Fane, mirando a un casi colapsado Néstor, se rió suavemente y le dijo: —¿Recuerdas lo que te dije antes?

Mientras Néstor tosía y jadeaba violentamente, al escuchar esas palabras, levantó lentamente la cabeza, mirando a Fane con la cara llena de conflicto.

Sin esperar su respuesta, Fane continuó: —Te dije que después de llegar al espacio dimensional, repetiría todas las palabras que dijiste. La razón por la que todavía te dejo con vida, sin torturarte hasta la muerte, ¡es precisamente para este momento!

Mientras hablaba, se agachó, manteniendo sus ojos al mismo nivel que los de Néstor. Miró directamente a los ojos de él y le dijo: —Dijiste que era un arrogante, que un simple alquimista se atrevía a desafiarte. Dijiste que ibas a demostrarme con hechos cuán grande es la brecha entre nosotros. ¿Recuerdas estas palabras?

Cuando las Fane decía, su expresión era muy tranquila, como si estuviera hablando de algo tan simple como comer o beber agua. La boca de Néstor tembló, y no pudo evitar re