En el interior del coche...- Vas a explicarme bien lo que tienes con ese tal Vinícius Antunes.- ¡No tengo nada más que consideración por la forma en que maneja el caso de Carolina!- ¿Consideración o coqueteo? Él te defiende con mucha voracidad para no tener ninguna esperanza contigo.- No más falta de respeto por una noche.- Olvida la idea de volver a posar y olvídate del accidente y de Carolina, la enviaré de vuelta a casa, ya puede andar y así ese maldito comisario no tendrá ninguna excusa para venir a buscarte.- Puede que la envíes de vuelta, pero te juro que te arrepentirás de herir a la chica por esa tontería de celos.- ¿Te parece una tontería la forma en que te mira? No nací ayer, vino con la excusa de saber sobre Carolina para venir a intentar conquistarte.- ¿Crees que soy tan fácil?- Ya no sé quién eres.Llegamos a casa, entré como un huracán, fui a ver a mi hijo dormir en la cuna. Tomé mis cosas y las llevé al cuarto de huéspedes.Yo estaba acostada, asimilando todas
Carolina aún estaba en la cama con Kayo, admiraba la belleza de aquel hombre desnudo en su cama alisando lentamente su espalda. Acostado de espaldas y durmiendo de manera tan profunda...CarolinaMi primer hombre y será el único, te amo tanto y no sé cómo, pero voy a hacer que me ames también. Elizabeth es la mujer de tu padre y Sara se salió de nuestro camino felizmente, ahora puedo luchar por ti.Kyara llegó a casa exhausto de aquella noche agitada, tiró el saco sobre el sofá, tiró la máscara de lado y cayó sentado.– Pollita, espero que te hayas arreglado con el viejo después de todo ese lío. No quiero revivir el choque de los dos, pues creo que si eso llega a suceder, o él muere de disgusto, o te mata con sus propias manos... Ahhh y aún tiene el cabrito obsesivo, ¿qué vamos a hacer con él? ¡Estamos en medio del fuego cruzado!Kayo se despertó y se levantó de la cama muy lentamente para no despertar a Carolina, cogió el ascensor, salió y entró en el coche sintiendo un tremendo dolo
KyaraPobre Carolina, tan engañada, cree que Kayo olvidará a Elizabeth tan fácilmente, está obsesionado y ciego.- ¿De verdad quieres seguir con esto, Carol?- ¡Sí, y nada me detendrá!Oyeron golpear la puerta.- Yo la abro.- Puedes dejar Kyara, tengo que moverme más y recuperar las fuerzas.Fue despacio y abrió la puerta.- ¡Doña Anastasia!- Buen aprendiz de musa, me voy porque la atmósfera aquí se puso pesada. - Kyara dio un beso en la cara de la amiga y salió.- Pase, por favor.Anastasia miró ese apartamento de arriba a abajo y se sentó poniendo la bolsa de lado. Carolina se sentó delante de ella, ya sabiendo que nada bueno podría venir de aquella mujer.- Lo que vengo a decir es muy simple, ¿cuánto quiere para testificar a mi favor en el juicio?- Vino a obligarme, tiene miedo de la justicia, ¿verdad, señora?- Solo quiero evitar una injusticia.- ¡Injusticia fue lo que hizo al tomar la vida de dos inocentes, incluso el que estaba en el coche con usted!- ¿Crees que ese alguaci
ElizabethEstábamos alejándonos de la ciudad, me asusté mucho y él detuvo el auto.- Dirás lo que yo te diga o le vuelo la cabeza a tu hijo, ¿entendido?- Sí.– Coge tu teléfono y les dirás que dejen 1 millón de dólares en efectivo en la carretera 22, justo después de la señal del km. ¡Pídeles a tu amigo maricón que lo lleve hoy a las 17:00 y que esté solo... de lo contrario tú y tu hijo morirán! ¿Bien?- Sí señor.Llamé a Ángela que había sido la última llamada registrada y debí saber lo que estaba pasando.- Fu... fui secuestrada... - Antes de que pudiera terminar, me dio un grito.- ¡Sé, más práctica estúpida! A esta altura ellos ya lo saben.- Quiere un millón de dólares en efectivo, Kyara debe dejarlo en la carretera 22 después de la señal del kilómetro y necesita estar solo hoy a las 17:00.Tomó el teléfono de mi mano con mucha violencia.- ¡Espero que hayan entendido todo, si traen a la policía yo acabo contigo, puta![...]Ángela había puesto la llamada en el altavoz y todos s
