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HEIRS OF THE RISING KINGDOM
HEIRS OF THE RISING KINGDOM
Por: angiel_95
HEIRS OF THE RISING KINGDOM

Este libro es la cuarta parte de Alfa King, estara narrado por la segunda generacion, principalmente por Liam, Bael, Gabriela y todos los hijos del escuadron real.

Este libro esta en proceso y se actualizara un capitulo todos los viernes.

Muchas gracias por llegar aqui, espero que disfrutes leyendo.

***

Jose caminaba de regreso al palacio desde la casa de Jeremy, aún estaba preocupado por el hijo de Alex, pero Oliver había llamado a decir que ya estaba todo controlado, aunque Alex había mandado varios guardias afuera de la casa de Jeremy para proteger a su familia.

Él quería estar en el palacio por si lo necesitaban y principalmente para saber cómo estaba su mate. Pero al verla correr hacia él, solo voto aire pesadamente.

—¿Qué haces aquí? —gruño Jose abriendo los brazos para recibirla.

—Lo convencí —Gabriela se lanzó a los brazos de Jose mirándolo con alegría.

—¿De qué hablas?

—Mi hermano —Gabriela beso fugazmente a Jose—. Nos dio permiso nuevamente para estar juntos, aunque voy a tener que informarle cada vez que esté contigo.

—Pero le prometí a Oliver no estar cerca tuyo hasta que tengas 18 años —Jose vio como el rostro de Gabriela perdía su alegría—. Amor...

—Hace unas horas me dijiste que querías estar ya conmigo —bufo Gabriela separándose de Jose—. ¿Tan rápido cambias de parecer?

—Lo que digo es que debemos ser más cautos desde ahora —le sonrió Jose intentando calmarla—. Ya no podemos andar por ahí campantes como ahora Gabriela, ¿Como has salido del palacio?

—Les dije que quería ir a cuidar a mi tía Lauren —le respondió mostrándole su sonrisa torcida—. Pero solo quería ir a verte.

Jose se acercó a ella y le acarició el rostro, los dos se quedaron mirándose mutuamente.

—Te amo —susurró Jose.

—Yo más —sonrió Gabriela—. Perdón por ponértela tan difícil.

—Tú no tienes la culpa de nada mi niña hermosa —Jose le beso en el cabello y la rodeo con sus brazos—. Todo esto pasará, sólo tenemos que ser pacientes.

***

—Estás muy silencioso —gruño Alan mirando a Jaime.

—Nunca he sido de los que hablan mucho.

—Si, pero en una ocasión como esta, si no estas reprendiendo a alguien, es que estas planeando o confabulando algo —gruño Alan—. Y eso es peor.

—¿Qué podría estar confabulando podrías decirme? —Jaime mostró un gesto de recelo que apartó de su rostro rápidamente.

—¿Una forma de expulsar a Junior de aquí porque pone a tu familia nuclear en peligro? —replicó Alan a la defensiva—. Solo te advierto que no dejaré que eso pase, yo...

—No tendrías oportunidad si yo lo deseara realmente —Jaime lo miró con indiferencia—. Pero no es algo que yo quiero, tu sobrino es demasiado poderoso como para exiliarlo, podría servirle a Liam con eficacia.

—Sabes que no me gusta que hables como si solo fuéramos armas Jaime —le dijo indignado—. Como si no te importamos nada.

—Me importan y mucho —suspiro Jaime masajeándose las cienes y mostrándose más afable con Alan—. Lo siento, sabes que tengo mucho en la cabeza y a veces ni escucho lo que digo, todos ustedes son mi familia Alan, no dejaría que aparten a ninguno de nuestros hijos de nuestro lado.

Alan se tranquilizó un poco.

—¿Elegiste a Bael cierto?

Jaime asintió con la cabeza.

—No sé si es correcto —habló Alan algo temeroso—. Es valiente, pero no sé si pueda con el trabajo, pensé que elegirías a Gabriela, ella se parece más a mí.

—Bael es más fuerte de lo que crees —argumentó Jaime—. Y tiene el temple y voluntad para hacerlo, Gabriela se parece a ti pero es demasiado desobediente y engreída para hacer el trabajo. Gabriela pone su vida y sus deseos por encima de los demás y eso no es lo que necesito.

—Puede que Angel también pueda.

Jaime le dio una mirada de escepticismo.

—Es un Hoffman y Bael también era blandengue de niño —gruñó nuevamente Alan.

—Será tu hijo, pero sacó el 99% de Moore de su madre —se burló Jaime—. Es puro amor y corazones al igual que Lucy, por más que no lo quieras aceptar.

—Maldita sea —dijo Alan molesto—. No debí ponerle el nombre de mi padre.

***

—Ya se durmió —dijo Catrina mirando a su hijo desde el umbral de la puerta.

