María IsabelNo es justo, para nada justo ver a Hurrem Abad recostada en una cama con las piernas abiertas esperando a que termine de curar sus partes íntimas por el salvajismo con que abusaron de ella. Me enoja y entristece ver por lo que tuvo que pasar para mantener en secreto el pasado de su cuñanada, la madre de mis amados gemelos y mujer que se quitó la vida por la presión social, obviando el abandono de su esposo. Envié a Baruk por algo de comida, la segunda aparición de mi padre nuevamente movió aquellos cimientos que yo ya daba por sentados, al igual que en el desayuno mi cerebro no se concentra para poder cocinar aunque sea una simple sopa de pollo, se niega a hacer algo diferente a pensar y repensar lo que ya sé. Nunca me importó ser aprobada por la familia de los chicos, al inicio ni siquiera estaba buscando una nueva relación y mucho menos con hombres que económicamente estaban por muy encima de mí, sin embargo sus constantes cuidados e interés lograron aumentar mis sen
Amin Correr por el pasillo del hospital no estaba en los planes del día, menos empujar a numerosas personas de camino en el estacionamiento y dentro de las instalaciones que ahora mis primos y yo no miramos en detalle por culpa de esa llamada que me heló la sangre.Baruk fue internado por un accidente automovilístico a menos de cinco minutos de los departamentos que antes pertenecían a la universidad local. ¿Por qué mierda estaba en ese edificio? Estoy muy nervioso, un sentimiento fuerte y doloroso se inserta en mi pecho ¿Es por Baruk o por qué María no responde las llamadas? Maldita sea la hora en que salí de la mansión sin profundizar más en el misterio que rodea a mi hermano y que seguramente se relaciona con el "accidente".Su secreto provocó que la situación se saliera por completo de mis manos ¿Cómo solucionar un problema que no conozco? Hablé con él al día siguiente de la primera noche que no durmió en la mansión, fui más que claro el decirle que lo que sea quisiera nos afec
María IsabelLuché, hice lo que pude para no ser llevada al interior de esa camioneta y alejada de la vida a la ahora me había adaptado con tanta rapidez ¿Cómo volver? Esa pregunta era la que me ayudaba a patalear en los brazos de Antonio. Un golpe en mi cabeza me dejó en la absoluta oscuridad, esperaba que como el cobarde que es lo hiciera, solo que se tardó más de lo predicho. La incomodidad a la que mi cuerpo fue sometida en ese auto me lastimó la espalda y las piernas, la posición era sumamente difícil por lo estrecho del lugar, sumado a eso la cercanía de Antonio que me enojaba más. Desperté unos minutos después del golpe, pero permanecí en silencio y quieta para no alertar a mi idiota captor. Además hablaban de sus siguientes movimientos y yo no podía no escuchar, una por mi natural instinto chismoso y otra por la utilidad de la información. Voy a escapar con las manos llenas de sangre o información. El trayecto se sintió muy largo, los caminos desastrosos y la charla ajena
AbdulDos días desde que mi madre y María desaparecieron.Dos días en que la tierra se abrió y se llevó a ambas a quién sabe dónde. Dos días esperando alguna llamada para saber dónde están y solicitar un rescate. Dos días controlando la histeria de mis padres; el enfado de mi abuelo; y la tristeza de la señora Simmons. Dos días desde que Pancho apareció en un vertedero, a punto de morir por culpa de un fuerte golpe que le lastimó la cabeza. Dos días desde que una parte de nosotros se fue con ella.Y un día desde que Baruk unió cada pieza del rompecabezas, resaltando dos nombres que ahora son mi martirio. Johhannes Analdi y Antonio; el primer hombre pertenece al pasado de mis padres y que en los últimos meses tortura a mi madre en busca nuestra caída; el segundo, un idiota resentido que no supo salir adelante sin la espléndida mujer que ahora es nuestra. Morindia Analdi y él bajaron juntos de un jet privado a nombre de Johannes, los tres se confabularon para vengarse de nuestra f
