Narrador Iker y Lucy sentados en el salón de su casa,la expresión de Iker se vuelve seria. —Lucy, tengo un problema —dice, su voz preocupada. —¿Qué pasa? —le pregunta Lucy, su ceño fruncido pensando en que los últimos días lo ha visto más tensionado. —Hay un problema de desfalco en mi empresa —explica Iker—Alguien ha estado manipulando las finanzas, y no sé quién es.— Lucy se inclina hacia adelante, su mente ya trabajando en el problema. —Cuéntame más —dice—. ¿Qué tipo de desfalco? —Parece que alguien ha estado transfiriendo dinero de las cuentas de la empresa a cuentas personales —explica Iker—. He perdido una cantidad significativa de dinero, y los informes que revive con Claudia no me cuadran— Lucy asiente, su rostro pensativo. —Necesitamos revisar los registros financieros —dice—. ¿Tienes acceso a ellos? —Sí, puedo solicitarlos a Claudia mañana —responde Iker. —Bien —dice Lucy—. También necesitaremos hablar con los empleados que manejan las finanzas. Algui
Narrador Una vez que terminaron todos los trámites legales relacionados con los problemas que Claudia causó en la empresa de Iker, Luciana solicitó una visa de trabajo para quedarse más tiempo en España y convertirse en la nueva encargada del departamento legal. Aunque le preocupaba un poco que Iker no le hubiera hablado de la boda, entendía que él estaba ocupado estabilizando las finanzas de su empresa después de todo lo que había sucedido. Con el tiempo, la relación entre Iker y Luciana solo se fortaleció. Un día, Iker decidió que era hora de darle a Luciana el mayor regalo de su vida: una boda inolvidable. Iker comenzó a planear la boda en secreto con la ayuda de Nicky y Agustín. Eligieron un hermoso jardín en las afueras de la ciudad, rodeado de flores y un estanque de agua cristalina. Lo que más le gustaba era que allí había una hermosa capilla colonial, muy del estilo de Luciana. Mientras Luciana salía a hacer sus trámites, Iker visitó a Nicky y Agustín en su casa y le
Luciana Han pasado ya tres meses desde mi matrimonio con Iker. Todo ha sido un sueño, empezando desde el día que llegué a Valencia. Es increíble cómo todo se ha dado tan rápido. Nuestra luna de miel fue en el hermoso país de Grecia, donde pasamos casi un mes recorriéndolo. Desde el momento en que aterrizamos en Atenas, supe que nuestra luna de miel en Grecia sería un sueño hecho realidad, sin duda puedo asegurar que si lo fue. Iker había planeado cada detalle, pero nada podía prepararnos para la magia que nos esperaba. La primera noche, paseamos por las calles adoquinadas de Plaka, con sus encantadoras tiendas y cafés. La Acrópolis iluminada nos observaba desde lo alto, y mientras cenábamos en una terraza con vistas impresionantes, sentí que el tiempo se detenía. Iker me tomó de la mano y me miró con esos ojos que siempre me hacen sentir segura y amada. Nuestro siguiente destino fue Santorini, y al llegar, quedé sin aliento. Las casas blancas con techos azules, las
Luciana Nicole continúa con una expresión seria y compasiva. —Los exámenes muestran que tienes miomas en el útero —explicó —¿Qué son miomas? —pregunté sin comprender el tema. —Los miomas son crecimientos benignos que se desarrollan en el músculo uterino. Pueden variar en tamaño y cantidad, y a veces pueden causar síntomas como dolor abdominal, sangrado irregular y problemas para concebir —explicó —¿Es grave? —pregunté con ansiedad. —No es cáncer, pero puede ser complicado si no se trata adecuadamente. Los miomas pueden crecer y causar problemas de salud más graves —dijo Nicole —¿Qué tratamiento debo hacer? —pregunté. —Luciana, después de revisar tus resultados, puedo confirmar que los miomas en tu útero están creciendo rápidamente y están afectando tu salud reproductiva —dijo. No puede evitar sentir un nudo en la garganta, un miedo nuevo, nació en mí el no poder ser madre. —¿Qué significa eso? —pregunte nuevamente