CarolinaKayo la mira con amor, sé que mientras Elizabeth esté en mi camino él nunca me mirará! Tal vez sería mejor que no te hubieran dejado viva.Delegado, muchas gracias por lo que hizo por mí y por mi hijo. Ninguna palabra que pueda usar, puede expresar mi gratitud.Ella le besó la mano, Kayo se le acercó.- Usted debe estar hambriento y cansada Elizabeth, Amelia se hará cargo de Marcos y usted necesita acostarse ahora.- Kayo tiene razón y no tienes que agradecérmelo, es mi trabajo.- Ahora que afortunadamente todo está bien, ¿me puede llevar a casa comisario?- ¡Claro Carolina, vamos!- Hizo un buen trabajo. - Amelia le agradeció acompañándolo hasta la salida.ElizabethKayo me acompañó a la cocina, a pesar de todo yo estaba hambrienta. Una de las camareras me preparó unos macarrones y yo me comí todo, mientras él me miraba perdidamente.- ¿Qué te pasa?- No sé qué habría hecho si te hubiera perdido.Miré hacia otro lado y afortunadamente estábamos solos.- Por favor Kayo, ya te
Mientras tanto, lejos de allí...El avión de la compañía se estrelló en el río, los tres ocupantes sobrevivieron, sin embargo, el piloto no pudo nadar fuera de los herrajes de la aeronave y se ahogó. Maciel logró sacar al copiloto antes de que se ahogara y tenía una herida en la cabeza que sangraba mucho, nadando fueron hasta las orillas del río.Estaba exhausto y cayó en el barro, respirando profundamente y recuperando fuerzas, miró al hombre a su lado que parecía estar muy mal... no sabía si iba a sobrevivir. Juntó las manos y recolectó un poco del agua llevando hasta la propia boca y después para el compañero de tragedia, su cuerpo dolía después de haber nadado tanto y aun tirando un cuerpo más con él.- ¡Tengo que conseguirte ayuda antes de que sea demasiado tarde!Él cogió al piloto y lo cargó en los hombros, entrando en la selva cerrada y característica de la región pantanera. Algunos kilómetros después, descendió el hombre y se sentó un instante apoyándose en un gran árbol para
Fernando llegó a la empresa, no se hablaba de otra cosa que de la tragedia. Antonia estaba triste y desolada por lo que había ocurrido al jefe y solo sabía llorar.- No te pongas así, todavía hay esperanza, pues no encontraron el cuerpo.- Puse a Maciel en la cadena de oración de mi iglesia Fernando, él tiene que volver a nosotros.Caminó a la sala de la vicepresidencia y abrió la puerta.- ¡Ramona!- Antes de que me eches de aquí, solo dime si es verdad que Maciel está muerto y nos lo están ocultando, ¿por miedo a vender todas nuestras acciones de la empresa?- Aún no lo sabemos, Kayo fue a seguir las búsquedas y dentro del avión había solo el cuerpo del piloto y nada más.- Sinceramente, no sé si te creo, Fernando.- Ese es su problema, ¿de qué nos serviría, esconderse si realmente hubiera sido encontrado muerto? ¡Nada!Anastasia estaba en su sala, muy triste por haber perdido su gran amor y mina de oro.- Ahora, además de arriesgarme a ir a la cárcel, sigo sin ti y esta vez sin pos
Al día siguiente...Elizabeth se arregló y fue a desayunar.- ¿Vas a la compañía Elizabeth?– Si Amelia, pero solo para pasar algunos detalles a Kayo. No tengo intención de continuar sin Maciel, no tiene más sentido y quiero prestar más atención a mi hijo, que ahora solo me tiene a mí.- Y nos tienes a todos también, me duele verte así niña, pero la vida tiene que continuar.- Amelia tiene razón.- Ya hablamos de esto, Kayo.Comí, le di un beso a mi hijo y Ángela llegó con Fernando para dejar a Sofía. Aún era muy doloroso para ella verme lista para ir a trabajar sin tener a Maciel conmigo. Kayo pensó que iría con él en el coche, pero preferí ir con Ángela.Llegamos, saludé a Antonia que estaba sosteniendo el llanto, hablé muy rápido con ella para no empeorar las cosas.- ¡Quiero que pidas que retiren mi mesa de la sala de la presidencia, no voy a permanecer en el cargo y quienquiera que asuma debe tener su propia sala!- Sí señora.Entré en el ascensor con Ángela y Fernando, el silenc