KEIRAAunque conseguí que mi hija no me contagiara mucho su resfriado, Sara fue muy drástica conmigo al decirme de que tenía que visitar al médico, para saber cómo seguía mi embarazo, asi que ella misma decidió llamarlo para pedirle una cita, aunque mi amiga Aroa fue la que realmente se enfermo al tener siempre encima de ella a mi pequeña. Cuando nos marchamos de la consulta del médico, Sara se quedó mucho más tranquila, ya que me dijeron que todo estaba bien y que solamente tenía que hacerme unos nuevos análisis, pero que siguiera con mi vida como hasta ese momento, ese fue el diagnostico del medico. Nada más llegamos a casa, me fui al salón, sentándose mi hija encima de mi regazo abrazándome con sus pequeños bracitos sin dejar de darme besos en mis mejillas—-- Cintia cariño, deja a mami y vente con la tita, vamos a ponerte un vestidito y nos vamos a comprar —- le dijo Aroa—- No quero, quero quedarme con mi mami tita —- le contestó mi hija, cruzando sus brazos —- Pues no te compra
Cuando se acercó Mark a la mesa donde yo estaba le sonreí sin dejar de mirarle, ya que sabia que tenia que darle alguna explicación, solo deseaba levantarme de mi silla y darle un interminable abrazo y seguramente también le habría besado en sus carnosos labios, pero no lo hice por que no deseaba que los compañeros hablaran de lo que no habría nunca entre Mark y yo, pues yo estaba muy enamorada del padre de mi hija y no quería ninguna relación con ningún otro hombre y menos que hubieran habladurías en el trabajo sin fundamento ninguno. Así que me mantuve sentada en mi silla firmemente sin mover ni un solo dedo.—- Buenos días Mark —- fue lo que le dijeAunque Mark, pasó delante de donde yo me encontraba, sin mirarme ni decir absolutamente nada, solo siguió andando, abrió la puerta de su despacho y desapareció de mi vista como entro. Se me hizo un nudo en la garganta que me costó tragar mi propia saliva, pero comprendia también y en parte, el porqué de su actitud conmigo. Me quedé mir
Sara cogió a mi hija en sus brazos, ya que la tenía yo en los míos, marchandose las dos hacia otra estancia de la casa y así dejar que pudiéramos hablar tranquilamente Carlos y yo. Entre en el salon muy nerviosa, pues no sabia que me iba a comentar de David ya que la última conversación que tuvimos David y yo, no terminamos de hablar muy bien—-- Hola Keira, me alegro de verte de nuevo — me dio Carlos—- Yo también me alegro de verte Carlos, me ha dicho Sara que querías hablar conmigo de David ¿le sucede algo? —- pregunte—- Verás, creo que es mejor que nos sentemos — comentóNos sentamos los dos en el sofa del salon, pero sin apartar mi mirada de Carlos ya que me di cuenta de que miraba al suelo muy serio, preocupandome más por lo que me quería decir—- Mira, primero quiero decirte que David no sabe que he venido a verte, solo quiero que sepas que sé perfectamente cuánto te ama y todo ha sido por casualidad, no estaba planeado esto que te voy a comentar —- me dijo muy serio—-- ¿Qué
Mi amiga Aroa también se preparó un pequeño equipaje, ya que se empeñó en acompañarme a Nueva York, marchandonos las dos de la casa seguidamente y sin hacer ruido para que mi hija no me viera marcharme sin ella, porque sabía que se pondría a llorar y al final sé que hubiera cedido a que me acompañara, pero Sara se marchó del salón hacia su dormitorio para entretenerla y así de esa manera, me pude marchar más tranquila. Mi amiga y yo cogimos un taxi diciéndole al conductor que queríamos ir al aeropuerto, una vez que ya llegamos y le pagamos al hombre, nos bajamos del vehículo y con nuestro equipaje en la mano, salimos a las pistas de aterrizaje, ya que al ser un avión particular nos imaginamos que estaría en algún hangar o en la misma pista esperandonos. Cuando llegamos a la gran ciudad, mi amiga y yo nos fuimos a hospedarnos en un motel que estuviera medianamente decente, aunque Carlos nos ofreció su casa, no lo vimos en ese momento muy conveniente. —- ¿Estás despierta? —- escuche l
