Melisa y Lucy fueron aun bar a unas cuadras de la oficina y Lucy fue por unas bebidas a la barra, en ese momento el teléfono sonó y eran Daniels, y ahora que quería, ya logro desocuparse de su pelirroja y ella era su comodín
Decidió contestar
— Donde te has metido Melisa, son las 10, y hace rato saliste de la empresa, pregunte a Vincent y tampoco sabe dóndeestás y con quien
— Porque tanto alboroto, salí con alguien y punto- espeto con fastidio.
— ¿Con Moncada?- pregunto rabioso
— No- negó calmada
— ¿Con quién?- apremio
— Con alguien más- respondió así a propósito
— Melisa responde con quien estas a estas horas
— Me hablas como si fuese una niña de 12 años y tu fueses mi papa o hermano mayor, ah tampoco eres mi novio, Daniels yo sé lo que hago,
Melisa llega a la oficina justo a las 8:00 am y Lucy atareadísima y estresada le informa— Melisa entra en la oficina del Sr. Travers, hoy es la junta y quiere ultimar detalles me pidió que tan pronto llegaras fueras a su oficina— Te veo atareada amiga-puntualiza ella.
En las siguientes semanas Daniels volvió a ser ese hombre del principio, cerrado y totalmente hermético, apenas hablaban porque era algo que tenía que ver con la empresa, de resto cada uno por su lado.En la casa casi no coincidían, pues a él le había dado por salir casi todas las noches, a donde iba, lo desconocía, o tal vez a ver a Delia Millano o a Dayana Contreras, o quien sabe cuál otra. Los celos la consumían por dentro.El sábado seria la celebración de aniversario del Consocio y lo haríanRinaldi, era un centro nocturno que estaba de moda, y donde acudieron los altos ejecutivos de Providence, estaban los de finanzas, contabilidad, Richard, Vincent y Daniels por supuesto llego una hora después acompañado de Dayana Contreras.Melisa va saliendo del tocador y lo ve en el pasillo esperándola, que hace allí, le quiere pasar por el lado
Al otro día Melisa debe obligatoriamente verse con Daniels para entregarle los presupuestos para la guardería y mostrarle las fotos que ha bajado de internetAsí que respira profundo y dándose valor ya autodominio entra en la oficina de elLo consigue de espalda mirando a través del ventanalPor unos segundos permaneces así, hasta que finalmente se vuelve y una mirada fría, tan fría como un tempano de hielo la recorre de arriba abajo.— Que quieres- le pregunta de manera grosera y toscaElla lo mira con odio— Entregarte esto- le enseña las carpetas que pone sobre el escritorio y añade-Son los presupuestos de guardería y algunas fotos por si te interesan- y las deja allí para irse.— Espera- le pide y ella aguarda esperando que revise la informaciónPero en vez de ver las carpetas va hasta donde esta ella y a pocos cent&
El vuelo a Portland llego a las 9:15 y ya sus amigas la estaban esperando en el aeropuerto.Tan pronto Melisa salió de la zona de abordaje Cristal y Vanesa corrieron a ella para abrazarla emocionadas.— Bienvenida amiga, te extrañamos mucho- inquirió feliz Vanesa.—Espero te quedes un buen tiempo- acoto Cristal.— Aun no lo he decidido, pero espero quedarme mucho tiempo, porque yo también las extrañe mucho.Del aeropuerto se fueron directo a la casa de Melisa.En entrar de nuevo a su casa le produjo en Melisa sentimientos encontrados, y solo podía pensar en que ya nada sería igual, por mucho tiempo que pasara, ahora sentiría en su vida un vació que solo Daniels podía llenar.Y por más que lo intento no pudo evitar echarse a llorar y sus amigas de inmediato la abrazaron dándole palabras de ánimos.—Todo va a e
No era raro volver a su casa después del colegio y encontrar a su madre hecha un desastre tirada en el sofá, después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol.Como siempre su primera preocupación quizás no es que ella estuviera muerta sino que su hermanito Vincent de apenas 11 años estuviera bien.Así que corrió a su habitación y no lo encontró, y de inmediato fue a tocar la puerta del apartamento vecino, donde Doña Emilse, a quien gustaba llamar Nana, solía cuidar al niño cuando su madre sucumbía en ese lamentable estado llevada por el vicio.Efectivamente la bondadosa vecina lo tenía y le dijo que estaba por darle la comida y lo invito a él, pero él lo rechazo, sabía que primero su deber era cuidar a su madre.Regreso al humilde apartamento que compartía con su madre y su hermanito Vincent, fue al baño y prep
Esa tarde Daniels decidió hacer una visita a alguien que por mucho tiempo pensó en visitar pero siempre pospuso, porque nunca se sintió con valor con enfrentar su pasado.Pensar volver al barrio Sunsent en Brooklyn donde nació y se crio, siempre lo lleno de ansiedad, lo cual rehuía, porque por muchos años sufrió de ataques de ansiedad y por eso busco siempre desesperadamente solo manejar todas las cosas que estuvieran bajo su control.Por eso era ese hombre meticuloso, de hábitos permanentes, q
Todos los domingos desde que regresara a Estados Unidos, Daniels solía visitar la tumba donde reposaba el cuerpo de su amada Diana, su ángel que debió partir antes dejándole un vacío inmenso en el corazón.Le llevo rosas rojas, las que le encantaban a ella, y las deposito en el jarrón, el le pagaba a alguien para que siempre mantuviera el lugar limpio y que no faltaran las rosas.Leyo la inscripción en la lápida que el mismo había elegido.
Entraron en su casa y Melisa no pudo evitar sentirse muy nerviosa y quiso marcar distancia pues no entendía nada de lo que sucedía, élhabía dicho que la necesitaba, pero si solo era algo físico, no lo aceptaría, porque ella también lo necesitaba pero su condición era su corazón y si él no estaba dispuesto a dárselo, por más encantador y amoroso que se comportara ella no iba a claudicar. Era todo o nada.— Quieres algo de tomar, jugo, refresco, café- le pregunto tratando de ganar tiempo.
Último capítulo