Todos los domingos desde que regresara a Estados Unidos, Daniels solía visitar la tumba donde reposaba el cuerpo de su amada Diana, su ángel que debió partir antes dejándole un vacío inmenso en el corazón.
Le llevo rosas rojas, las que le encantaban a ella, y las deposito en el jarrón, el le pagaba a alguien para que siempre mantuviera el lugar limpio y que no faltaran las rosas.
Leyo la inscripción en la lápida que el mismo había elegido.
Entraron en su casa y Melisa no pudo evitar sentirse muy nerviosa y quiso marcar distancia pues no entendía nada de lo que sucedía, élhabía dicho que la necesitaba, pero si solo era algo físico, no lo aceptaría, porque ella también lo necesitaba pero su condición era su corazón y si él no estaba dispuesto a dárselo, por más encantador y amoroso que se comportara ella no iba a claudicar. Era todo o nada.— Quieres algo de tomar, jugo, refresco, café- le pregunto tratando de ganar tiempo.
Al día siguiente el olor a café caliente y tocino la despertóBajo la escalera para encontrarse con Daniels preparando el desayuno, eso la asombro—No imaginaba que sabias cocinar- puntualizo— Vivía solo en Brasil, y
Esa noche cenaron frente al televisor, viendo Novia fugitiva y luego Orgullo y prejuicio, y pensó que Darcy se le daba un parecido a Daniels en su personalidad, tan serio y contenido, como un perfecto inglés, pero a la vez dispuesto a cruzar el mundo para salvar a su amor.Al día siguiente decidieron cenar fuera, Daniels insistió en llevarla a cenar aun restaurante muy lujoso. Y por alguna razón que desconocía lo noto nervioso.
Alejandro salía del baño después de darse una ducha, y a su mente vino el rostro juvenil de Sofía, y de nuevo ese sentimiento con el que estaba luchando se hizo presente.A pesar de su resistencia, esa chiquilla no se apartaba de su pensamientos, sabía que aún seguía enojada con él por el tema de Laura, pero aunque una parte de él se sentía emocionado por saber que ella albergaba sentimientos por él, su mente, la voz de la razón le indicaba que se alejara.Así que decidió que tan pronto se finiquitara el divorcio de su hermana se regresaría a Brasil, quizás es lo que necesitaba, volver a su trabajo y a su vida normal.Se vistió con ropa deportiva para ir al gimnasio, no era un hombre vanidoso enamorado de su físico simplemente le gustaba cuidar su cuerpo tanto con el ejercicio y llevando una dieta balanceada.Tomo las llaves de su
Mientras Melisa aseaba a la casa, Daniels recién bañado apareció en la sala y ella le informo—Mis amigos quieren que nos reunamos en el bar de Luck, aunque claro si no quieres ir no hay problema—Si quiero ir- acepto de inmediato y ella lo celebro en secreto. Esto era un gran avance en su relación y esta nueva faceta de Daniels sociable le estaba encantando.<
Sofía recibió una llamada de su amiga Lulú para invitarla a una fiesta en casa de Susy Castle, otra compañera de colegio, pero tuvo que declinar porque no solo, no tenía permiso sino que esperaría a Alejandro y así poder hablar sobre lo ocurrido la noche anterior.Esa noche, Sofía decidió hacer pollo con salsa de champiñones para esperar a Alejandro y cenar con él, pero fue pasando el tiempo y nada que el aparecía, finalmente se decidió a llamarlo.—
Alejandro la llevo a su apartamento y una vez adentro los besos no se hicieron esperar volviéndose cada vez más demandantes. Él sabía que era una locura pero como luchar contra lo que estaba sintiendo, su cuerpo, mente y alma le pedían una satisfacción plena que solo ella, su dulce Sofía podía darle. Se separan para tomar aire y nota la lucha interna que hay en él y ella le confirma.— Alejandro no es tu decisión, es mi decisión y yo decido que te amo y que quiero entregarme a mí.
Esa mañana Sofía se esmeró en preparar un rico almuerzo para llevarle a Alejandro, ya que quería darle una sorpresa en la oficina.Cocino Pasta 4 quesos que era su favorita y de postre dulce de leche y Arequipa, también su predilecto.Al llegar le dijo a la secretaria que no la anunciara y se dirigió a la puerta de la oficina de Daniels que él ocupaba mientras su hermano regresaba.Último capítulo