Hurrem Le rogué a Johhannes que me permitiera ir en el mismo vehículo que María, sabía que esa niña pasó una mala relación con ese ex novio. Como era de esperarse no lo permitió, hasta dejó otra marca morada en mi mejilla por cuestionar sus muy buenas decisiones.Esto era lo que tanto evitaba, me alejé de mis hijos para no perturbar su paz y verlos sonreír a pesar de mi tristeza y sufrimiento. Esa felicidad se completó con la llegada de Ibrahim, Maria lo ayudaría a reconciliarse con sus hermanos, así de puro y desinteresado es su corazón Las visitas de Baruk siempre fueron de pleno conocimiento para él, sabía que mi hijo no se rendiría ante nada hasta dar conmigo, es conocido por su terquedad y exceso de mal humor, un rasgo heredado de Ahmad. El bastardo de Analdi me llenó de esperanza para después tirarme al suelo desde mil metros de altura.“¿Pensaste que tu hijo te salvaría de mi? Ay Hurrem, eres el amor de mi vida, pero también una estupida”.Dudo mucho que alguien como él sient
María Isabel El dolor llega hasta lo más profundo de mi alma uniéndose cruelmente con el padecimiento físico. Pensé que conocía el dolor por culpa de mis padres y sus malas elecciones, por las constantes burlas en las escuelas por ser prácticamente huérfana o por no ser la chica estrella que algunos esperaban de mí. Ese era un entrenamiento para niños, algo así como las rueditas a la hora de aprender a andar en bicicleta, mismas que te permiten mantenerte derecha y no conocer el suelo con el rostro. Solo que esas se vuelven cada vez más pequeñas en la adolescencia hasta desaparecer en la adultez. No quedamos a la deriva en un mundo que te golpea constantemente con la intención de no verte con la cabeza arriba, enfrentando valientemente esas batallas que para algunos son duras y para otras pan comido, pero donde la población humana entera juzga por el camino que uno decide para sí mismo. En mi presente solo yo me juzgo, recostada en las frías y húmedas baldosas de la ducha con el r
Amin ¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!¡Mil veces hijo de puta!El bastardo de Antonio nos envió un video, un jodido video donde nuestra María es protagonista en una escena que por poco me hace tirar por fuera lo poco que ingerí en la mañana; ahí estaba ella, teniendo sexo con él, su ex novio. ¡Maldita sea la hora en que lo vimos!Ese número de teléfono desconocido despertó mis sospechas desde que la notificación brilló en la pantalla de mi móvil hace no más de diez minutos. La soledad que me acompañaba dentro de mi oficina fue seguida por los constantes tragos que daba a una botella de whisky directo del pico, algo impensable en la etiqueta que se me fue impuesta desde niño, pero una forma de calmar la furia que me arrebata el raciocinio desde que ellas se fueron. Esperaba que el mensaje recibido se tratase de los investigadores que contratamos para obtener alguna pista de ellas, buscan hasta debajo de las piedras para dar con su paradero y devolverlas a casa, donde pertenecen y dond
Maria Isabel Mis ganas de seguir adelante son más débiles que mi anhelo de tirarme por esa ventana que da al jardín ¿Así de inutil me volvió un hombre? Ni siquiera mi progenitor logró romper con mi espíritu feroz ¿Permitiría yo que Antonio lo haga? Sí me hubieran hecho esa pregunta hace cinco horas diría que sí, que definitivamente destrozó aquello que siempre mantuve intacto a pesar de las circunstancias o de los malditos golpes que la vida me da constantemente. Llega un momento en la vida de toda persona que se cansa de luchar, que simplemente desearía dejarse llevar por la corriente y sufrir lo que venga con tal de ponerle fin a aquello que lo martiriza. Algo así como entregarse completamente al destino que ya comenzó atrasarse, solo que en algunas ocasiones esa línea ya determinada se da en manos de tercero y no en uno mismo. Pero lo que sí está en nuestro poder es la firmeza para cambiar el curso y fijarlo en donde nosotros queramos, eso se da a través de la lucha y por medio