“¿Quién hubiera pensado que habría discípulos talentosos entre los recién reclutados que simplemente aceptaron? ¡Los talentos de Fane son comparables a los del Hermano Mayor Duncan!”.

Para muchos, Duncan era como un techo intocable. No solo tenía una sólida formación, sino que sus talentos eran tan impresionantes que los demás no podían respirar cuando se enfrentaban a él. Mucha gente adoraba a Duncan como su ídolo.

Para ellos, comparar a Fane con Duncan era una nota de aprobación extremadamente alta.

Cada debate y comentario del público llegaba a los oídos de Wesley; después de todo, su sentido del oído era agudo. Cuanto más hablaban estos discípulos informales, más sombría se volvía la expresión de Wesley. En ese momento, fue como si se hubiera tragado un par de moscas, pues su expresión se volvió gradualmente de un espantoso color pálido.

Con la mano derecha agarró la espada de un metro de largo, aunque le temblaba la mano. Miraba fijamente a Fane como un halcón, y su expresión