—Yo haré guardia mientras duerme, ve a descansar un poco Catrina —dijo Alex acariciando la espalda de su esposa.

—No sé si debería dejarlo...

—Amor, cuidare bien de nuestro hijo.

—Tengo miedo Alex —Catrina abrazo a su esposo—. ¿Qué tal si nunca pueda controlar su sed por sangre humana?

—No seas pesimista, él podrá hacerlo porque estaremos ahí para guiarlo —Alex la abrazó para confortarla—. Somos sus padres y haremos lo necesario para cuidarlo.

Estefan miró a sus padres algo apartado y se alejó algo contrariado. Camino sin dirección alguna por el palacio demasiado metido en sus pensamientos para poder prestarle atención a su alrededor.

—¡Estefan! —Joon lo llamó alcanzándolo—. ¿Por qué me ignoras?

Estefan lo miró imperturbable.

—¿Qué te pasa? —Joon frunció el ceño—. ¿Tu hermano está bien?

—Si lo está —Estefan intento no mirarlo a los ojos—. Ya está dormido.

—¿Tu estas bien?

—¿Eso importa?

—Si importa —Joon le sostiene la mano—. Para mí es lo más importante.

Estefan apartó la mano, pero Joon volvió a tomarla.

—Eres un imbécil insufrible —Joon le apretó la mano—. ¿Ahora porque estas molesto conmigo?, ¿Desde cuándo estás tan cerrado?

Estefan se apartó bruscamente e intentó irse, pero Joon abrió una puerta de una habitación cercana a ellos y lo arrastró tomándolo por sorpresa. Joon se dio cuenta que era esa habitación donde tenían varios instrumentos, había estado un par de veces ahí.

—¿Qué está pasando contigo?

Estefan lo acorraló contra la pared sujetando su cuello con sus dos manos.

—Tu eres lo que me pasa —Estefan apretó un poco más empezando a hacerle daño—. No paro de imaginarte con esos sujetos en mi mente, no lo soporto, intento dormir, pero lo único que aparece en mi mente eres tú y ese imbécil de tu ex felices y... y el tomándote, es el infierno en vida y ahora me doy cuenta que tú no tienes verdaderas intenciones de estar totalmente conmigo, ¿Estás conmigo solo porque te dije eras mi mate cierto?, creo que es mentira eso de que estabas enamorado de mí, es mentira, ¡Mentiroso!

Joon luchaba por respirar, lo golpeaba en las costillas y hasta le lanzaba patadas, pero desde el cumpleaños de Estefan, este parecía no sentir mucho dolor físico, se había vuelto muy fuerte.

Estefan gritó desquiciado y lanzó a Joon al suelo. Este tosió e intentó respirar como pudo. Un guitarra salió volando contra una pared en un desquite de Estefan.

—No mien...miento —hablo Joon intentando recuperarse, pero solo logró sentarse un poco recostado en el suelo—. Estoy enamorado de ti y lo sabes, tú lo sabes muy bien.

—Mentiroso —Estefan negaba sujetando su cabeza y casi susurrando para sí mismo—. Mentiroso.

Joon tragó saliva.

Es su demonio, pensó Joon desesperado, Es su maldito demonio.

—Ninguno pudo hacerme sentir lo que yo siento por ti —dijo Joon algo desesperado—. Me di cuenta que soy gay porque mi corazón se agitaba cuando estabas muy cerca de mí y todo mi cuerpo se estremecía si me tocabas y eso aun es asi, estoy loco por ti Estefan, ¡Estuve con esos chicos porque pensaba que tu nunca serias mi pareja y quería olvidarte estúpido!

Estefan paró de caminar y al fin lo miró, Joon votó el aire que estaba reteniendo al ver que sus ojos no estaban rojos, pero si había una mirada algo desquiciada.

—¿Porque intentabas olvidarme si sabías que tu corazón me pertenece?

Joon se tembló al escuchar su voz tan gruesa y se asustó al ver que Estefan había cambiado tan rápido de parecer loco a parecer un asesino en serie.

—No quería sufrir.

Estefan se acercó sigilosamente, como un depredador a su presa.

—¿Y aun me quieres pesar de que soy malo?

—A veces creo que esa es la razón por la cual me gustas tanto —Joon lo dijo con una seguridad que hasta se sorprendió—. Pero eso también lo sabes muy bien.

—No te dejaré irte jamás —Estefan se arrodillo a su altura y tomó su rostro entre sus manos—. Quiero que sepas que no tienes opción, ahora que cada día el odio empieza a consumirme me doy cuenta que no podría dejarte, aunque me odies porque posiblemente te destruya, no dejaré que nadie ni nada me aparte de mí.

—Estás loco.

