—¿Pero por qué?Volvió a preguntar Junior mirando a Joon.—Porque los hombres no estamos capacitados físicamente para tener hijos —respondió Joon sonriéndole.Junior, el hermano menor de Estefan, que lo miraba con cara de inocente, le había preguntado cuándo iba a darle un hijo a su hermano, ya que quería un sobrino de quien cuidar. Sus padres les habían dicho que no podían darle un hermano menor y estaba celoso de que Angel tendría un hermano menor muy pronto.—Mi tío Matt y mi tío Dylan son hombres —replicó Junior—, y tienen dos hijos.—Las cosas no funcionan así —le respondió Liana acomodándose los lentes—, Theo es el hijo que mi tío Matt tuvo con otra mujer y Odette es adoptada.—¡Liana! — Lauren la miró azorada—. Esas cosas no se dicen, es de mala educación.Lauren miró avergonzada a Odette y a Theo, que parecían más divertidos por la pequeña niña.—Discúlpate con tus primos —exigió Lauren.—Yo solo le dije la verdad a Junior —Liana miró a su madre sin alterarse—. Mi papá dice qu
Catrina sobrevolaba y esquivaba todo lo que podía mientras que al mismo tiempo lanzaba grandes olas de agua para romper las cúpulas.Había intentado tener control mental con los vampiros como lo logró hace muchos años atrás. Cuando sucedió la última invasión, cuando el vampiro antiguo y loco intentó capturarla y poseerla para tener más poder. Nombrándola la diosa sangre y así unir a todos los vampiros del mundo.Aquella vez también había conocido vampiros metamorfos, monstruos sin voluntad o alma, originados de vampiros normales que solo tenían como fin matar y destruir.Sin embargo, ahora era muy diferente, esta vez podía sentir las almas en los vampiros, pero alguien más los estaba controlando. Era fácil deducir que eran los hechiceros. Estos estaban usando lazos mágicos para controlar a los vampiros y seguramente también sellaron la conexión con Catrina.Lo que a Catrina le sorprendía, era la manera en cómo los estaban usando. No eran un ejército como el que tenía Oliver, eran carn
—Haber si estoy entendiendo —Concetta se estiró cuando Natsuki después de algunas preguntas de más, confirmó que Concetta era quien decía ser—. ¿Has nadado y esperado detrás de una roca hasta que los barcos llegaran?—Llegué a la playa media hora antes de que los barcos llegaran —explicó Natsuki—, me escabullí de Gabriela y los demás, me metí al mar y nadé hasta estar lo suficientemente profundo y donde creí que los barcos estarían. Me he estado sumergiendo y solo saliendo a respirar por breves segundos para que no me detectaran y espere hasta que la batalla comenzara.—¿No piensas desatarme a mí también? —preguntó Leroy.—¿Cómo no sabemos que te cambiaras al otro bando como la primera vez y nos fastidiaras? —pregunto Concetta—. No sé si eres confiable.—Ya te dije que no tiene sentido estar del lado que quiere matar a mi hijo —respondió Leroy—. Yo solo quiero salvarlo, Kerim es por todo lo que hice esto.—¿Kerim? —Natsuki frunció el ceño—. ¿Es usted su padre? ¿El que es el mayor alia
Elizabeth se aferró al jefe de los hechiceros, que los mantenían firmes a pesar de que el maldito barco estaba elevándose.Para su suerte, el movimiento no era lo suficientemente rápido. La vampiresa debía tener dificultades para movilizar tanta cantidad de agua.—¿No pueden bloquear sus poderes? —preguntó Elizabeth a punto del colapso—. Si seguimos elevándonos, la caída será mortal.—Nuestra magia tiene un límite —respondió el hechicero apartándose de ella—, parece que esta guerra está perdida, no tenemos al ángel, necesita al mate de su hija para terminar el hechizo y no creo que sea posible capturarlo sin que los otros semidemonios caigan sobre nosotros.—Aún tenemos el plan de emergencia —bramo Elizabeth—, no podemos perder, ¡no puedo perder!El hechicero frunció el ceño.—Es un sacrificio terrible, demasiado oscuro y de consecuencias terroríficas para usted —espetó el hechicero—, y para su gente, no habrá nada que quede de ellos después de esto.—¡Hágalo! —exclamó Elizabeth—, hag
