Brook se tapó la boca, estaba tan asustado que las lágrimas casi se le salen. "¡Cuidado, Hermano Fane!", gritó.

De repente, todos vieron que los pasos de Fane se encogían como si el espacio frente a él se hubiera distorsionado ligeramente, y todas las espadas de luz impactaron contra el suelo.

Mucha gente se quedó conmocionada. Miraron a Oliver y a Fane con miradas en blanco, pensando ‘¿Qué acaba de pasar?’. En un momento Fane estaba a punto de perder los brazos, pero al siguiente estaba a metros de la espada.

"¡Acaba de utilizar las leyes del espacio!", gruñó el Segundo Anciano con una voz aterradora y profunda.

No muchos discípulos lo sabían, pero a los ancianos les era fácil reconocerlo cuando lo veían. En ese momento, todos los ancianos se sorprendieron.

Fane acababa de dar un paso atrás, pero con las leyes del espacio, este paso equivalía a más de diez metros. Las pocas espadas de luz pensaron que habían encontrado su objetivo, por lo que se dirigieron directamente hacia ab