Iker El día de la cirugía de Lucy llegó. ¿Que si me siento relajado? Pues no, en realidad no. Me preocupa mucho la salud de mi esposa, pues aunque sé que está en buenas manos, siempre existe el temor de perderla. Agustín se dio el tiempo de acompañarnos, y agradezco su apoyo y el de Nicole, quien entró a la cirugía junto a su colega para acompañar a mi esposa. No puedo dejar de sentirme muy orgulloso de la fortaleza que siempre muestra Lucy. —Tranquilo, hombre, todo saldrá bien —me dice Agus, dándome uno de los cafés de máquina que compró. Las horas transcurren y finalmente las luces del quirófano se apagan. De aquel lugar sale Nicole, con su vientre abultado y una sonrisa en los labios, dándome buenas noticias. —Todo salió perfecto, logramos extraer los miomas con éxito —dice con su tono y expresión de doctora, muy profesional. No puedo expresar el alivio que sentí al escuchar todo eso. Me acerqué a Nicole y le di un abrazo, agradeciéndole pr
Iker Cuando siento que no puedo más, se abre la puerta del quirófano y se escucha un llanto de recién nacido, fuerte y poderoso, que hace a mi corazón saltar. Lo reconozco sin siquiera haberlo visto; sé que es él, mi bebé. Entonces sale Nicole, y me da una mirada de paz. Se la ve cansada, y entiende mi preocupación, por lo que inmediatamente se acerca a mí y dice: —Tranquilo, Iker, tu bebé está bien. Lo pondrán en la incubadora unas horas por precaución, pero nació bien y fuerte a pesar de ser pequeño —hace una pausa. —Dime, ¿cómo está Lucy? —le pregunto con ansiedad. —Tuvimos una complicación durante el procedimiento. Perdió mucha sangre, pero por suerte pudimos controlarlo. Sin embargo, su útero quedó afectado y débil. En lo personal, un segundo embarazo podría ser demasiado riesgoso —me explicó con seriedad. —¿Pero está bien ahora? —le pregunté con prontitud. —Sí, la estabilizamos. Debe descansar; es una guerrera, no se rindió, y sé que se recuperará bien —me dijo son
Narrador: La nieve caía suavemente sobre el aeropuerto de Zúrich, cubriendo los tejados y pistas con una delicada capa blanca que parecía salida de un cuento, este sería el escenario perfecto para una mágica Navidad en familia.. Era 20 de diciembre, la emoción en el ambiente era palpable. Liliana y Daniel, recién llegados desde Uruguay, recogían sus maletas con la mirada ansiosa de quienes están a punto de reencontrarse con sus seres queridos. En otro punto del aeropuerto, Andrea y Eduardo, cargados de regalos cuidadosamente empacados, acababan de aterrizar tras un largo viaje desde Ecuador. Aunque venían de distintos rincones del mundo, ambos matrimonios habían llegado a Suiza con el mismo propósito: pasar una Navidad inolvidable junto a sus hijos, Agustín y Nicole, y los pequeños Nicolás y Daniela, ahora de nueve años, llenos de la energía y alegría contagiosa de la infancia. En la sala de llegadas internacionales, Liliana avanzaba con paso decidido, abrigada con un grues
Narrador: La familia estaba reunida alrededor de la mesa para el desayuno, envueltos en una atmósfera de risas y entusiasmo. La expectativa del viaje a Zermatt, aquel paraíso enclavado en los majestuosos Alpes suizos, había encendido el ánimo de todos. Habían planificado cada detalle: vistas espectaculares, las pistas de esquí más seguras del país y por supuesto, el lujoso refugio que los esperaba, el emblemático Hotel Monte Rosa. Daniel y Eduardo, sentados uno frente al otro, intercambiaron miradas cómplices cuando las mujeres de la familia comenzaron a debatir acaloradamente sobre la agenda del viaje. Finalmente, Eduardo se inclinó hacia Agustín, que observaba la escena con una sonrisa resignada y con un tono de broma, le dijo: —¿No vas a detener esta locura antes de que terminemos todos con un cronograma militar? Agustín, imperturbable, se encogió de hombros y, mientras untaba mantequilla en su pan, respondió con un aire teatral a su querido suegro: —¿Y qué puedo hacer?