“¡Qué alarde! Como si tú mismo fueras un dios de la guerra".

.

Las palabras de Fane hicieron que Yvonne pusiera los ojos en blanco. Probablemente lo creería si un guardaespaldas de la familia Drake valiera por cien hombres, pero "vale por mil hombres" era exagerado.

"Vamos. Se está haciendo un poco tarde ahora. Cuanto antes, mejor a la hora de elegir rocas de juego. De lo contrario, ¡alguien que tenga buen ojo para ellos podría tomar los buenos!", dijo Tanya, sonriendo.

Yvonne se sorprendió por un momento. "¿Oh? Parece que sabes bastante sobre esto, Tanya”, la elogió Yvonne.

Tanya simplemente puso los ojos en blanco con vehemencia. “Aprendí todo de ti, ¿de acuerdo? Eres un loco por estas rocas de juego, siempre me traes a Calle Gema. ¡Ya he estado allí tantas veces, así que, por supuesto, sé todas estas cosas básicas!".

El dúo charló mientras caminaban hacia el centro del patio fuera de la mansión.

"Oh, cierto. ¿Sabes algo sobre esto, Fane?”, Tanya se volvió para preguntarle a su