Los días pasaron muy rápidos y estabamos ya en la última noche en la que David sería el soltero más codiciado de todo Nueva York, ya que al día siguiente se celebraba la boda y sería oficialmente el esposo de mi hermanastra Melody. Mi amiga Aroa, ya venía a mi casa a visitarnos o se quedaba cuando podía unos días con nosotros. Pero cuando estaba ella, todo era risas y alegría en la casa, pero yo estaba por dentro destrozada, ya que estaba a punto de perder al padre de mi hija, al hombre del cual yo estaba completamente enamorada. Esa noche mi amiga se quedo con mi hija en mi casa, ya que todos los de la empresa estabamos invitados a una gran cena para la despedida de soltero de nuestro jefe, aunque a mi no me apetecía nada ir, no tuve más remedio ya que yo era la asistente del director general y me tocaba estar presente para que nada saliera mal, así que hay estaba yo, viendo como Melody se comía al padre de mi hija con su mirada, mirándome a mí también de reojo con picardía. Después
Cuando escuchamos gritar a mi madre, todos los que estabamos fuera discutiendo nos quedamos por un momento callados,ella era la jefe, aunque era mi madre, ella seguía siendo la directora general de la empresa de mi padre porque aún seguía teniendo el mayor porcentaje de las acciones. A mi madre le gustaban las mujeres inteligentes, pero no especialmente las atractivas, para que nadie pudiera hacerle sombra, porque a pesar de sus años, mi madre era demasiado atractiva para los hombres sin importar la edad que tuviera, ella quería que yo tuviera una asistente, tímida, que pasara desapercibida por todos los que la vieran y que no llamara la atención de nadie, aunque como era obvio ya era tarde para mi, porque Keira era ahora todo para mi, mi vida no seria vida sin esa mujer y mi hija.—- David, ¿qué está pasando aquí? — me pregunto mi madreMe acerque a ella, me incline dándole un beso en su mejilla, besandome ella la mía— ¿Qué pasa con tu asistente y con tu prometida? David, te tengo
Después de ducharme, me puse un pijama y bajé hasta la cocina para hacerme un vaso de leche caliente, ya que estaba muy nerviosa. Con el vaso de leche en mi mano, me fui hacia el salón sentadome en el sofá pero sin encender ninguna luz, ya que necesitaba estar a oscuras para relajarme.No sé el tiempo que me pase sentada en el sofá del salón, cuando escuche la puerta de la casa cerrando viendo poco después en la oscuridad la figura de David entrar en el salón.—- ¿Aún estás levantada? — me pregunto cuando encendió las luces y me vio sentada en el sofa—- Ya puedes ver que si —- le respondi, dandole un sorbo a mi vaso de leche, viendo como David se acercaba al mueble bar, cogia un vaso y la botella de whisky, sentándose a mi lado, mientras se ponía el líquido en el vaso—- Lo siento Keira, no quería ____ —- Te portaste como un cerdo David, me has engañado, nunca me he sentido tan humillada como esta noche delante de todos los presentes que había — le dije—- Lo siento mi amor, tu sabe
La mirada ardiente de David se clavaba en mí, sabiendo que estaba esperando a que le dijera algo, así que decidida, intente ayudarle ya que le amo, intentando conservar la calma para poder seguir preguntando.—- ¿Estabamos acostandonos ya, cuando pusisteis la fecha de la boda? —- pregunte—- ¿Para qué quieres saberlo? Keira no estabamos los dos intimando cuando mi madre y Melody pusieron la fecha de la boda, ¿me crees? — me contestó— Y aun sabiendo que ya tenías fecha, me hiciste meterme en la cama contigo, ¿porque? ¿Fue como una especie de venganza por haber desaparecido de tu vida? —- respondí— No fue asi como dices, pero ya no pude hacer nada por anularlo todo, cuando te vi otra vez — dijo– te estoy diciendo toda la verdad, pero parece que no quieres creerme — termino de decirme—- No he querido decir nada, así que por favor sigue hablando — le correspondi—- No era mi intención casarme y menos con ella, tu deberías de saberlo mejor que nadie —- me dijo—- ¿Yo? no se de que me