Las dos nos estuvimos riendo hasta que ya empezamos a sentir como el pecho se nos iba a partir en dos, porque eso sí lo tenía Aroa, cuando de verdad se enfadaba, parecía un púgil lista para combatir. —- Keira sabes que te quiero y que nos tenemos la una a la otra, por eso no te voy a permitir que te hundas por un capullo que no es capaz de valorarte —- me dijo—- Eres maravillosa Aroa, yo tambien te quiero mucho y sabes que siempre he sido sincera contigo, ya que nunca podre engañarte de como me siento, ya que me conoces muy bien —- respondí—- Saldras de esta Keira, todas hemos sufrido desamores y aunque hoy lo veas como un imposible, este no es tu fin, solo que aprenderás a ser mucho más fuerte Después de ducharnos y vestirnos, las dos nos marchamos de aquella habitación hacia donde estaban los ascensores, bajando al hall de aquel motel para marcharnos a la calle y buscar una buena cafetería donde pudiéramos tomar un buen desayuno. Cuando por fin vimos una y entramos, nos sentamo
Mi amiga y yo nos miramos por un momento, volviendo nuestras miradas a donde se encontraban David y Melody, sintiendo como mis manos me temblaban —-!! David O”Brien, eres un maldito cabrón y un capullo desgraciado¡¡ — gritó de nuevo Melody—- Si lo soy ¿y que? si tanto me odias ¿porque no pides el divorcio? — escuche gritar a David— ¿Es eso lo que buscas? pues ni lo sueñes, no pienses que te voy a dejar que me abandones a mi y a nuestro hijo, !! nunca dejaré que seas libre, me oyes, nunca ¡¡ — contestó ella muy enfadada— No te aguanto mas Melody, ¿sabes una cosa? no te quiero en mi vida, ya no te aguanto mas —- le dijo David—- Pues lo siento por ti, pero me asegurare de que me respetes como tu mujer que soy —- contestó Melody, mientras se iba acercando a donde yo estaba, mirándome con una mirada que echaba fuego—- No se te ocurra rozarla Melody, o no seré capaz de contenerme —- le gritó David, cogiendo la mano de Melody en el aire cuando estaba a punto de pegarme—- ¿Defiendes a
Nada más llegar al motel con el taxi y bajar de él, entramos las dos subiendo inmediatamente a nuestra habitación, nada más entrar me fui directamente al cuarto de baño, para vomitar todo lo que tenia en mi estomago de lo mal que me sentía en ese momento, seguidamente me quite toda la ropa metiendome en la ducha, dejando que el agua recorriera mi cuerpo y mis lágrimas mis mejillas, mientras pensaba que había sido un completo error volver a la gran ciudad, aunque estaba algo contenta por la demostración de David ante mi hermanastra, no es que me hubiera conformado con que me hubiera defendido ante ella, porque ya que lo que más me dolía era y me preguntaba ¿porque se casó? Era simplemente una situación que no comprendia bien y David no me daba una explicación clara de ese ¿por qué?. Nada más terminar de ducharme, me tapé el cuerpo con una de las toallas que habían, volviendo al dormitorio para sentarme al lado de Aroa que estaba sentada en mi cama.—-- ¿Cómo te encuentras? — me pregun
Bajamos las dos del ascensor, acercándonos seguidamente a donde estaba el despacho de DavId, saludando primero a su nueva asistente, cuando de pronto la puerta del despacho se abrió de golpe, dándonos cuenta de que el que salía era el amigo de David, su amigo y socio Carlos, mirándonos los dos fijamente a los ojos, dándome cuenta de la cara de sorpresa que tenía, mientras se iba acercando a donde yo me encontraba—- !! Keira ¡¡ no te esperaba tan pronto —- me dijo Carlos—- Pues ya ves, necesito como te dije hablar con David ¿está en su despacho? —- pregunte—- No, tardará aún un poco en llegar, ¿vamos a tomar algo?¿Os apetece mientras llega él? — nos preguntó CarlosNos marchamos los tres de aquel lugar, bajamos en los ascensores hasta el hall del edificio, cruzamos la calle, abriendo la puerta de la cafetería Carlos como buen caballero que era, sentandonos seguidamente los tres en una de las mesas que habían libres,—- Carlos por favor dime una cosa, ¿por qué tanta intriga con la bo