Joon lo apartó y se levantó como pudo

—¿Acaso no te escuchas a ti mismo? —Joon negó con la cabeza—. No soy tu juguete.

—No me importa ya nada —Estefan le mostró esa sonrisa torcida que a Joon le gustaba tanto como le daba miedo—. Solo necesito saber si estás dispuesto a todo por mí.

—¿Dispuesto a qué?, ¿De qué estás hablando? —Joon negó con la cabeza—. Ya perdiste la razón, genial, mi mate es un loco.

Estefan volvió a caminar a Joon lentamente, este retrocede y alzó los puños.

—Si te acercas más te voy a golpear —lo amenazó Joon—. No soy tu saco de golpear, casi me matas hace un rato.

Estefan intentó acercarse, pero Joon lo golpeó con todas sus fuerzas en la cara con su puño, desestabilizando a Estefan. Pero el semidemonio volvió a intentar acercarse recibiendo su segundo golpe.

—Ya no es gracioso —Joon se sintió mal cuando vio que le había partido el labio—. Estefan vuelve a ti por favor

Prácticamente se lanzó hacia Joon tomándolo por sorpresa y acorralando nuevamente contra la pared.

—A veces olvido que eres un alfa —Estefan tenía todo su cuerpo apoyado en el cuerpo de Joon y sus ojos se miraban directamente—. Y que te gusta resistirte.

Joon iba a replicar e intentar apartarlo, pero Estefan lo beso con rudeza, haciéndole ahogar un grito. Las manos de Estefan se metieron por debajo de su camisa acariciando su cuerpo. Joon se insultó y se maldijo a sí mismo antes de desistir a sus intentos de alejarse y someterse ante las caricias bruscas de Estefan.

El semidemonio mordió los labios de Joon y lo miró burlesco cuando este empezó a acariciar su espalda. Lo agarró de las piernas y lo cargó, Joon lo miró algo temeroso, pero no tardó en rodear sus piernas alrededor de la cintura de su novio.

—¿Eres tú cierto? —Joon le habla entrecortado jalando a Estefan de los cabellos para que lo mirara a los ojos—. No quiero que me folle tu demonio.

—Soy yo —Estefan lo miraba con deseo—. Siempre soy yo.

Volvieron a fundirse en un beso feroz y precipitado, llevó a Joon cargado hacia el piano que estaba en medio de la sala y lo apoyó en este. Estefan le quitó la camisa de un tirón, rompiendo los botones. El mismo Joon le quitaba los pantalones al semidemonio totalmente excitado y desesperado. Estefan empezó a succionar y lamer toda la piel que podía, quería dejar rastro de que era suyo marcado en su piel.

—Por favor, dime que tienes un condón.

—No, pero no me importa —gruño Estefan con la voz muy ronca.

—¡Bendita sea la diosa Luna! —exclamó Joon carcajeándose y acariciando el miembro viril de Estefan—. No sabes cuantas veces te la he chupado en sueños.

Joon se lanzó al suelo con rapidez, arrodillándose a la altura de la cintura de Estefan. Sujeto con sus dos manos el miembro y empezó a estimularlo, Estefan ladeo la cabeza hacia atrás y sujetó el cabello de Joon con fuerza.

Joon acarició la punta del miembro con su lengua saboreando, quería recordar esto para siempre, pero el gruñido de su novio le indicaba que este no quería esperar mucho. Fue metiendo de a pocos el miembro a su boca, intentó usar toda la saliva que podía para lubricar y a la vez disfrutarlo. Empezó con succiones lentas y pausadas para que Estefan se volviera loco, y así paso, Estefan gruñía pidiendo más, Joon subía y bajaba el ritmo para desquiciarlo. Sin avisar dejó de hacerlo alejándose.

—¿Qué demonios...?

Se quedó callado al ver a Joon totalmente desnudo recostado de espaldas en el piano. Estefan lo sujetó de las caderas con autoridad y con una mano tomó el pecho de Joon para atraerlo más a él. Joon sintió la respiración de Estefan en su nuca y su cuerpo entero se estremeció, su propio miembro estaba erecto y se volvía loco al sentir el miembro de Estefan jugando entre sus glúteos.

—¿Me amas?

Joon soltó una risa nerviosa.

—Imbécil.

Estefan entró en él con dureza y sin avisarle, sacándole el aliento.

—¿Me amas?

Volvió a salir y a entrar en él con una brusquedad que rayaba en la maldad.

—Sigue... —rogó Joon extasiado—. Sigue...

—¿Me amas?

—¡Si te amo maldita sea! —Lloriqueo Joon desesperado—. ¿Me vas a follar o no?

