—Ya tenemos todas las decoraciones preparadas para la boda.— Dijo Erika Hall de manera sonriente, observando toda el área.

—Tienes toda la razón.— Coincidió Ángela que estaba parada a su lado.

Ambas estaban en el punto exacto en el que dentro de pocos minutos se celebraría el doble matrimonio. Era un área similar a un parque público que tenía el césped natural y con un tono brillante producto de la iluminación de unas farolas públicas. Además estaba rodeado de cercas de metal con un color morado y se habían encargado de colocar lazos y globos en el área.

—Tengo que reconocer que eres la mejor cocinera de la ciudad de Niza.— Gaspar venía platicando con Candy. Ella venía sonriente.

—Gaspar, por lo visto te ves mucho más emocionado que nunca.— Dijo Erika con una sonrisa.

—¡Es que tenemos doble boda! ¡Mi sobrino y mi hijo se casan está noche!— Exclamó él.

—La decoración, las mesas con la comida y el pastel están hermosos y ni hablar de las vestimentas de cada uno de los invitados.— Dijo Á