir en ella.—No, pero he de admitir lo agradable de verlo aquí.Esta vez es él quien sonríe dando
Los diferentes escenarios cambian a cada paso que se da, los bosques de vengermen son cambiados por lass gélidos montañas pintadas de blanco.—Estamos cerca. —habla Cafmen.Aquí no se reserva prioridad para nadie, seas mujer, niño o incluso el mismo discípulo del general a cargo. Arman las tiendas y en lo inhóspito del pareja se pueden escuchar los lobos aullar.—Moriremos antes de llegar al norte. —dicta un recluta. —Guerras estás muerto cuando llegues al norte. —bufonea otro.Valían tomo a la pequeña niña y la lleva con ella adentro de las toldas. Cafmen está dentro y el extenso mapa del norte está disperso por la enorme mesa rectangular. Valían sea asea junto a la niña y sale dispuesta aportar su intelecto.—¿Que crees de esto? —habla Cafmen demostrando los puestos de defensa y evacuación.—Que nos esperan años difíciles.Valían determina todo, el mapa está dividido en dos secciones, las trincheras y las fronteras.
Era una noche tormentosa y lluviosa. El grito de una niña se oyó desde el cuarto de una casa a las afueras de un pequeño pueblo llamado, keibech. Una señora, ya de mediana edad, entro desesperadamente al cuarto de la pequeña niña que yacía envuelta entre las sábanas de su cama. —¡Valían!, ¿te encuentras bien?—Grito mientras entro apresuradamente en la habitación. La pequeña niña sollozaba debajo de las sábanas. «Tía astelle, tengo miedo», proclamo la pequeña lanzándose a los brazos de su tía. Astelle era una mujer de cuarenta años, con cabello oscuro y ojos verdes. Antes de adoptar a valían, ella pertenecía al ejército del imperio athes.—¡Pareces un hámster que se esconde del gato!—Exclamó con una sonrisa burlona. Justo en ese momento, un grupo de personas entraron preocupadas por los gritos de la niña. —¿Qué está pasando?—Preguntaron entrando apresuradamente a la habitación de la pequeña.—¿Están bien? Nos asustamos mucho al escuchar los gritos.—indagó chrisma. La tierna voz de u
La vista desde su ventana era amplia, pensamientos indeseados alcanzaron su mente uno tras otro. Trato de deshacerse de los recuerdos sin éxito. Alzó los ojos contemplando el inmenso paisaje de verdes colinas dignas de la tierra dedicada a la agricultura. El viento era cálido y el sol que lastimaba sus cansados ojos terminó escondiéndose detrás de las montañas. Una chica delgada entró en su habitación. Dijo su nombre, con voz frágil. Sus ojos claramente sintieron pena de haberla visto en tales condiciones.—¡Iremos al festival otoñal! ¿Vienes con nosotros? - Pregunto tratando de levantarle el ánimo.Trato de responder a la proposición con una sonrisa, pero fue imposible. Un nudo en la garganta le impidió responder según quería. No sabía como hacer de cuenta que estaba bien. Pero al menos lo intentó. ¡Vayan ustedes!Su triste y melancólico rostro causo un dolor en el corazón de camill. Salió de la habitación siendo esperada por su madre, quien pregunto por la condición de valían.Duran
Karyun, tomó a su hijo en brazos, el pequeño príncipe parecía aburrido de escuchar los diferentes temas de estado.Para todo el imperio, Miles era un digno hijo de su padre, al igual que karyun, Miles, demostró ser una persona muy talentosa y confiable. Dio un gran bostezo sorprendiendo a todos. —¿Debes tener sueño? Será mejor que vayas a tu habitación.—Dándole un beso en la mejilla, lo entrego a la Nana para qué lo lleve a descansar.—Mañana temprano saldré rumbo a roshwer, estaré fuera unos días, cuida bien de Miles.—Informo a adelay. … … … Bajada la noche, valían Bajo a cenar junto a chrisma y sus hijos. Normalmente, suele comer sola en su habitación, sin embargo, esta vez decidió bajar a cenar junto a los demás.—He estado pensando en participar en la peregrinación.—Dijo mientras todos comían en silencio.La peregrinación se realiza cada diez años, mientras que la selección de caballeros es realizada para celebrar el inicio de cada década.Los participantes tienen dos semanas pa
Recordar todos los problemas causados por una mala decisión. Incluso el recuerdo de la persona que causa un hueco casi infinito en ella.Tres años antes … El plan consentía en robar la piedra elemental del clan discuid. Mientras rion y Kyo se encargaban de robarla, ella se encargaría de recibir la piedra. Según el informe presentado por rion. Kyo había tomado otra ruta por un intento de desviar a los soldados. Mientras que él se encargaría de llevar la piedra hasta la frontera donde valían, debía esperar para recibirla. Antes de partir, pulió su arco y sus flechas, preparándose para cualquier inconveniente en el camino. La mano de sulmer rozo su flequillo acomodándolo detrás de sus orejas. En ese entonces solo era una joven de diecisiete años. Mientras sulmer poseía los veinte años. —¡Debería darte vergüenza tocar a una menor!.—Expreso con sarcasmo. A pesar de su edad, ella reflejaba un rostro frío y sin expresión, dando a relucir una mujer madura. Sonrió ante su argumento. Viendo
Valían, voltio a ver el rostro confundido de rion. Rápidamente, sin querer tocar el tema, cambio el rumbo de la conversación.—¡Guardaré tu secreto, pero a cambio me dejarás ayudarte! Conociendo a su amiga era imposible hacerla cambiar de opinión. En el peor de los casos terminaría hablando con sulmer. Entre disgusto no tuvo más que aceptar su ayuda. —¡Qué caso tiene discutir contigo! Siempre haces lo que quieres.—Expreso con un rostro opaco. A pesar de los inconvenientes, se alegró profundamente de verla más animada. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que la vio sonreír? … … …—¡Su majestad! Los preparativos para partir ya están casi listos.—Anuncio un sirviente. —¡Muy bien!—Confirmo. —¿Qué le pasa al tío markus?— Pregunto Miles, viendo el estado de descomposición en el que se encontraba.Viéndolo mejor, se burló de él en todo su esplendor. Su rostro estaba lleno de ojeras, parecía un cuerpo sin vida. —¿Te encuentras bien? Te pedí que descansarás antes del viaje. Q
Al llegar al templo, caminaron hacia un grupo de personas reunidas alrededor de al menos unos sesenta carruajes. En cada uno de los carruajes había por lo menos cinco personas pertenecientes al templo.Más adelante del camino había un carruaje diferente, parecía incluso más lujoso que los demás. ¡Es la caravana del emperador! Confirmo Rion. Alrededor del carruaje había un grupo de guardias y por delante había un hombre montado a caballo sosteniendo la bandera del imperio athes.Miro fijamente el orden de cada persona, viendo la caravana del emperador tan distante de ella, pensó frenéticamente que todo saldría bien, repitió una y otra vez las siguientes palabras.Después de dos días de arduo esfuerzo, llegaron a ameli sin problema alguno, ambos estaban exhaustos de caminar todo el transcurso desde la capital hasta las tierras de ameli, durante el viaje no pudieron consumir alimentos debido al exceso de personas. Pudiendo solo saciar su sed. Rion, salió al pueblo a comprar comida para a