Helena descubrió que sus heridas habían comenzado a sanar poco después de tomarse la píldora. La velocidad de su recuperación era mucho mejor que la de la píldora de su familia, y no se veía ni una sola cicatriz.

“¿La familia Woods tiene píldoras curativas tan buenas? ¡Parece que tu familia también ha estudiado bien esas cosas!”, exclamó Helena, evaluando lo poderosa que era la píldora que le dio Fane.

“Esto no es de la familia Woods. Las cultivé cuando tenía tiempo libre, y he cultivado bastantes”. Fane esbozó una sonrisa incómoda antes de agregar: “Les enseñaré a los demás miembros de la familia Woods cuando tenga tiempo. ¡En el futuro ellos podrán usar mejores medicamentos curativos!”.

"¡Nunca pensé que tuvieras tanto talento!". Helena miró a Fane con admiración. Ella tenía que admitir que ese hombre, el novio de su tercera hermana, era una persona sobresaliente. Para rematar su talento, él también era generoso y bastante guapo.

La envidia surgió en su interior, aunque de form