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CAPITULO 7 UN BESO DIFERENTE

Hana llego a su apartamento a las 8:00 pm y un mensaje llego justo cuando entro.

- Nos vemos mañana hermosa, cuento las horas para volverte a ver.

Su corazón dio un vuelco de susto, era Ashraf Rahamm que la había encontrado.

- Cálmate.- se dijo dejando que las emociones se equilibren

Ashraf Rahamm no podía ser, además mañana empezaba su primer día de trabajo así que no podía ser otro que Vincent Macallister, pero ¿cómo obtuvo su celular?, claro de su currículo, dedujo y por lo menos su nerviosismo se minimizo.

Decidió no responderle y mañana cara a cara le diría que bajo ningún concepto tendría algún tipo de relación con él, cosa que parecía no haber entendido.

Al día siguiente a las 7:30 ya estaba bañada, perfumada, con su traje formal puesto y se recogió el cabello, se puso su hiyad y se fue a Macallister c.a.

Se metió en el ascensor e iba a marcar el piso 8 cuando alguien entro intempestivamente

Era Vincent que le ofreció una sonrisa irresistible.

Estos encuentros se estaban volviendo muy recurrentes-razono mortificada.

- Buenos días, vamos al mismo piso creo-apunto el con una sonrisa fácil que le llegó al corazón.

- Buenos días Señor-respondió con sequedad mirando al frente y contando los segundos para escapar de su lado en ese espacio reducido que temía se pudieran escuchar los latidos fuertes de su corazón.

- Deja el formalismo Hana, recuerda que somos compañeros de trabajo.

- Usted es el vicepresidente y yo su empleada- puntualizo seria

- Jefe de finanzas, tienes un puesto de importancia- acoto el

- Aun así Ud. Sigue siendo el dueño

- Mi madre lo es, pero dime Hana que edad tienes que hablas con tanta formalidad, y por Dios no me llames señor que me haces sentir que tuviera 80 años, y solo tengo 26

- Y cómo debo llamarlo,-cuestiono mostrándose molesta pero lo cierto es que él la ponía muy nerviosa.

- Qué te parece Vincent como en la cafetería-sugirió-

El ascensor llego al piso 8 y ella indico aliviada

- Llegamos

- Vamos que te muestro tu oficina-sugirió él y ella no tuvo excusa para negarse.

Hana lo siguió a una oficina muy hermosa con vista a los rascacielos, pintada de color crema y decorada con cuadros costosos y un escritorio de madera pulida en todo el centro.

- Qué te parece?- pregunto cruzando sus brazos expectante por oír su opinión

- Hermosa- acepto pero concentrada en el arreglo de rosas rojas sobre el escritorio y pregunto

- ¿Y este ramo de rosas?

- Para darte la bienvenida, lee la nota-le pide sin perder su hermosa sonrisa fácil.

- Bienvenida a Macallister c.a., Vincent –Lee en su mente.

Hana suspira profundo tratando de calmarse.

- Gracias por todo, por mostrarme la oficina, por ayudarme a obtener este empleo, por las rosas, pero quiero que tengas algo en claro, el único tipo de relación que vamos a tener es de trabajo.- aclaro cortante

- Siempre eres tan directa – apunto el frunciendo el señor.

- No quiero que hayan malos entendidos- explico

- Entiendo, tienes novio y....

- No, no tengo novio

Al escuchar esto Vincent no oculto la alegría que esa información le había producido, sin embargo le molesto la actitud fría y cortante de Hana. A el ninguna mujer hasta ahora lo había rechazado y no es que eso afectara su ego, es simplemente que esta mujer le interesaba más que ninguna otra.

- Esta bien será como tú quieras- acordó muy serio para luego salir de la oficina dejándola aún más sorprendida.

Las semanas transcurrieron y ella se adaptó muy bien a su trabajo, por otro lado Vincent no trato de insinuarle nada, su relación se volvió estrictamente laboral y sin saber porque, eso la deprimió.

Finalmente llego el sábado y Zully la invito a una discoteca con su novio y ella se rehusó pero tuvo que acceder ante la insistencia de su amiga

A las ocho Zully y Héctor pasaron por ella y en 15 minutos estuvieron en Vértigo una de las discotecas que estaba de moda,

Al entrar allí una sensación extraña se apodero de ella, sentía como si era observada, era tan vivida aquella sensación que le empezó a faltar el aire al pensar que el pudiera estar allí y de inmediato quiso irse.

Su amiga que se había quedado con ella mientras Héctor iba a la barra por unas bebidas noto su contrariedad

- Amiga estas pálida, que pasa ¿te sientes mal?

- Sí, creo que es mejor que me vaya-le dijo mirando aprensivamente te todo el lugar.

Muchos rostros que no se les hicieron conocidos pero esa sensación que le cortaba el aire permanecía afectándola.

- Acabamos de llegar- protesto.

- Lo sé pero...está bien me quedare-termino cediendo.

