Tanto Lauren como Sebastián se quedaron dormidos, al día siguiente que despertaron se pusieron a esperar la visita del doctor. — Espero que hoy me den de alta, no quiero seguir en este sitio — Lauren suspiró pesadamente — me iré a duchar, si viene dile que no demoró y por favor no salgas con la locura de que me vas a bañar porque te mandaré por un tubo. Sebastián se quedó callado y dejó que Lauren se fuera a bañar, el doctor entró justo en el momento que ella salía del baño. Le hicieron un ultrasonido y el médico movió la cabeza de un lado al otro dando a entender que el alta no podía ser dada. — Aún es necesario que se quedé en hospitalización, el bebé se encuentra estable pero sigue teniendo la placenta desprendida, en si no es que ella va a regresar a su posición original sin embargo es necesario administrar medicina y tenerla bajo observación por cualquier inconveniente que se presente, comprendo que quiere ir a casa y espero que usted también entienda que no es recomendable qu
Las palabras de Lauren estaban llenas de una confianza que desconcertó a muchos pero no a Sebastián y al señor Rivera, ellos sabían muy bien que la mujer era muy decidida cuando se proponía algo y más si se trataba de proteger a sus bebés. — Muy bien, entonces vamos a ir a juicio y espero que esos tres paguen por lo que le hicieron a mi esposa. Si es necesario también pienso testificar y decir todas las zanganadas que ese malviviente le hizo a Lauren, las veces que la golpeó e incluso en una ocasión que la lleve al hospital con la cabeza abierta y ni siquiera la conocía; ella pensó que era un uber lujoso que había pedido. Lauren se sorprendió al escuchar a Sebastián y él le guiño el ojo, el abogado terminó por irse sumamente contento por haber logrado lo que se había propuesto. Los demás decidieron sentarse para conversar y Sol sacó un pastel de selva negra que estuvo escondiendo de Andy durante todo el trayecto ya que sabía muy bien que era una glotona de primera categoría. — Se m
La fuerza que ejerció terminó por ocasionar que una línea de sangre se deslizará por su cuello, Sebastián al ver esto se puso con la piel de gallina, Mileydis no parecía sufrir a pesar que sangraba de un lado y todo se miraba bastante mal. — Escucha Mileydis — Sebastián extendió su mano — dame ese cuchillo y hablemos, no puedes estar haciendo esto. — ¡No te acerques! — ella gritó — si no quieres que mi muerte caiga en tus manos vas a acceder a todas mis peticiones, no pienso ser madre soltera y menos no acceder a la fortuna de tu familia. — Muy bien, me voy a divorciar de Lauren y me casaré contigo — él se mostró preocupado — pero suelta ese cuchillo de una buena vez, prometo que vamos a ser felices — ¿Acaso piensas que soy tonta? No Sebastián, no lo soy — ella sonrió con cinismo — en este momento llamas a ese remedo de mujer y le dices que te vas a divorciar, hay de ti que vengas a decirle lo que está pasando en estos momentos. Sebastián no tuvo más opción que llamar a Lauren,
Sebastián se llevó su mano a su rostro, él estaba preocupado por la criatura que Mileydis esperaba a pesar que no sabía con certeza si era suyo. — Hay que trasladarla de inmediato entonces, no voy a poner en riesgo a mi hijo solo porque ella no es capaz de cuidarse a sí misma, ¿Ya están listos los resultados de ADN? — Lo lamento pero no, los resultados estarán listos dentro de dos semanas y es mi culpa no haberlo dicho antes — el doctor se miró apenado con este detalle — una vez que lo tenga en manos le haré saber de inmediato, de igual forma la intervención se le iba a hacer a la paciente ya que demostramos que no es seguro que este libre. Al final se llevaron a Mileydis a la clínica mientras lanzaba miles de maldiciones a todo mundo, en el momento que vió a Lauren le escupió en el rostro y se movió en violentas convulsiones como si la quisiera atacar pero cualquier intento se vió frustrado por los hombres que la llevaban bien sujeta. — Cariño — Sebastián sacó un pañuelo y limpi