Estefan soltó una carcajada y empezó a embestirlo con firmeza. Joon se tuvo que sujetar de la mano de Estefan y del piano para no salir lanzado hacia adelante, él nunca había gemido verdaderamente con sus anteriores compañeros de cama y había disimulado hacerlo, pero en ese momento Estefan le estaba haciendo soltar sonidos que no sabía que podía hacer.

Estefan subía y baja la velocidad de sus estocadas para devolverle la moneda a Joon, este lloriqueaba pidiendo más, rogándole para que siguiera. Salió de este y de un solo movimiento lo volteo para que quedaran cara a cara. Joon sujeto sus hombros y rodeo con sus piernas la cintura de Estefan, este volvió a besarlo, pero con más suavidad esta vez, entró en Joon otra vez y también unió sus frentes.

—Yo también te amo —Estefan acarició su nariz con la de Joon como solía hacerlo—. Te amo mucho, tanto que tengo miedo de perderte.

—No lo harás —Joon sintió su corazón hundirse cuando escuchó la voz rota de Estefan—. Nunca te dejare Estefan, aunque a veces te comportes como un verdadero idiota.

Estefan volvió a penetrarlo sin dejar besar a Joon, este también se movía sosteniéndose de los hombros de Estefan. Empezaron a elevarse, Joon se asustó un poco cuando noto que estaban en el aire y que Estefan estaba usando sus poderes para que levitaran, pero el temor se le fue cuando Estefan empezó a lamer su oreja y empezar a masturbarlo con delicadeza.

—No tengas miedo —gimió Joon al notar que Estefan tocaba su miembro temeroso—. Imagina que es el tuyo, al mismo ritmo que tú.

El semidemonio siguió su consejo y empezó a masturbarlo al mismo ritmo que lo penetraba.

Joon estaba en la punta de la cúspide, pensó que el dolor de la caída valía la pena, ser follado en el aire era mágico.

Araño la espalda con una mano y le arrancó cabello con la otra, cuando llegó a su punto máximo, derramando su semilla en la mano de Estefan. Este lo penetró con más fuerza y rapidez, llegando con un gruñido también él al final de su acto, vertiéndose dentro de Joon.

Lentamente descendieron al suelo y Estefan se recostó en el suelo con Joon encima.

***

—¡¿Por qué no me contestas?!

—Estaba en el palacio y recién llegué a mi casa —susurro Jessy—. No debería hablar contigo aquí.

—¿Pasaste navidad con ellos? —dijo su madre algo más serena—. Eso es bueno, ¿Alguien te reconoció?

—La princesa Lucy parecía notar las similitudes, pero los miembros del escuadrón no lo hicieron —informó Jessy.

—¿Estás avanzando con el estúpido príncipe?

—Algo así —dijo Jessy lanzándose a su cama—. Somos amigos.

—Seguramente debe ser igual de confiado que su padre —dijo maliciosamente—. Tienes que aprovecharse de eso y hacer que se enamore de ti.

Jessy no le dijo que el príncipe ya estaba enamorado de otra y que se fije en ella era casi imposible.

—¿Algo que reportarme?

—El hijo de la vampiresa y el señor Alex ya despertó a su vampiro o algo asi entendí, fue todo un caos, quiso atacar a la esposa del señor Jaime.

—Te diriges a ellos con mucho respeto.

—¿No sería sospechoso si les dijera de otra forma?

—¿Nada más?

—Nada más —dijo Jessy mirando el techo—. ¿Como esta papa?

Su madre colgó sin despedirse y responderle. Ella se puso a meditar por qué no le había dicho que la mate del señor Jaime estaba embarazada y que Odette era un ángel.

***

Bael miro la lápida terminando de recordar todos esos momentos que había vivido junto a quien reposaba en esta.

—Solo me gustaría saber si estas bien —Bael tocó el mármol y retuvo el dolor como pudo—. Estaría más tranquilo al saber que estás bien, supongo que lo estas, espero que tu alma repose en paz.

Miro el lugar y suspiro.

—Volveré —dijo enérgico—. Cuando deje de doler tanto volveré, pero ahora debo dejar de visitarte.

Acomodo las rosas blancas con cuidado.

—Adiós Bonnie.

Bael camino sin mirar atrás. 

***

—No pensé que pesara tanto —hablo Liam poniéndose la corona de su padre.

—Pesa demasiado —le dijo Oliver sonriendo—. Pero a ti te queda muy bien, parece que fue hecha a tu medida.

—¿Qué sentiste cuando te nombraron Rey?

—Incertidumbre —Oliver miro con nostalgia a Liam—. Estoy muy seguro que lo harás mejor que yo.

—¿De verdad lo crees?

—Estoy tan seguro —Oliver le sonrió orgulloso—. Aunque faltan algunos años todavía, creo que serás el mejor Rey que nunca han tenido los hombres lobos, harás mejores cosas que yo. 

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