El Amo Miller ya había sentido que algo andaba mal. Era extraño que la Diosa de la Guerra entrara después de que les pidiera a todos que siguieran bebiendo sin decir una palabra después de su llegada.

"¿Era posible que el asunto estuviera expuesto?". Ella rápidamente pensó en esta posibilidad interiormente. Si el asunto no estaba expuesto, ¿por qué la Diosa de la Guerra caminaría hacia ese lugar?

Los demás no se atrevieron a ofender a Magnus, pero la Diosa de la Guerra era diferente. Magnus no era nada delante de la Diosa de la Guerra, incluso podría existir la posibilidad de que ella lo matara si no estaba contenta.

Después de todo, el Dios de la Guerra Ethan Haays no culparía a la Diosa de la Guerra Lana Zechs si supiera de la situación exacta.

Él pensó en eso y tuvo un sentimiento complicado por dentro. Estaba a punto de seguirla y detenerla.

"Oye, Amo Miller, ¿qué estás haciendo? ¿No escuchaste a la Diosa de la Guerra? ¡Nos pidió que siguiéramos bebiendo!". Xan no tenía idea d