Los discípulos mensajeros trasladaron rápidamente a Wesley a la camilla. Cada plataforma de combate contaba con cinco o seis discípulos mensajeros, y su tarea principal consistía en llevar a cualquier discípulo herido después de las batallas para que recibiera tratamiento de emergencia.

Fane alzó las cejas cuando Wesley estaba a punto de ser bajado de la plataforma por los discípulos mensajeros y dijo: "No olvides nuestra apuesta. Según las reglas de la arena de combate de las apuestas, tienes que enviar los artículos que debes dentro de un plazo de tres días. Si no lo haces en tres días, no solo serás detenido, sino que también podrías ser echado del pabellón”.

Wesley estaba tan furioso que tosió sangre cuando escuchó las palabras de Fane. La zona del pecho de su ropa ya se había manchado de sangre. Le temblaban las manos y quería responderle a Fane con sarcasmo. Por desgracia, ya había perdido, y era inútil por mucho que hablara un perdedor. Los demás solo se burlarían de él.

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