Abrace a David con fuerza mientras mis lágrimas le mojaba el cuello, pero ahora necesito sentir el calor de su cuerpo—- Keira, te amo pero deberia dejar que te vayas, decirte que te odio por hacerme ser un idiota enamorado, pero se que no podria, soy un maldito hijo de puta que te ama con todo mi corazon y que se que nunca te dejaria marchar, Sois lo unico que tengo, lo unico y verdaderamente que es mio. — me comentóDespués nos quedamos los dos en silencio, son muchas las dudas que me estaba comiendo el corazón, pero lo único que tenía muy claro, es que el padre de mi hija me ha robado mi corazón y que lo amo—- Keira hay algo más que te quiero decir — me dijo cogiéndome de los brazos con sus mano para que lo mirara—- Lo se David, pero ahora mismo nos necesitamos los dos, es lo único que ahora me importa — dije— No quisiera haceros daño, más del que te estoy haciendo a ti con esta maldita boda, pero ____ tape su boca con mis labios, en un precioso besoPuede que me digan que estoy
Cuando me desperté, gire mi cuerpo acariciando las sábanas con mi mano, esperando encontrarme a David, pero ya no estaba en la cama conmigo. Me levanté enseguida esperando que estuviera en el cuarto de baño, pero me pude fijar que su ropa no estaba ni en el suelo donde anoche lo tiramos ni tampoco estaba en el sillón donde él solía dejar su ropa. Cuando entre en el cuarto de baño, lo llame por si hubiera estado en la ducha, pero también me pude dar cuenta de que tampoco estaba, sintiéndome realmente mal, porque no me esperaba que se marchara de esa forma, sin despedirse de mí ni de mi hija. Una vez que me duche, volví al dormitorio para secar mi cuerpo y vestirme. Al marcharme del dormitorio para ir a la cocina, escuché la risa de mi hija desde el pasillo, haciendo que sonriera ya que su sonrisa era muy contagiosa. Cuando entré en la cocina, Gisela y mi amiga Aroa que aún seguía en mi casa, me miraron las dos con una mirada muy seria, imaginándome lo que estaba pasando.—- Hola mami,
Ya me iba a marchar cuando escuche como el sacerdote le preguntaba a David, !! si quería a Melody como su esposa “” . pero como si el destino no quisiera que nos separaremos, y sintiera que yo estaba mirándolo, David volteo la cabeza, cruzando en ese momento los dos nuestras miradas, quedándose callado por un momento. Mientras nos mirábamos los dos,yo sabía que por mis mejillas corrían las lágrimas que no hubiera deseado que él viera, pero me fue totalmente inutil. Allí delante de mí, estaba el amor de mi vida, el padre de mi hija, mientras yo movía negativamente mi cabeza rogándole que no hiciera aquella tontería, que nos amábamos y que daría lo que fuera porque estuviera toda la vida junto a mi y con nuestra pequeña. Aunque no quería llorar porque sabía que David lo estaba pasando muy mal, no pude tenerlas, De pronto dejó de mirarme, mirando seguidamente al Cristo que había en el altar, cuando pude escuchar su voz entrecortada diciendo “” Si quiero “, haciendo que todo mi mundo se
DAVIDCuando el jet aterrizó en Nueva York, lo único que deseaba y me importaba era, irme a mi casa a donde sabía que estaba esperándome Keira, así que nada más bajar del avión, Melody y yo nos subimos a la limusina que nos estaba esperando a pie de pista, marchandonos de aquel lugar, haciendo que Franco mi chofer dejara primero a mi reciente esposa en nuestra nueva casa, ya que yo no pensaba dormir esa noche con ella, por que en los dos meses que duró nuestro viaje de novios no lo hice y no lo pensaba hacer ahora, aunque ella siempre se enfadaba, pero yo solo deseaba volver a ver a mi hija y a quien en realidad yo consideraba mi esposa, a mi Keira. Cuando mi chofer aparco en la puerta de mi casa, me baje corriendo, sin esperar a que nadie me abriera la puerta del coche, entré gritando en mi casa, llamando a mi querida Keira, pero no la encontre por ningun lado, asi que pensando que se había marchado a algún lugar con nuestra hija, empecé a llamar a Giselda, encontrándonos los dos en