Fane simplemente no tenía la capacidad de refinar una píldora de sexto rango, y también había perdido la oportunidad de demostrar su talento y habilidad al condensar las runas de energía de la píldora. Lo que estaba haciendo era cavar su propia tumba.

El mayordomo segundo se veía obligado a decir esto como preparación para el fracaso que vendría después. Si no lo dijera, el resultado final le daría una bofetada en la cara, y el encargado Wolff se burlaría aún más de él.

Aunque el mayordomo segundo había experimentado todo tipo de dificultades a lo largo de los años, no podría soportar tal burla.

El encargado Wolff soltó una risa fría:

—Parece que no tienes ninguna confianza en ese aprendiz llamado Fane. No sé qué están pensando en la Casa de Alquimia Tiziano al aceptar a cualquier persona. Individuos como él, que tienen una mentalidad tan absurda y estúpida de demostrar su valía de esta manera, incluso si se convierten en alquimistas de sexto rango, solo serán una carga para ustedes.