Llego Héctor con las bebidas y aunque ella no tomaba licor acepto la copa que Zully le ofreció diciéndole

- Para que te relajes un poquito.

Al cabo de un rato pudo relajarse, no sabía si era efecto del licor o de la amena conversación.

Pero al ver que Zully y Héctor se iban a la pista el temor la invadió de nuevo

Ojos azules que la miraban

Aquella frase "Te encontrare" taladró su mente

Observo aprensiva a todos lados buscando aquellos ojos azules y entonces lo vio, parado en la barra estaba el dueño de aquellos ojos azules que no dejaban de mirarla

Era Vincent Macallister, que al verse descubierto camino hasta ella

- Créeme que ha sido una casualidad encontrarte aquí- dijo él.

Hana que en cierta manera se sentía aliviada porque en su interior llego a  temer que fuese Ashraf Rahamm y también sintiéndose mal por haber sido tan fría con él, bajo la guardia

- Disculpa si te he parecido grosera con mi actitud

Él le ofrece la mano y le pide:

Qué tal si empezamos de nuevo, hola soy Vincent y tú?

Hana-responde con una sonrisa.

Sus manos se estrechan y el solo roce de su piel hace que sienta mariposas en su estómago.

Esto es la atracción entre un hombre y una mujer.

Nunca antes la experimento, aunque salió con hombre, no pasaba de la segunda cita donde ella se inventaba cualquier excusa porque recordaba a todo momento que era una mujer casada, aunque fue un matrimonio obligado, eso no eximia que en su relación el siquiera mirar a otro hombre era considerado adulterio, un pesado imperdonable.

Por tal motivo también debía ponerle un alto a estos sentimientos que estaba experimentando.

- Debo irme- informo entonces poniéndose de pie.

Experimento un ligero mareo y Vincent que se dio cuenta  la sostuvo con gentileza y preocupación.

- No te sientes bien, quizás es que no estas acostumbrada a tomar, como sea voy a llevarte a tu casa

- No, no es necesario-negó de inmediato aunque realmente no se sentía para nada bien.

- Te dije que te llevaría y eso hare- decidió el sin derecho a replicas.

Salieron juntos del edificio y ya en el auto de Vincent Macallister le escribió a Zully para que se quedara tranquila y siguiera disfrutando la noche con su novio.

Llegaron al edificio donde vivía ella, y Vincent  insistió en acompañarla hasta la puerta de su apartamento y ella accedió

- Bien sana y salva- inquirió el en tono de broma-mientras ella metía la llave en el cerrojo.

Hana se volvió a él y su sonrisa una vez acabo con todas sus defensas y se vio correspondiendo a su sonrisa fácil y bromear apuntando:

- Gracias, has sido un gentil caballero

- En ese caso tú eres una hermosa dama que me tiene loco

Y antes que pudiera decir o reaccionar el acerco su rostro al de ella y le dio un beso que la subyugo por completo.

Solo la habían besado una vez y fue aquel beso dominante e invasivo de Ashraf Rahamm, tan diferente a la suavidad, dulzura de este beso, que calentó su alma de una manera especial.

Tenía tanto tiempo negándose al amor, y para esto había huido para ser libre supuestamente, pero no era más que un ave en una jaula que temía desplegar sus alas y volar a su plenitud como mujer.

Se dejó llevar por estos sentimientos nuevos, acallando por unos segundos la voz de su conciencia y dejando que su corazón hablara y correspondió a ese beso, su primer beso de amor.

El beso concluyo por falta de aire y el con su frente recostada sobre la de ella sin dejar de profundizar en sus ojos le dijo:

- No te niegues a la posibilidad de ser feliz, me gustas Hana y sé que yo también te gusto.

- Una cosa es que me gustes otra que pueda ser posible, - puntualizo volviendo a su realidad

Huyendo como seria siempre su destino se apresuró a abrir y entrar al apartamento dejando a Vincent de manera descortés fuera del apartamento y tras pasarle pasador a la puerta se llevó las manos a su pecho el cual latía apresuradamente sin poder ella calmarlo.

Aunque su beso se sintió bien sabía que eso no estaba bien, para bien o para mal ella era una mujer casada y eso era razón más que suficiente para mantener su posición de no enamorarse.

Esa noche otra pesadilla vino a inquietarla.

Ashraf Rahamm estaba sobre ella, y la besaba furtivamente, sin contemplación, no pedía permiso tomaba lo que él decía le pertenecía por derecho.

Ella jamás sintió tanto temor, tanto asco, tanta humillación y repudio

Los besos de él la hicieron sentir vulnerable, expuesta y un objeto que se tomaba sin pedir permiso.

Entonces ella le grito aquellas palabras sobre que sería una violación y lo vio palidecer, y salir de su habitación como si fuese un animal que había sido profundamente herido

Despertó sofocada, con el corazón latiéndole a mil por hora y entonces llevo sus dedos a sus labios y rememoro el beso que Vincent le diera, y su corazón se conforto, y se llenó de calidez.

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