Lily estaba ardiendo de la ira al otro lado del teléfono. “¿Y si fallan? ¿Y si Fane se escapa?”, gritó ella.

Dean le aseguró inmediatamente a Lily: “No se preocupe. Si fallamos en la tarea y dejamos que ese mocoso se escape, ¡no tomaremos ni una sola hierba espirituosa! Pero si tenemos éxito, entonces debe darnos a cada uno de nosotros tres hierbas espirituosas, ¿qué le parece?”.

“¡De ninguna manera! Es demasiado. ¡Lo mejor que puedo ofrecer son dos hierbas espirituosas por persona!”.

Después de que Lily pensara un poco en el asunto, seguía pensando que tres hierbas espirituosas por persona era demasiado. Además, ella era la Primera Señora, debía ser respetada. Dean estaba siendo demasiado insaciable en ese momento. Lily ya le había dado hierba espirituosa antes, y no esperaba que esta vez Dean le pidiera tres hierbas espirituosas de primera calidad.

“Oh, ¿es así? En ese caso, Primera Señora, lamento no poder servirle esta vez”.

Dean se burló con frialdad y continuó: “Yolanda