"Firmar... ¿Firmar el contrato?".

El gerente se quedó sorprendido. Nunca en su vida había visto una compra tan rápida.

“¡Deja de farfullar! No tengo mucho tiempo. Aún necesito comprar algunos suministros para la casa más tarde y tengo que mudarme esta tarde. ¿Quieres vender o no?”.

Fane, por otro lado, no se entretuvo más con el gerente, sino que le lanzó una mirada mortal. Fane estaba impaciente.

El gerente se quedó asombrado una vez más. "¡Por supuesto Señor! ¡Solo que nunca había visto a una persona tan generosa como usted!".

El gerente volvió a sonreír, mientras tanto, la vendedora estaba terminando el contrato para la transacción.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Fane mientras le decía al gerente: “Por cierto, todas estas ventas deben acreditarse a esta joven vendedora. Esto se debe a que ella es la que nos atendió bien. ¡No te atrevas a robarle el crédito!”.

La joven vendedora se conmovió cuando escuchó las palabras de Fane y casi quiso llorar. Esta pare