El Primer Anciano se burló con indignación y dijo con una agitación aparente: “No te preocupes. ¡Como Primer Anciano, cumpliré mi promesa y te enviaré los puntos de contribución más tarde!”.

Luego se sacudió la manga y se dio la vuelta para irse. Podía sentir que su presencia no tenía otro significado aparte de avergonzarse a sí mismo. Ya que el Primer Anciano se había ido, los otros ancianos tampoco necesitaban quedarse.

La habitación de Fane todavía se veía igual. Era una habitación estándar de una sola cama con un armario, una mesa, una silla y un estante. Después de regresar del ruidoso lugar de reunión, Fane empezó a ordenar sus pertenencias. De hecho, no dejó muchas cosas en esta casa. Aparte de su ropa de cama, solo había varios libros antiguos que tomó prestados.

Brook y Noel también siguieron a Fane a su habitación, y habían estado hablando durante todo el camino. Su conversación no se detuvo después de que entraron a la casa y se sentaron junto a la mesa.

La emoción en el