Él no busca la felicidad, ni para él ni para los demás.
A su lado sólo conseguirás destrozarte los nervios.
Amable y cariñoso, pero incapaz de amar a nadie con el corazón en la mano.
Es una persona que puede o no gustarte,
pero no pretende agradar a nadie.
Manipulador, cuyo máximo placer reside en controlarlo todo,
dejando a los demás en la inopia.
Posee un espíritu noble, no exento de vulgaridad.
Bastante observador, posee cierta malicia y sentido del humor.
Nos parecemos en que ninguno de los dos buscamos
ni buscaremos la comprensión ajena.
Somos incapaces de interesarnos en alguien aparte de nosotros mismos.
Dejando de lado que el sea egoísta y yo no,
a ambos nos interesa que pensamos, que sentimos, que hacemos.
Ésto es lo que a mi me gusta de él.
Aunque a veces también dudamos.
Todos tenemos nuestros momentos de duda.
Poseía, pues, más de lo que necesitaba para hacer
perder a una mujer la cabeza.
Podía ser tan cortante como el filo de un delgado cuchillo,
que de pronto te helara la sangre en las venas.
Pero había algo en él que me atraía.
Tal vez algo que a mí me faltaba.
Era difícil saber si aquel rostro sonreía,
o reflejaba una tristeza inmensa, o una indiferencia total.
Por eso había despertado mi interés.
Ésta es la conclusión a la que he llegado.
Incluso ahora que soy consciente de todo
sigo pensando que es maravilloso.
A pesar de todas sus astucias, mentiras y defectos.
Y, si pudiera volver a verle, me daría un vuelco el corazón.
En la vida ocurren estas cosas.
Para un cierto tipo de personas
el amor surge con un pequeño detalle, y si no no surge.
Quizá fue inevitable.
Ni siquiera yo puedo hacer nada.
Además, estaba enamorada, y aquel amor
me había conducido a una situación
extremadamente complicada.
Es responsabilidad mía.
Desde que no está todo me parece insignificante, absurdo.
Me gustaría estar a su lado como antes,
aunque eso quizá le moleste.
Quisiera estar con él, si fuera posible quisiera verle.
Quizá no tendría que haber hecho lo que hice.
Pero no pudo ser de otro modo.
La intimidad y cariño que sentí hacia él
no los había experimentado nunca antes.
Así llegue a quererle, así sucede cuando
una persona une su cuerpo al tuyo y una parte de tu mente se debate
para unirse a esa persona contra su voluntad.
No importaba cuánto pudiera llegar a vivir;
jamás podría querer a otro.
Y, cuanto más va palideciendo su recuerdo,
más capaz he sido de comprendelo.
No había sabido cuánto le amaba antes de notar
hasta qué punto podía herirme.
Jamás lo olvidaré, no podría hacerlo.
Siempre pienso en él, al dejar de verle he comprendido
cuánto le necesito.
Me mataría ahora mismo si estuviese segura
de que con eso le mataba a él también.
Soy ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito.
“De no ser por esas veces en que suelo respirar, podría jurar que no te recuerdo nada”
(Maquiavélico, Canserbero)
Tú que siempre decías que nunca hice nada por ti
Dime,
¿cuántas personas te han dedicado un libro?
-Una tediosa mañana más-, me digo a mi misma al ver a través de mis pestañas los rayos del sol entrar por la ventana impregnando de luz mi cuarto y a su vez toda la casa; -si tan solo pudiera dormir un poco más- pienso con los ojos aun cerrados. Pero lastimosamente eso no puede ser, debo levantarme y continuar con las actividades diarias. En nuestra aldea, todos levantan muy temprano debido a las múltiples obligaciones que hay en cada hogar, ya sea atender a los animales, al esposo y a la familia en general.Me levanto al fin, par
El más alto era quien había hablado. Ahora que lo tenía prácticamente frente con frente constaté el hecho de que era mucho más alto que yo.-¿Nos escuchaban a hurtadillas? ¡Qué falta de cortesía!-dije en un tono que pretendía sonar indignado.-
-Oh! Que niña tan linda -dijo la madre con entusiasmo -esperamos no causarte ninguna incomodidad, pero tu madre tan linda nos invitó esta noche a cenar.-Estoy al tanto de todo -dije mientras les precedía camino a la cocina -es muy grato contar con compañía de vez en cuando, espero que se hallen a gusto aquí.Una vez que todos se hub
Amanece. Un nuevo día empieza. El día anterior se me hizo eterno como si hubiese durado meses. La luz entra por la rendija de la ventaja e impregna de color cada rincón de nuestro hogar. No quiero ni imaginar lo que tengo que enfrentar hoy. Lentamente me levanto, me cambio… un momento ¿qué debería ponerme hoy? ¿Que tal mi vestido color cerezo con bordes plateados? Es muy formal pero me gusta mucho y además el día de hoy hará nuevamente calor y aquel atuendo no me sofocara tanto por que la tela es bastante delgada. -Buen día madre -dije de buen humor -Espero regresar pronto el día de hoy me gustaría ir a dar una
-¿Por mí? -dije con voz aguda por la sorpresa-Sí, por ti -dijo como si fuese algo evidente -eres algo así como lo que podría considerarse un elemento valioso para la corte: educada, inteligente, hermosa y sabes desenvolverte bien ante cualquier situación. Lo sé, basta con mirarte para darse cuenta de todo eso, y precisamente eso te convierte en un blanco fácil para ser raptada y llevada por la fuerza a la Aldea Capital.
Mi pregunta no tardó en ser contestada, después de que todos practicamos aquel ejercicio con el palo Jared dijo:-Me alegro que todos estén captando lo poco que les puedo enseñar. Mi hermano se encargará de orientaros en lo que refiere a la identificación de plantas venenosas. -Y se sentó en un rincón mientras Joshua tomaba la palabra. Gaya y yo nos quedamos pasmadas del asombro. Su voz era preciosa sabiendo equilibrar de manera perfecta las notas altas y bajas logrando una armonía sin igual. Nunca en mi vida había escuchado cantar a alguien así y obviamente me quede anonadada.Cap. 7 La pena secreta de Jared
Continuamos caminando rumbo a casa.-¿Sabes dónde viven? -Gaya me miró con curiosidad.-La verdad no, pero supongo que mi madre sí