Abrace a David con fuerza mientras mis lágrimas le mojaba el cuello, pero ahora necesito sentir el calor de su cuerpo—- Keira, te amo pero deberia dejar que te vayas, decirte que te odio por hacerme ser un idiota enamorado, pero se que no podria, soy un maldito hijo de puta que te ama con todo mi corazon y que se que nunca te dejaria marchar, Sois lo unico que tengo, lo unico y verdaderamente que es mio. — me comentóDespués nos quedamos los dos en silencio, son muchas las dudas que me estaba comiendo el corazón, pero lo único que tenía muy claro, es que el padre de mi hija me ha robado mi corazón y que lo amo—- Keira hay algo más que te quiero decir — me dijo cogiéndome de los brazos con sus mano para que lo mirara—- Lo se David, pero ahora mismo nos necesitamos los dos, es lo único que ahora me importa — dije— No quisiera haceros daño, más del que te estoy haciendo a ti con esta maldita boda, pero ____ tape su boca con mis labios, en un precioso besoPuede que me digan que estoy
Cuando me desperté, gire mi cuerpo acariciando las sábanas con mi mano, esperando encontrarme a David, pero ya no estaba en la cama conmigo. Me levanté enseguida esperando que estuviera en el cuarto de baño, pero me pude fijar que su ropa no estaba ni en el suelo donde anoche lo tiramos ni tampoco estaba en el sillón donde él solía dejar su ropa. Cuando entre en el cuarto de baño, lo llame por si hubiera estado en la ducha, pero también me pude dar cuenta de que tampoco estaba, sintiéndome realmente mal, porque no me esperaba que se marchara de esa forma, sin despedirse de mí ni de mi hija. Una vez que me duche, volví al dormitorio para secar mi cuerpo y vestirme. Al marcharme del dormitorio para ir a la cocina, escuché la risa de mi hija desde el pasillo, haciendo que sonriera ya que su sonrisa era muy contagiosa. Cuando entré en la cocina, Gisela y mi amiga Aroa que aún seguía en mi casa, me miraron las dos con una mirada muy seria, imaginándome lo que estaba pasando.—- Hola mami,
Ya me iba a marchar cuando escuche como el sacerdote le preguntaba a David, !! si quería a Melody como su esposa “” . pero como si el destino no quisiera que nos separaremos, y sintiera que yo estaba mirándolo, David volteo la cabeza, cruzando en ese momento los dos nuestras miradas, quedándose callado por un momento. Mientras nos mirábamos los dos,yo sabía que por mis mejillas corrían las lágrimas que no hubiera deseado que él viera, pero me fue totalmente inutil. Allí delante de mí, estaba el amor de mi vida, el padre de mi hija, mientras yo movía negativamente mi cabeza rogándole que no hiciera aquella tontería, que nos amábamos y que daría lo que fuera porque estuviera toda la vida junto a mi y con nuestra pequeña. Aunque no quería llorar porque sabía que David lo estaba pasando muy mal, no pude tenerlas, De pronto dejó de mirarme, mirando seguidamente al Cristo que había en el altar, cuando pude escuchar su voz entrecortada diciendo “” Si quiero “, haciendo que todo mi mundo se
DAVIDCuando el jet aterrizó en Nueva York, lo único que deseaba y me importaba era, irme a mi casa a donde sabía que estaba esperándome Keira, así que nada más bajar del avión, Melody y yo nos subimos a la limusina que nos estaba esperando a pie de pista, marchandonos de aquel lugar, haciendo que Franco mi chofer dejara primero a mi reciente esposa en nuestra nueva casa, ya que yo no pensaba dormir esa noche con ella, por que en los dos meses que duró nuestro viaje de novios no lo hice y no lo pensaba hacer ahora, aunque ella siempre se enfadaba, pero yo solo deseaba volver a ver a mi hija y a quien en realidad yo consideraba mi esposa, a mi Keira. Cuando mi chofer aparco en la puerta de mi casa, me baje corriendo, sin esperar a que nadie me abriera la puerta del coche, entré gritando en mi casa, llamando a mi querida Keira, pero no la encontre por ningun lado, asi que pensando que se había marchado a algún lugar con nuestra hija, empecé a llamar a Giselda, encontrándonos los dos en
