—Seguro que me odia profundamente, pero eso no importa. En este mundo de las Maravillas, hay mucha gente que me odia, no faltan uno o dos más. Además, ahora que ambos nos hemos transformado, él ni siquiera sabe quién soy.

Probablemente no tuviera la intención de abrir la casa de apuestas de hierro negro de inmediato. La casa de apuestas de hierro negro era diferente de un enfrentamiento común. Tenía prioridad. Una vez que se inscribía con el pase exterior de la ciudad, ¡lo colocaban automáticamente en la cola! Después de que termine la pelea en la plataforma de combate, será el turno de los guerreros inscritos en la casa de apuestas de hierro negro.

Benedicto frunció el ceño con desprecio y dijo: —Este tipo antes hablaba tan fuerte, como si estuviera ansioso por abrir la casa de apuestas de hierro negro, pero al final no tiene el coraje. Probablemente quiera prepararse durante unos días antes de abrir la casa de apuestas de hierro negro...

Fane no pensó que hubiera algo malo en eso. De