Lauren se puso a reír al ver la actitud de Sebastián y solamente caminó para desayunar, ellos salieron de la casa y cada uno se fue en su carro. Al llegar a la empresa la pareja comenzó a discutir por la vestimenta de la mujer, las empleadas se sorprendieron al ver a la esposa del CEO tan bien arreglada cuando antes a duras penas parecía una mujer, la barriga que se le miraba le daba un aire hermoso. — Por un demonio — ella miró a Sebastián — escucha, no me voy a cambiar y te digo que estoy bien. Ya deja de ser tan necio Sebas y por favor sigue tu camino en total paz. Esto es una locura completa, me hubiera gustado seguir siendo ignorada por ti. — ¡Yo nunca te ignoré! — él se mostró escandalizado — deja de decir eso, eres mi esposa y siempre estuve al pendiente de ti. Debes comenzar a utilizar ropa acorde a tu estado, le diré a mi mamá que me dé la ropa de maternidad que utilizó cuando estaba embarazada de mí y vas a usar solamente eso. — ¡Pero si eso tiene varias décadas! No estés
Lauren quitó la hoja de las manos temblorosas de Sebastián y confirmó lo que pensaba, ella sonrió y colocó su mano en el hombro de su esposo.— No te preocupes que no estás solo, te dije que te iba a apoyar y lo sigo manteniendo. Ya sabes la condición que pongo y no se encuentra a discusión.— Realmente me he sacado la lotería contigo, gracias por apoyarme de esa forma — él la abrazó — muy bien, empezaré el proceso legal para pedir la custodia total de mi bebé y así una vez que nazca pasará directo a mis manos.— Si, eso también le dará a Mileydis la oportunidad de recuperarse en caso de que tenga alguna solución a su caso. Bueno supongo que esto es todo lo que tenemos que hacer aquí, es hora de regresar al trabajo.— De hecho me gustaría llevarte a un sitio, ya bastante nos hemos estresado entre la compañía y las visitas al hospital — Sebastián le sonrió a Lauren — así que ya fue suficiente trabajo por el día de hoy, vamos cariño.— Pero hay muchos pendientes en la compañía, el hotel
Sebastián se quejó en el momento que Lauren le jaló la oreja y busco como zafarse mientras sacudía sus pies como si fuera una criatura que está siendo regañada por su madre. — ¡Acaso perdiste la poca cordura que tienes! No puedes estar hablando de mis calzones tan libremente, generalmente esas cosas somos nosotras que las escogemos y no los hombres así sean nuestros esposos. — No veo qué tiene de malo, eres mi esposa y tienes que tener atenciones por mi parte — él tomó las manos de su esposa y se zafó del agarre — vaya que eres salvaje cuando te lo propones, pobre de las orejas de nuestros hijos si acaso las llegas a jalar. — Espero que nuestros hijos no hereden la falta de prudencia de su padre — ella lo miró con reproche y extendió su mano mientras movía los dedos — dame la ropa interior que me has escogido, espero que no salgas con estupideces. Sebastián le dió las prendas y ella se sorprendió al ver que no eran anticuadas como lo había pensado sino que era todo lo contrario, s
La madre de Lauren se quedó helada al escuchar a su hija, ella se hizo de lado en el momento que Sebastián pasó por delante suyo para abrir la puerta del chalé. — Vamos cariño tienes que entrar — él se puso delante de su suegra y miró a Lauren — el viaje es muy cansado y tienes que descansar apropiadamente, recuerda que tu estado de salud no es el mejor gracias a Marcus y compañía. Lauren pasó delante de su mamá y en el momento que ella la intentó sujetar fue detenida por el amplio brazo de Sebastián que se atravesó justo en ese momento, los ojos del hombre parecían ser las entradas al tártaro y del susto la mujer se hizo hacía atrás. — Escuche muy bien, no voy a permitir que absolutamente nadie se meta con mi esposa y madre de mis hijos — él caminó con lentitud y firmeza mientras la mujer se hacía para atrás — así sea usted la que quiera perjudicarla, no me quiere conocer como enemigo señora porque créame que no va a encontrar un solo sitio en el mundo en el cual pueda estar en pa