—¡Esta cosa es indestructible! —Estefan lanzaba todos los rayos eléctricos que podía—. ¡Todo le rebota!—Parece que tiene una especie de cubierta mágica que lo protege —hablo Bael—, mi lanza se detiene un momento antes de chocar con él, no es que no pueda matarlo, es que algo se lo impide.—He decidido que odio la magia —gruño Alan—. ¡Ya estoy harto de todas estas malditas artimañas!—Debe tener un punto débil —habló Dylan que apenas había escapado de un manotazo de aquella criatura que estaba empeñada en matarlos—, nada es infalible, ni siquiera la magia oscura, debe tener un talón de Aquiles.—Oh mierda —Gabriela señaló asustada—. ¡Parece que se quiere mover hacia la playa!—¡Ve a decirle que retrocedan! —Alan ordenó—. ¡Esa cosa come hombres lobo!En ese instante Elizabeth se hundió en la runa que tenía presa a su hija, esta gritaba de dolor mientras esas garras que sobresalían del suelo se hundían en su alma.—¡El momento ha llegado! —Elizabeth se sujetó bien de su bastón para agac
Todo se había vuelto un mar de aullidos, los hombres lobos se empujaban y se felicitaban llenos de júbilo. Casi no habían tenido bajas y los atacantes ni siquiera habían podido traspasar la costa, la ciudad y sus alrededores estaba intacta y su Rey seguía de pie.Oliver estaba inmerso en un abrazo con sus queridos amigos, Matt, Jeremy, Alex y Jose daban vueltas junto a su rey en un abrazo colectivo. En el medio, intentando zafarse de sus amigos, Jaime se quejaba pidiéndoles prudencia, no podían comportarse así enfrente de su ejército.—¡Por amor a la diosa luna! —Jaime perdió la paciencia—. ¡Tengan más dignidad ante los demás!—¡Al fin se acabó! —Alex gritaba—. ¡Al fin se acabó!—¡Mataron a la loca! —exclamó Jeremy apretando más a Jaime solo para fastidiarlo.—¡La vencimos de una vez por todas! —Matt intentaba bailar a patadas—. ¡No más escuchar sobre esa bruja!—¡Estamos vivos! —Jose casi lloraba—. ¡Estamos vivos!—¡Ganamos la guerra! —Oliver sujetó a Jaime con brusquedad y le dio un
Llego corriendo al palacio lleno de felicidad, la batalla había acabado y le informaron que toda su familia estaba ilesa y a salvo.Leia estaba sostenida de su mano intentando mantener su ritmo.—¡Liam sigo teniendo las piernas cortas! —hablo Leia haciéndolo parar—, por el amor de dios Liam, me voy a tropezar.Liam cargo a Leia, esta soltó una risotada. El príncipe se había transformado en su resplandeciente lobo dorado, subió a Leia a su lomo y había corrido como loco hasta el palacio dejando atrás a los demás.Aún estaba muy nervioso por lo de Gabriela y su preocupación aumento cuando despertó y ya no la encontró a su lado.Entro al destrozado despacho de su padre y este fue al primero al que abrazo. Oliver lo apretó contra si con fervor, feliz de ver a su querido hijo después de todo lo acontecido.Después de que se saludaron con mucho cariño, Liam procedió a saludar a los demás miembros del escuadrón que se encontraban ahí, que solo eran su tío Matt, su tío Alex y Jose, además Lia
Aparecieron cayendo estrepitosamente en el suelo, Gunnar la levantó rápidamente. Le hubiera gustado usar su magia, pero casi había gastado todas sus energías y necesitaba lo que le quedaba para sanarla.Pateó la puerta de la choza oculta que tenía en medio de la selva de Brasil, un lugar tan oculto y apartado de la sociedad tanto humana como de hombres lobos. Apartó las cosas que había en el mesón de madera que estaba en medio del lugar y puso a la enferme en esta.—¡Por la madre naturaleza! —se dio cuenta de que aquella chica tenía media cabeza abierta—. ¡Ninguno de mis hechizos sanará esto!Entró en pánico, se sacó la túnica porque en el lugar hacía un calor del infierno y porque recordó que tenía algunas pócimas sanadoras ahí. En su desesperación sacó todo en un gran desorden y ahí fue donde las vio.“Las lágrimas de ángel”Tomó uno de los frasquitos llenos de estas y las llevó a los labios de aquella joven.Sabía que con una lagrima bastaba, pero ella estaba demasiado herida, tant