Me desperté en el coche y no me importaba en ese momento si el tiempo que llevaba en aquel lugar era mucho o poco, lo único que necesitaba era mi dosis matutina de café. Quizá no sería muy temprano, pero necesitaba mi droga, caliente sobre todo y muy fuerte. Me di cuenta de que beber hasta altas horas de la noche, ya no era algo de lo que mi cuerpo pudiera soportar, sin embargo y francamente me daba igual. De pronto empecé a escuchar la melodía de mi móvil, volviendome loco y buscando por todos los lugares del coche, hasta que por fin lo encontré en el bolsillo de mi pantalón, pero mire la pantalla y sin ver ni pensar en quien me llamaba, pulse el botón de apagar, acallando así aquel maldito móvil, ya que tenía un fuerte dolor de cabeza. Puse en marcha mi coche marchándome de aquel lugar para ir a la ciudad, donde estaba mi empresa, ya que en la esquina estaba la cafetería donde todas las mañanas, iba a tomar mi café antes de entrar a trabajar. Cuando llegué, aparqué el coche,y cuando
KEIRAEstaba en un bar sofocante y muy ruidoso y ya no soportaba más estar en aquel lugar, aunque no podía marcharme, ya que estabamos mi amiga Aroa y yo en una fiesta de cumpleaños de una compañera de trabajo y le habíamos prometido asistir. Estuvimos las dos caminando todo el día buscando una tienda de ropa para comprarnos un vestido sexi para ir a la fiesta, así que ya teníamos los pies cansados y llegamos a casa muy cansadas. —- Keira, estoy bastante borracha, tia —- me dijo mi amiga, ya en aquella fiestaSe tumbó de golpe en el sillón donde estabamos sentadas mientras se reía, siendo las dos las únicas que estabamos sentadas en aquellos sillones ya que las demás compañeras con las que fuimos a la fiesta estaban en la pista de baile, bailando. Ibamos todas con unos vestidos demasiado sexys y en la cabeza nos pusimos unas coronas, aunque estabamos un poco ridículas, lo admito porque ya no eramos unas niñas, pero una fiesta es una fiesta y queríamos pasarlo lo mejor posible. Eran u
Normalmente no me hubiera molestado en seguir una conversación con ese hombre ya que era un completo desconocido para mi, sabiendo que nunca lo iba a volver a ver. Ese hombre no dejaba de decirme y hablarme dándome cuenta de que no estaba tan borracho como yo. Me quede mirando sus negros ojos fijamente, sin darme cuenta de que el se podia fijar en la manera de como lo estaba mirando. Me puse a mirar lo concurrida que estaba la calle, esperando a que mi adonis se marchara, pero no fue así, siendo él el que me preguntó por mi nombre.—- ¿Cómo te llamas? si no soy imprudente por mi pregunta —- me dijo—- Perdon es verdad, me llamo Keira ¿y tu nombre cual es? —- pregunte—-- Me llamo Mark Brow, encantado Keira —- me contesto ofreciendome su mano para saludarnosMe cogió con su mano mi brazo, acercándonos a otro lado de la barandilla, haciendo que me extrañara por su acción—- ¿Qué haces?¿A dónde me llevas? —- pregunte—- Quiero enseñarte el otro lado de la terraza, la calle esta mas anim
Era de madrugada cuando me desperté, intente levantarme de la cama, pero Mark me abrazó con fuerza empujándome hacia el— ¿Intentas escaparte de mí? — me pregunto—- No, pero debería marcharme ya a casa, es muy tarde — le respondíLas sábanas estaban demasiado calientes para mi gusto, ya que tenía calor, pero Mark me acurruco en su pecho rodeando mi cuerpo con sus brazos. Por muy tentador que era estar así con aquel hombre, sabía que no estaba haciendo bien pues aun seguía amando a David aunque no sabía si él también estaría pensando en mi. Me quedé otra vez dormida entre los brazos de aquel magnífico hombre, que me hizo pasar desde hacía mucho tiempo una magnífica noche. Unas horas más tarde me desperté algo asustada al escuchar el sonido de mi teléfono. Me levanté enseguida de la cama pensando que algo le había pasado a mi pequeña, pero cuando lo tuve en mis manos, me pude dar cuenta de que era una llamada de un número de teléfono desconocido para mi, me quede mirando por unos mom