El anciano había dicho su sugerencia después de pensarlo, cuando vio que el cielo se había oscurecido.

Después de eso se fueron del lugar, dejando los cadáveres para que fueran comidos por las bestias monstruosas que había alrededor.

En ese momento, Arthur, Ella y varios jóvenes estaban sentados en unas rocas situadas en una intersección fuera de la base de los Nueve Ejércitos.

“Oh, ya comenzaron a pelear. Los miembros del Clan de la Matanza enviaron gente a primera hora de la mañana, para asesinar a Helena y a los demás”. Arthur pensó en la hermosa Helena y se preocupó.

Skye, que estaba a su lado, sonrió con frialdad y comentó: “Todavía están hablando de Helena. ¡Jaja! Probablemente Helena ya esté muerta, y probablemente también haya tenido una muerte horrible. ¡Su cuerpo podría haber sido devorado por las bestias monstruosas!”.

Arthur apretó los puños con ira por las palabras de Skye y le lanzó una mirada furiosa. "¡Imposible! Sé que ella está viva. Después de todo, ella está en