Wulfrano asintió levemente y dijo:

—Y tú, los dos vengan aquí juntos.

Fane resopló fríamente. Este individuo era exactamente como él había pensado: eligió a las personas con el nivel de cultivo más bajo en la reunión. Fane había dejado intencionalmente una herida oculta en su campo de cinabrio, por lo que los demás no podían discernir su verdadera fuerza, lo que había causado la confusión de Wulfrano.

Sin embargo, una vez que Wulfrano se dio cuenta de que Fane era un alquimista, su confusión desapareció instantáneamente. Después de todo, se sabía que los alquimistas no solían tener un nivel de cultivo muy alto, lo que era un conocimiento básico para todos los practicantes marciales.

Después de seleccionar a los dos, Wulfrano no tenía dudas de que los dos lo seguirían. Se volvió para elegir a otros, y Benedicto de repente se puso nervioso. Giró la cabeza hacia Fane con un rostro lleno de preocupación.

Estiró la mano y tiró de la manga de Fane.

—¡Él quiere que los dos vayamos juntos! ¿