Joan esbozó una sonrisa amarga. "¿Por qué te odiaría?", dijo. "Sí te odiaba al principio, ¡odié lo débil que fuiste y que no pudieras cuidar de nosotros!".

Ella hizo una pausa, exhaló un suspiro y se puso de pie. “Pero ya no te odio. Sé que me amas de verdad, y puedo sentir tu sinceridad”, continuó. “También entiendo tu impotencia. Después de todo, estás en esta posición. Y tu padre y tu familia nunca nos dejaron estar juntos en ese entonces. Además, como Amo de la familia, ¡siempre debes tener en cuenta a la familia Woods!”.

“Gracias, Joan. ¡Gracias por ser tan comprensiva e indulgente!”.

Los ojos de Nash se enrojecieron. "O tal vez este es el castigo de Dios, hacer que yo, el Amo de la familia Woods, muera en una cama en lugar de un campo de batalla", agregó. "Pensé en muchas formas en las que podría morir, ¡pero nunca pensé que me envenenarían!".

Joan se dio la vuelta y miró a Nash sonriendo. “No seas tan pesimista. Fane es muy hábil en la medicina. ¡Creo en que él encontrará un