Después de un rato, el mayordomo Subires asintió con la cabeza y dijo:

—Si vienes a ser aprendiz, debes estar preparado mentalmente para serlo.

—Como es el encargo de mi sobrino, naturalmente tengo que aceptarlo. Quilliam, llévalo a buscar una habitación individual. A partir de ahora, serás su hermano mayor y debes guiarlo en todo lo que haga.

Quilliam hizo todo lo posible por controlar su expresión a punto de colapsar y forzó una sonrisa, diciendo:

—No se preocupe, lo cuidaré bien.

Aunque Quilliam intentó que su tono de voz sonara neutral, Fane notó que algo estaba mal y le echó un vistazo.

Aunque Quilliam parecía ser amable con él, Fane pudo percibir la frialdad detrás de su aparente cordialidad. Era evidente que no estaba contento con la llegada de Fane, como si le hubiera quitado su oportunidad.

Esto sorprendió mucho a Fane. Quilliam no le dio la oportunidad de decir nada y extendió su brazo derecho hacia un lado, haciendo un gesto de invitación.

—Ven conmigo, hermano menor. Prim